Londres y Dublín dan un ultimátum para constituir el Gobierno del Ulster el día 15

Los primeros ministros del Reino Unido y de Irlanda, Tony Blair y Bertie Ahern, anunciaron ayer en Belfast un plan, aunque no un acuerdo formal, para formar un Gobierno de coalición en Irlanda del Norte el próximo día 15 y que se proceda de inmediato a la entrega de armas por parte de los grupos armados católicos y protestantes. Ambos jefes de Gobierno instaron a las dos partes a aprovechar esta histórica oportunidad de paz en la provincia, pero advirtieron que el ansiado proceso de normalización quedará suspendido en el acto en el momento en que alguna de las partes incumpla lo pactado.

La distancia entre las posturas del unionismo y republicanismo no pudo salvarse ayer tras cinco jornadas de intensas negociaciones. El rechazo de la propuesta del Sinn Fein sobre la entrega de las armas de los grupos paramilitares por parte del Partido Unionista del Ulster (UUP) impide la formacion inmediata del gobierno autonómico de Irlanda del Norte, objetivo base de las sesiones que presiden desde el lunes los dos primeros ministros del Reino Unido e Irlanda. Ante este estancamiento, Blair y Ahern presentaron un programa de acción para el futuro, con fechas y compromisos de cumplimiento, que los partidos estudiarán en los próximos días. El camino hacia adelante, título del documento gubernamental, propone la formación, dentro de dos semanas, del autogobierno de Belfast compartido entre unionistas, nacionalistas y republicanos. La transferencia de poderes se llevará a cabo tres días después, el 18 de julio, acompañado de la primera fase del proceso de decomiso de las armas de los grupos paramilitares. Los dos primeros ministros proyectan el inicio del desarme en un periodo establecido por la Comisión Independiente que, según su presidente, el general John de Chastelein, podría darse "a los pocos días" de la entrada en funciones del nuevo órgano Ejecutivo.

La Comisión de Chastelein supervisará la operación con controles periódicos hasta la fecha límite, mayo del 2000, de la retirada de las armas ilegales de toda la isla de Irlanda. "Son las propuestas correctas del camino hacia delante para Irlanda del Norte", señaló Blair al presentar la iniciativa en Stormont.

Una tercera guía, la "cláusula de salvaguarda", otorga, subrayó Blair, "la certeza absoluta" de que el proceso se paralizará si un partido falla en sus compromisos. La cláusula, según el texto pactado, implica que el "Gobierno tomará las medidas de forma automática y con efecto inmediato, de acuerdo con lo contemplado en el acuerdo, si los compromisos de éste no se cumplen". El Gobierno británico introducirá la legislación pertinente para garantizar la "suspensión automática e inmediata" de las instituciones creadas en Irlanda del Norte a partir del Acuerdo de Viernes Santo del 1998.

Pero Blair y Ahern han fracasado en lograr el compromiso de todos los partidos norirlandeses que hubiera desbloqueado hoy el proceso de paz. La fórmula conjunta retrasa hasta después del 12 de julio, jornada clave en las conmemoraciones protestantes, el progreso en ambos puntos que impiden la aplicación del Acuerdo de Viernes Santo: el decomiso de las armas y la formación del autogobierno. Con esta estrategia, ambos confían en lograr el apoyo del UUP, que lidera David Trimble, a la nueva propuesta.

El rechazo de la formación de Trimble a las recientes iniciativas y garantías del Sinn Fein respecto al desarme de su rama militar impidió el progreso durante las cinco jornadas de intensas negociaciones. Ayer, el líder unionista seguía desconfiando de la propuesta gubernamental que, sin embargo, prometió estudiar.

"El Sinn Fein", denunció Trimble, "no nos han ofrecido suficientes compromisos para formar parte del Ejecutivo compartido". Gerry Adams, mientras, celebró la determinación de Blair y Ahern por crear el autogobierno y pareció incluso satisfecho con la cláusula de salvaguarda. Este mecanismo afecta a todos los integrantes del futuro Ejecutivo de forma que si el IRA incumple los compromisos en cuanto al desarme, no sólo se castigará al Sinn Fein sino también al resto.