EPIDEMIOLOGÍA El 40% de los españoles no realiza ejercicio físico saludable Sedentarismo: malo para cuerpo y mente
Ya lo dijo hace casi veinte siglos en sus sátiras el poeta latino Juvenal: Mens sana in córpore sano. Y los médicos, con todos los conocimientos científicos actuales, no sólo no rebaten este aforismo, sino que lo suscriben fervientemente. Todos los expertos destacan la importancia de la práctica regular de deporte o ejercicio físico para mantener el equilibrio psicológico y prevenir numerosas enfermedades. Sin embargo, las prisas de la vida moderna y las distancias de las grandes ciudades han hecho que la mayoría de la población ande lo imprescindible y tienda a ser sedentaria. Así lo demuestra en España un estudio que revela que el 40% de las personas son sedentarias.Este trabajo fue desarrollado en 1994 por la unidad de lípidos del hospital Clínico de San Carlos de Madrid y el servicio de bioquímica de la Fundación Jiménez Díaz, de la misma ciudad, y las circunstancias de entonces a ahora no se han modificado, según los expertos.
En el estudio Dieta y riesgo de enfermedades cardiovasculares en España (DRECE) se analizó, entre otros valores, el ejercicio físico añadido a la actividad profesional o rutinaria de cada individuo. Se realizó sobre una población de 5.041 personas de entre 5 y 60 años y ponía de manifiesto que a medida que aumenta la edad desciende la proporción de españoles que practican algún tipo de ejercicio físico.
Mientras que en la franja de 5 a 12 años, según este análisis epidemiológico, hace ejercicio el 80% de los españoles, en la banda de 45 a 65 años ese porcentaje se reduce al 20%. Y, paradójicamente, las mismas cifras disminuyen al 13% en el margen de edad entre 25 y 45 años, periodo que suele coincidir con el de una gran entrega al trabajo y, en el caso de muchas mujeres, con el de mayor dedicación a los hijos. Por comunidades autónomas, el DRECE muestra un claro predominio en cuanto a práctica de deporte de las comunidades situadas en la mitad norte, frente a las ubicadas en las zonas de Levante o sur. Curiosamente, Canarias es la comunidad en donde menos ejercicio se hace, diez puntos por debajo de la media nacional. Estos datos subrayan la importancia del clima como agente modificador del comportamiento humano y corroboran que las altas temperaturas predisponen a una menor actividad física.
"¿Por qué desde hace unos años los médicos recomendamos a casi todos los pacientes que hagan ejercicio físico regularmente, adaptado a las circunstancias de cada uno? Pues, la respuesta es bien sencilla: hay una creciente tendencia al sedentarismo y este hábito no es nada bueno", afirma Pedro Mata, jefe asociado de Medicina Interna de la Fundación Jiménez Díaz.
Este especialista destaca algunas de las bondades del ejercicio para la salud: es un perfecto sistema de combustión calórica, reduce el colesterol malo (LDL) y eleva el bueno (HDL), baja la tensión arterial, mejora la sensibilidad a la insulina, mejora también la ventilación pulmonar y la circulación coronaria, favorece la circulación de retorno, fortalece músculos, tendones, ligamentos y cartílagos, ayuda a la fijación del calcio en los huesos, mejora el ritmo intestinal y da elasticidad y firmeza al tejido cutáneo.
Mediante todas estas acciones el ejercicio físico saludable ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad, la arterioesclerosis y con ella la enfermedad coronaria (infarto de miocardio, angina de pecho y muerte súbita), la hipertensión arterial (y el riesgo de accidentes cerebrovasculares), las varices, la tromboflebitis, la artrosis y la osteoporosis, el estreñimiento y el envejecimiento prematuro de la piel.
Como advierte Mata, no hay que confundir el "no parar en todo el día" con el ejercicio físico saludable. "Para el ama de casa", replica, "que hace las tareas domésticas, va a la compra y recoge a los niños en el colegio, a menudo en coche, no es suficiente con toda esta actividad, que puede ser estresante y no saludable".
