Internet y el fuerte consumo llevan a EEUU a crecer al mayor ritmo de los últimos 16 años

El crecimiento económico de EEUU ha dejado cortos a los más optimistas. El producto interior bruto (PIB) aumentó un 7,3% en el último trimestre de 1999, la cifra más elevada de los últimos 16 años. El ritmo de crecimiento confirma que el país se expande con rapidez hacia la nueva era que llega con Internet y el entusiasmo consumista de los estadounidenses, que ya ha obligado al Gobierno a revisar dos veces al alza sus datos. La reducción del déficit comercial también contribuyó a que EEUU cerrara su tercer año consecutivo con un crecimiento económico superior al 4%.

El dato de crecimiento difundido ayer por el Departamento de Comercio de EEUU corrige los cálculos de crecimiento de 5,8%, primero, y 6,9%, después, dados a conocer en febrero pasado. El afán consumista de los estadounidenses y una ligera mejoría del déficit comercial fueron los detonantes de un espectacular crecimiento, que no parece compartir las inquietudes inflacionistas de la Reserva Federal (banco central) de EEUU.La nueva cifra eleva al 4,2% el crecimiento total del PIB para el año 1999. El salto del tercer trimestre es el mayor registrado desde el 9% del primer trimestre de 1984. El resultado marca un decenio de expansión constante y sin precedentes desde el periodo de 1961 a 1969, cuando la economía de Estados Unidos batió récords similares. El último año fue, además, el tercero consecutivo en que el PIB supera el 4%.

Los estadounidenses no dejan descansar la tarjeta de crédito, confiados en la baja inflación (3,9%) y en una tasa de desempleo del 4,1%, la menor en tres décadas. Incluso gastan a pesar del aumento de los precios de las gasolinas del que tanto se quejan. El consumo, que representa dos tercios del PIB estadounidense, subió un 5,9% en el último trimestre del año pasado.

La bonanza económica de EEUU se vive a todos los niveles. Los fabricantes de coches vendieron 17 millones de vehículos el año pasado, un millón más que el récord de 1986. El país está experimentando en estos últimos años un auge en el negocio inmobiliario y de los precios de las viviendas. En su informe, el Departamento de Comercio también subrayó el aumento continuo de los ingresos de las empresas. Éstos han subido un 8,8%, 12,7 puntos más que el año anterior, cuando registró una bajada del 2,9%.

Wall Street acogió ayer con relativa indiferencia la corrección del Departamento de Comercio. "Que sea 7% o 7,3%, el resultado es el mismo; el crecimiento sigue siendo muy fuerte y la pregunta sigue siendo la misma ¿Hasta cuándo va a durar?", comentó Stephen Slifer, uno de los analistas de Lehman Brothers. A media mañana, el Dow Jones ganaba 51,81 puntos, pero al cierre había revertido su tendencia y registraba un retroceso del 0,35%.

Pero los recientes altibajos de Wall Street y la estricta política monetaria de la Reserva Federal auguran resultados algo menos boyantes para el resto de este año. Se espera que en los tres primeros de este año, el PIB sólo crezca un 4,8%.

El pasado 21 de marzo, la Reserva Federal decidió subir los tipos de interés al 6%, para atajar posibles presiones inflacionistas. Fue la quinta subida desde el mes de junio. Ahora, el dato revisado del PIB parece confirmar lo que los analistas llevan anunciando desde principios de año: que la Reserva Federal mantendrá su política de prevención de la inflación cuando vuelva a reunirse en mayo próximo.

Las medidas contra el alza de precios, la inestabilidad que la Bolsa estadounidense experimenta desde principios de año y la repercusión que ha tenido el aumento de los precios del crudo en el de las gasolinas son factores que anticipan que los estadounidenses serán más cautelosos a la hora de gastar en los próximos meses, según el principal centro de análisis de consumo en Nueva York. Según las previsiones de este centro, sólo el 14% de los consumidores creen que la situación económica mejorará antes de finales de año. Los expertos calculan que la subida de los tipos de interés ya ha influido en el presupuesto del consumidor y que las repercusiones de la decisión de la OPEP de aumentar su producción de crudo no se percibirán en el precio final de las gasolinas hasta dentro de unos meses.