Por fin aterriza Saviola
El Sevilla se impone con garra a un Besiktas técnicamente superior
El Sevilla debutó en la liguilla de la UEFA metiéndole tres goles a un equipo que nunca pareció menor que él. Los de Nervión han vivido toda la temporada con el complejo de que sus delanteros no metían goles y, si los hacían era de pascuas a ramos. Ayer llegó definitivamente Saviola a Nervión. Marcó un gol, que celebró como si hubiera sido el de la final de la Copa del Mundo, y ofreció un buen recital de lo que es capaz de hacer cuado arranca desde posiciones retrasadas o se deja caer desde las bandas. Roto el maleficio, los sevillistas se relamían ayer pensando en lo que les queda por recibir del astuto atacante argentino. Kanouté no marca en Liga, pero ayer marcó otros dos tantos en la Copa de la UEFA, en la que ya suma cuatro dianas. El Sevilla nos se permitió el desánimo y logró un triunfo de los que curan muchas heridas y alzan cabezas y corazones hacia el mundo de los sueños felices.
SEVILLA 3 - BESIKTAS 0
Sevilla: Notario; Alves, Javi Navarro, Aitor Ocio, David Castedo; Maresca, Martí; Fernando Sales (Jordi, m. 70), Saviola, Adriano (Puerta, m. 77); y Luis Fabiano (Kanouté, m. 57).
Besiktas: Córdoba; Tandogan, Toraman, Cadgas, Adem Dursun; Buruk (Hassan, m. 69), Avci, Kleberson (Pancu, m. 76), Tümer; Akin (Youla, m. 63)y Milton.
Goles: 1-0. M. 64. Saviola bate por debajo de las piernas a Córdoba tras recibir un gran pase de cabeza de Kanouté. 2-0. M. 66. Kanouté, de cabeza, a pase de Alves. 3-0. M. 89. Kanouté, de nuevo.
Árbitro: Johan Verbist. Amonestó a Buruk, Luis Fabiano, Maresca, Hassan, Cadgas.
Unos 35.000 espectadores, 200 de ellos turcos, en el Sánchez Pizjuán.
Las competiciones europeas nos acercan otros modos de entender y practicar el fútbol, además de demostrarnos que hasta en las competiciones más lejanas o poco conocidas hay un montón de buenos equipos. El Besiktas, cuyo entrenador, Jean Tigana, tan sólo llevaba tres días en el tajo, demostró tener un estilo propio, sacrificio y solidaridad en las coberturas y marcajes y bastante calidad, como la que aporta el falso gordo Milton, Kleberson o el hiperactivo Akin. Ambos conjuntos apostaron por adelantar las defensas. La hegemonía se iría hacia aquel cuyos futbolistas pensaran y ejecutaran más rápido. En un principio pareció que iba a ser el Sevilla, pero los turcos ganaron el centro del campo con su ritmo "a tren". El infatigable trabajo de Akin abriendo y forzando huecos para la explosiva velocidad de Ailton y la movilidad de los interiores deformaban al conjunto turco sin que Kleberson permitiera que jamás se rompiera.
Pero este encuentro no sólo trajo para los sevillistas los largamente extrañados goles de Kanouté o Saviola. Fernando Sales recordó de nuevo al extremo que jugó en el Valladolid y que en Nervión no se había disfrutado en todo el curso pasado. Si Sales quiere salir de la bruma, el caso de Luis Fabiano sigue pidiendo huecos en los gabinetes de estudio de lo extraño. El delantero brasileño ni siquiera ofrece sensación de peligro. Su mejor jugada fue lo que pareció un claro penalti cuando se disponía a rematar un pase a la olla de Saviola.
Los turcos se confiaron en la segunda mitad y el Sevilla, sin embargo se decidió a usar a sus extremos y poco a poco hicieron purgar a los visitantes por su actitud sobrada. Dos jugadones, dos latigazos, sellaron el destino del partido a benficio de los de casa.
Lo mejor del equipo de Nervión de ayer fue no perder la fe en sí mismo. A pesar de que los turcos demostraron más calidad.
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