Cascos mantiene su ataque a Mendo, pero matiza que no quiso extenderlo a todos los profesionales de PRISA

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, recibió ayer en el Congreso de los Diputados un escrito con las firmas de centenares de trabajadores del Grupo PRISA, que han expresado su indignación por la descalificación que él hizo de este grupo en el Senado, cuando dijo que "es incompatible trabajar para PRISA y defender el interés general".Cascos matizó que esa crítica, hecha en respuesta a una pregunta de un senador socialista sobre la dimisión de Carlos Mendo -periodista de EL PAÍS- como consejero de RTVE propuesto por el PP, no tiene el carácter de una generalización dirigida a todos los trabajadores del grupo.

Álvarez Cascos, que recibió en el Congreso, "con respeto", según sus propias palabras, a una representación de profesionales de Canal +, Cadena SER, Cinco Días, As, Progresa, Cinemanía y EL PAÍS, que el día anterior habían aprobado en asambleas el escrito de queja, no se desdijo de la literalidad de sus palabras, pero indicó que debían ser interpretadas en el contexto de una pregunta parlamentaria.

El vicepresidente relacionó sus críticas a Mendo con expresiones contenidas en cartas dirigidas por éste al PP, en las que mostraba su discrepancia con el Gobierno por su política audiovisual. Según Cascos, la actitud de Mendo como consejero de RTVE por el PP ha sido la de un "ingrato" y ha causado "decención".

Los representantes de los trabajadores trasladaron al vicepresidente que ésta no es la primera vez que desde el Gobierno se formulan críticas que parecen perseguir una descalificación global del trabajo de los profesionales de PRISA. Cascos, a su vez, se quejó del tratamiento que recibe el Gobierno en estos medios informativos.