Solozábal se negó a jugar de lateral y Antic lo mandó a la grada
El vestuario cree que el técnico se quiere cargar al jugador
Estalló la guerra. Solozábal se negó a jugar de lateral izquierdo ante el Barcelona. Y Radomir Antic lo mandó directamente a la grada. A primera vista, la decisión del jugador es un acto de indisciplina. Pero, en realidad, no es más que la prolongación del pulso que sostienen desde hace tiempo entrenador y jugador. El plante de Solozábal es la respuesta a una decisión que entiende intencionada para perjudicarle. Y el vestuario, aunque ayer no se quiso pronunciar públicamente, sospecha desde hace tiempo que Antic se quiere cargar al jugador. Algunos sucesos conocidos avalan esta tesis: el fichaje de Prodan, la capitanía de Caminero, la lista negra...Que Solozábal no puede jugar de lateral izquierdo, que ha rozado el ridículo cada vez que ha actuado en esa posición, es una evidencia que conoce el jugador, el entrenador y medio mundo del fútbol. Por eso, la insistencia con la que Antic le ha colocado en esa zona, pese a las conversaciones que ha mantenido con el jugador en este sentido, puede entenderse como una estrategia del entrenador para dejar en mal lugar al defensor y encontrar una coartada futbolística a una cuestión que tiene más pinta de obedecer a motivos personales: provocar la salida de Sólozábal del Atlético.
El jugador se adelantó el viernes por la mano y dijo "ahí no juego". Solozábal llevaba pensando adoptar dicha medida desde hace tiempo, pese a las consecuencias nocivas que un plante de este tipo pudiera provocarle. Pero estamos ante un jugador poco acostumbrado a asustarse y a someterse a las decisiones de los demás, cuando cree que éstas son injustas. No en vano, su carrera está llena de gestos de carácter. Desde su osadía para replicar a Jesús Gil en sus tiempos más feroces, hasta la de expulsar a los directivos de la federación del vestuario de la selección olímpica tras la conquista del oro en Barcelona 92.
Gil trató de restar trascendencia al conflicto, sin duda preocupado por el revuelo interno que se le viene encima: "Es más honesto lo que ha hecho Solozábal, que salir ahí y pintar la mona. El que no esté jugando, hace que no se encuentre seguro en la banda y le comentara al técnico que no estaba para jugar".
Radomir Antic trató al principio de desmentir la cuestión y justificó la alineación de Pablo Alfaro en el lateral izquierdo como una decisión táctica personal suya. Sin embargo, tras conocer que Gil había reconocido la negativa de Solozábal, se limitó a decir: "Eso es lo de menos".
Los jugadores tampoco quisieron entrar públicamente en la cuestión, aunque algunas fuentes del vestuario desvelaron que la plantilla sospecha desde hace tiempo que el entrenador quiere cargarse a Solozábal. "Sobre esas cuestiones", afirmó Molina, "los que tienen que hablar son el entrenador y el jugador. Nosotros tenemos nuestra opinión, pero no es importante". Kiko optó también por el silencio: "Son problemas que tenemos que limpiarlos en el vestuario. Son problemas nuestros".
Solozábal ha jugado fuerte. Probablemente con motivos, pero, de momento, tiene todas las de perder.
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