Amato se propone reducir en casi un tercio el número de ministerios del Gobierno de Italia El presidente del consejo designado quiere presentarse al Parlamento esta misma semana
La crisis de Gobierno en Italia se resolverá en un plazo breve. Así lo aseguró ayer Giuliano Amato, ministro del Tesoro en el último Ejecutivo de Massimo d'Alema, al término de una reunión con los líderes del centro-izquierda. Tan breve que el martes próximo podría estar completada la lista de ministros que jurarían ante el presidente italiano el miércoles, para someterse a la votación en el Parlamento al día siguiente.Se habla de una reducción de ocho carteras, lo que dejaría al nuevo Ejecutivo con un total de 18 departamentos de los 25 actuales.
Amato precisó que la reforma de la Ley Electoral será una de las prioridades del nuevo Gabinete, apenas se celebre el referéndum del 21 de mayo.Giuliano Amato inició ayer las vacaciones de Pascua como millones de italianos, aunque en su caso serán unos días de descanso repletos de deberes. La primera y delicadísima tarea será completar la lista de ministros que, siguiendo las indicaciones del propio presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, será breve. Una decisión juiciosa por parte del presidente Ciampi que, según declaró ayer Giuliano Amato, "los líderes del centro-izquierda han apoyado completamente".
El presidente italiano venía a responder, de hecho, al temor expresado el viernes por la oposición, convencida de que el nuevo Gobierno de centro-izquierda tendría más ministros y subsecretarios que parlamentarios. No será así, pero a nadie se le escapa, sin embargo, que este detalle hará más difícil la vida del futuro jefe del Gobierno y más complicada la votación parlamentaria para dar vía libre al nuevo equipo.
Hombres de prestigio
Amato espera compensar el déficit de cargos con la elección de nombres de peso para ocupar los principales ministerios. El banquero católico Giovanni Bazoli ha rechazado ya, sin embargo, formar parte de este equipo selecto, que podría incluir, en cambio, a Sergio d'Antoni, líder de la CSIL, el segundo gran sindicato italiano, una de las personalidades que más dificultades creó en los últimos meses al Gobierno presidido por Massimo d'Alema.
Es probable también la llegada al Ejecutivo de alguna personalidad de los Socialdemócratas Italianos de Enrico Boselli, que han regresado a El Olivo tras la fractura de diciembre pasado con el Gobierno de D'Alema.
En todo caso, Amato tiene ya claras cuáles serán las prioridades del Ejecutivo que presida. "Será un Gobierno serio y eficaz", dijo el viernes nada más aceptar el encargo de Ciampi, que "tendrá que intentar el diálogo con la oposición, un valor de necesaria realización", con vistas, sobre todo, a la reforma de la Ley Electoral italiana.
La mayoría de los partidos italianos consideran que la actual ley no garantiza la estabilidad necesaria al Gobierno de turno. Aun así, el líder del Polo, Silvio Berlusconi, ha insistido hasta el último momento en reclamar las elecciones anticipadas, tras el éxito de su coalición en las elecciones regionales del pasado domingo.
La decisión de Ciampi de dar vía a un nuevo Gobierno del centro-izquierda ha sido aceptada a regañadientes por Berlusconi. "Comprendo la difícil posición de Ciampi", declaró ayer Berlusconi; "entre la democracia sustancial y la democracia formal, se ha pronunciado por esta última".
En cuanto al nuevo líder de El Olivo, para la oposición "Amato representa el último intento de maquillar la realidad del centro-izquierda detrás del que se esconde una coalición dominada por la izquierda comunista". Umberto Bossi, líder de la ex secesionista Liga Norte, dijo ayer que Amato "es la nueva máscara de los poderes fuertes".
Referéndum 'secreto'
Amato no ha respondido a ninguno de los epítetos y, ateniéndose a la expresa petición de Ciampi, ha tendido la mano al centro-derecha para consensuar una nueva Ley Electoral tras la celebración del referéndum del 21 de mayo.
En este referéndum, el nuevo Ejecutivo no hará publicidad institucional alguna, según quedó acordado en la primera reunión mantenida por Amato con los líderes de la coalición de centro-izquierda, que concluyó a primeras horas de la madrugada de ayer. Lo dilatado de la reunión es interpretada como una señal evidente de la oposición a esta consulta popular que existe en muchos de los partidos de El Olivo, empezando por el Partido Popular Italiano (PPI), y el de los comunistas de Armando Cossutta.
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