Decenas de niños mueren quemados al incendiarse una escuela en el sur de India
Un cortocircuito en la cocina del colegio hizo arder el edificio a la hora del almuerzo
Al menos 80 niños murieron y 32 resultaron gravemente quemados al incendiarse un colegio en el sur de India, en el Estado de Tamil Nadu. El fuego se originó debido a un cortocircuito en la cocina del edificio cerca de las once de la mañana (tres horas y media menos en la España peninsular), según la policía. A esa hora las escuelas preparan para los alumnos un almuerzo gratuito que ofrece el Gobierno para animar a los padres con menos recursos a enviar a sus hijos al colegio.
Esta medida forma parte del programa Educación para todos para combatir los bajos índices de alfabetización del país.
Las llamas se propagaron rápidamente desde la cocina hasta los toldos de caña de bambú que tapaban el tercer y último piso, un material muy usado para cubrir terrazas o patios. Allí se encontraba un gran número de niños distribuidos en cinco aulas, que resultaron arrasadas por el fuego. Los mayores lograron escapar a tiempo, pero la marcha de los más pequeños coincidió con la caída sobre ellos de varias partes del techo, que al ser de un material tan ligero, enseguida comenzó a arder y deshacerse. Otros muchos murieron de asfixia intentando salir al exterior, al agolparse en los estrechos corredores del edificio. Se calcula que la escuela albergaba alrededor de 900 estudiantes de entre 6 y 12 años en el momento de la tragedia.
Los heridos graves por quemaduras, unos 32, fueron trasladados la mayoría en vehículos privados y taxis a hospitales públicos y privados de la zona, Kumbakonam, situada a 300 kilómetros al sur de Chennai (antes Madras). Tanto su condición, como los escasos medios de los centros sanitarios para hacer frente a quemaduras de diverso grado, hacen temer que la lista de fallecidos aumente. Otros 100 menores resultaron heridos de menor consideración.
Los servicios de bomberos apenas pudieron hacer nada para salvar vidas. Mientras se esperaba su llegada, varios voluntarios intentaron romper ventanas desde el exterior o acceder por la estrecha puerta del colegio para socorrer a los menores, pero el denso humo se convirtió en el mayor obstáculo para avanzar. Cuando las mangueras de los bomberos fueron desplegadas, el agua era escasa y la forma de hacerla llegar hasta al fuego muy complicada.
La gran cantidad de gente desplazada al lugar del siniestro y las escenas de pánico y confusión contribuyeron a un mayor nerviosismo. Una vez sofocado el fuego a primera hora de la tarde, decenas de niños carbonizados fueron encontrados agolpados en las escaleras y en las aulas. En las imágenes difundidas por el canal indio NDTV se podía ver el agujero en la pared que los niños hicieron a golpes en el último piso intentando escapar de las llamas por otra salida. Entre los pilares quemados se distinguían libros de texto o recipientes con comida sin probar. Según el mismo canal, los profesores habrían dicho a los niños a los pocos minutos de empezar el fuego que éste estaba controlado y que debían permanecer sentados, dejándolos solos en las aulas.
La escuela Lord Krishna, situada en una pequeña calle de difícil acceso, contaba con tres pisos y una sola escalera de evacuación, y al parecer albergaba demasiados estudiantes para su capacidad. Una investigación ha sido ya abierta para aclarar responsabilidades. Las normas de seguridad y antiincendios que marcan las recientes leyes indias no siempre son respetadas.
En el lugar del suceso, "los padres lloraban, golpeándose el pecho y gritando los nombres de sus hijos", señaló un testigo a la agencia Reuters. La mayoría se encuentra en los hospitales para tratar de reconocer los cuerpos, una tarea complicada dado el estado de las víctimas. Según medios indios, algunos padres se desmayaron al oír los nombres de sus hijos en la lista de fallecidos. "Es una tragedia horrible, se volvería loco si ve los cuerpos", señaló otra testigo presencial.
Tanto el presidente de la república, Abdul Kalam, como el primer ministro indio, Manmohan Singh, han expresado su dolor por el suceso y enviado sus condolencias a las familias de las víctimas. El ministro de Comunicaciones del Ejecutivo indio, Mayahidhi Maran, está ya en Tamil Nadu para supervisar la investigación.
El Gobierno ya ha anunciado las indemnizaciones para las familias afectadas, de 100.000 rupias (1.800 euros) por cada fallecido, y de 25.000 rupias (500 euros) para los padres de los niños heridos.
El estado sureño de Tamil Nadu ha sufrido trágicos incendios en los últimos años. En agosto de 2002, 30 niños con minusvalías psíquicas fallecieron por un incendio en su escuela. En enero de este año, 59 personas murieron calcinadas en el recinto donde se celebraba un matrimonio en la ciudad de Srirangam. El céntrico estado de Haryana ostenta el récord de víctimas escolares a causa de un incendio: más de 400 fallecieron en una escuela en 1995.
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