La convocatoria de Ibarretxe contra ETA agrieta la unidad del PP y PSOE en Euskadi

La manifestación contra ETA convocada para el sábado en Bilbao por el lehendakari Juan José Ibarretxe ha abierto una grieta de inesperadas consecuencias entre el PP y el PSOE. El apoyo de los socialistas a esta convocatoria ha sido denostado con una "gran decepción" por el PP, que acusa al primer partido de la oposición de sumarse a una marcha por "la independencia y la autodeterminación" de Euskadi que persigue el PNV y de actuar guiado por la "doctrina" que aún le dicta Felipe González. El PSOE reconoce que su decisión no ha sido fácil, pero alega que ha primado su interés por manifestarse contra ETA y por no dejar que los peneuvistas capitalicen esta iniciativa. CiU, socio parlamentario del Gobierno de José María Aznar en los últimos cinco años, también acudirá a la cita, y cree que el PP comete un error quedándose al margen.

Robustecer a Ibarretxe

Los socialistas proclamaron ayer que mientras PP y PNV se atacan, ellos estarán en Bilbao "contra ETA". Socialistas y populares, eso sí, coinciden en sus críticas a Ibarretxe, ya que ambas formaciones mantienen sus posiciones expresadas en las respectivas mociones de censura que presentaron contra el presidente del Gobierno vasco, en las que le exigían disolver la Cámara y convocar elecciones cuanto antes. Pero entre los dos partidos se detecta ahora una fisura de consecuencias políticas imprevisibles.La aparente unidad en la que se habían instalado el PP y el PSOE ante la grave situación que se vive en Euskadi en plena ofensiva de ETA se resquebrajó ayer de forma precipitada y descontrolada por sus diferentes posiciones ante la manifestación del sábado, que irá encabezada por una pancarta con el lema "Paz. ETA, no".

El PSOE no comparte la estrategia del PP de dejar aislado y contra las cuerdas al PNV, en general, y personalmente a Ibarretxe, a cualquier precio. Alega que el lema de la convocatoria elegido por Ibarretxe es asumible por todos. Pero tanto el Gobierno central como el PP relativizan la importancia de esta cuestión y resaltan que Ibarretxe sólo busca rentabilizar en su provecho la posible buena respuesta de los manifestantes.

Sus socios nacionalistas catalanes intentaron hacerles ver ayer la equivocación de este planteamiento. El secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya, Pere Esteve, que el 12 de noviembre se despedirá de este cargo, acudió a la sede central del PP en Madrid para mantener un último contacto cordial con el secretario general del PP, Javier Arenas. Allí, además de trasladarle la gran "decepción e insatisfacción" de CiU y la Generalitat por el "chip" poco dialogante del Gobierno en lo que va de legislatura, Esteve le dejó claro que no comparte la actitud de los populares frente al PNV. Añadió que CiU -socio igualmente del PNV en la Declaración de Barcelona- sí irá a la manifestación.

Desde el Gobierno y el PP se contraatacó con dos argumentos, uno destinado al PNV y otro a los socialistas: "Nos movilizaremos juntos con el PNV cuando diga que no se puede pactar con los violentos", declaró el ministro del Interior y probable candidato a lehendakari, Jaime Mayor. Javier Arenas, secretario general del PP, optó por incluir en esta polémica la figura del ex presidente del Gobierno Felipe González, al que definió como el verdadero responsable de "la influencia decisiva" para que el nuevo líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, haya tomado la "errónea" decisión de respaldar la convocatoria de Ibarretxe.

Para el PP, según Arenas, nada que tenga que ver con el PNV, con Ibarretxe o con Arzalluz es digno de tener en cuenta porque los peneuvistas comparten los principios de HB y de ETA de la "autodeterminación y la independencia" y no están a favor de la Constitución y el Estatuto.

El Gobierno y el PP entienden, además, que el PSOE lo único que logrará acudiendo el sábado a Bilbao será robustecer a Ibarretxe después del varapalo parlamentario que sufrió con las mociones de censura. Y advierten de que el PSE será el que acabe pagando electoralmente esta equivocación.La respuesta del secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo, casi tuvo tintes airados: "La decisión de sumarnos a la manifestación la he tomado yo, y no he hablado con Felipe González de este asunto".

Antes de decidirse, el PSOE debatió en reuniones internas los pros y los contras de la manifestación, sabiendo ya que las asociaciones de víctimas del terrorismo habían resuelto no acudir a la cita. Tras conocer el lema, explicaron al PP sus razones, pero no encontraron el menor atisbo de comprensión, "sino una virulencia extraordinaria", según Jesús Caldera. "El PSOE sólo tiene un enemigo: ETA. Y vamos a manifestarnos con decenas de miles de ciudadanos que sienten lo mismo, porque ahí donde haya movilizaciones contra el terrorismo, y por el derecho a la vida y la libertad, los socialistas estaremos", señaló el portavoz parlamentario.

El PSOE juzga de la máxima importancia el documento que el martes firmaron en el Congreso todos los grupos políticos, incluido el PNV, con el compromiso de defender las diversas posiciones políticas dentro del marco constitucional y estatutario.