Para Basilio Moreno Esteban, jefe clínico de Endocrinología y Nutrición del hospital Gregorio Marañón de Madrid, el primer riesgo que supone el sedentarismo es la obesidad. Según este especialista, el 30% de la población de los países desarrollados tiene obesidad, estado que predispone a otras muchas alteraciones metabólicas (diabetes), lipídicas (arteriosclerosis), cardiovasculares (infarto de miocardio), cerebrovascula-res (ictus cerebral), tromboflebitis y músculo-esqueléticas (artrosis y osteoporosis).
"Hay que tener presente que el sedentarismo está tipificado como un factor de riesgo cardiovascular y que en muchas personas aparece, frecuentemente, junto con otros factores de riesgo, como la obesidad, la diabetes, el colesterol elevado o el tabaquismo. Y, como es sabido, la suma de varios factores de riesgo multiplica las posibilidades de que aparezca el accidente cardiovascular", afirma Jordi Soler, jefe de Cardiología del hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
Todos los datos apuntan a que en el medio laboral es donde coexisten mayor número de factores de riesgo cardiovascular, con una alta incidencia de sedentarismo. El 75% de los episodios coronarios se da en población activa, principalmente en varones de 40 a 55 años, que suelen ser sedentarios y presentan algún que otro factor, como colesterol alto, hipertensión u obesidad.
Contamos contigo
Haz deporte. Contamos contigo era el lema de una campaña de televisión que en los años sesenta pretendía fomentar el ejercicio físico saludable. Y poco después empezó la fiebre del footing y la de practicar deporte a destajo los fines de semana.Aunque la elección es libre, los expertos coinciden en que caminar diligentemente es una de las actividades físicas más sanas, mucho más que correr, ya que los microimpactos de la carrera en las piernas favorecen la aparición de artrosis de rodilla.
"Prácticamente todo el mundo puede andar por aceras, parques o el campo. Es mucho mejor repartir el tiempo dedicado al ejercicio que concentrarlo los fines de semana y darse una paliza. Lo ideal sería caminar una hora diaria, pero como esto no es asequible para todo el mundo por la falta de tiempo, es aconsejable al menos andar media hora tres días a la semana", explica Pedro Mata, jefe asociado de Medicina Interna de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
Ganar tiempo para el ejercicio físico se puede conseguir a base de pequeños trucos, según sugiere Mata: "Se puede aparcar el coche a cierta distancia del trabajo, para obligarnos a andar. También deberíamos olvidarnos un poco del ascensor y subir las escaleras andando. Y, si nos cuesta salir de casa, podemos comprar una bicicleta estática y pedalear durante media hora viendo la televisión".
La sensación de bienestar corporal y psíquico que proporciona el ejercicio es innegable y está sustentada científicamente: se liberan endorfinas, hormonas que actúan como opiáceos endógenos, es decir, como agentes analgésicos naturales. "Para algunas personas", dice Mata, "la práctica regular de ejercicio se convierte en una especie de droga buena, en el sentido de que ya no pueden pasar de esta actividad por el beneficio que les reporta".
A juicio de este internista, el ejercicio o deporte debe adaptarse a las posibilidades de cada persona. Los mayores de 65 años, que suelen disponer de tiempo, deberían andar una hora diariamente. La natación, el golf, el tenis y otros deportes más agresivos deben elegirse en función de la edad y del estado físico.
Los endocrinólogos han constatado que la práctica habitual de ejercicio mejora la autodisciplina. "Realizar diariamente algún tipo de ejercicio, aunque sólo sea un paseo de media hora, es una de las mejores garantías para que una persona siga una dieta de adelgazamiento", declara Basilio Moreno, jefe clínico de Endocrinología y Nutrición del hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Contribuye también al proceso de adelgazamiento, puesto que la actividad física implica combustión calórica, que será mayor cuanto más intenso y prolongado sea el ejercicio.
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