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El veto del PP al Grupo PRISA

El PP favorece a los grupos de comunicación afines en el reparto de licencias de televisión

La Cope, Jiménez Losantos y 'El Mundo', grandes beneficiados por las autonomías populares

Rosario G. Gómez

Los Gobiernos autonómicos del PP, especialmente los de Madrid, la Comunidad Valenciana y Murcia, han beneficiado de manera indisimulada a grupos de comunicación afines a la hora de repartir licencias de televisión. La Iglesia católica, El Mundo y el periodista de la Cope Federico Jiménez Losantos han desarrollado redes locales gracias a la oleada de emisoras que les han adjudicado el PP. Esos mismos Gobiernos regionales han penalizado sistemáticamente al Grupo PRISA y a sus socios en el ámbito de la televisión local, pese a tener experiencia en el sector y solidez empresarial y profesional.

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La ofensiva lanzada por el Gobierno del PP contra el Grupo PRISA nada más llegar al poder, en 1996, se trasladó a las comunidades autónomas cuando los populares perdieron las elecciones de 2004. Aquella campaña, realizada a golpe de real decreto para asfixiar económicamente Sogecable (la empresa audiovisual propietaria de Canal + y Digital +, en cuyo accionariado participa PRISA) tuvo en su segundo capítulo a las televisiones locales y autonómicas como protagonistas.

Desde que el Gobierno dio luz verde a las comunidades para conceder estas licencias, los Ejecutivos regionales del PP han actuado de forma coordinada para penalizar las candidaturas presentadas por Pretesa, la empresa participada por PRISA que se dedica al desarrollo de la televisión local a través de la marca Localia.

Madrid, la Comunidad Valencia y Murcia (todas bajo gobiernos del PP) han primado en sus respectivos concursos de televisión digital terrestre de ámbito local a grupos de comunicación afines. En todos, ellos, PRISA ha sido marginada, pese a tener experiencia en el campo de la televisión local, un baremo que -en teoría- pesaba en los concursos y un proyecto empresarial y profesional sólido.

En agosto de 2005, el Gobierno de Madrid, que preside Esperanza Aguirre, hizo público el reparto de las 30 emisoras privadas de televisión digital terrestre de ámbito local. La Comunidad afirmaba entonces que estas adjudicaciones venían "a impulsar la pluralidad del sector audiovisual madrileño". El reparto lo dice todo: la Iglesia católica obtuvo cinco frecuencias (cuatro de ellas para la Cope y una para el arzobispado); Antena 3 (controlada por el grupo Planeta) se llevó cuatro, las mismas que Jiménez Losantos; el empresario José Frade recibió tres, y Blas Herrero (propietario de Kiss FM), dos.

"Pluralidad y calidad"

Además, recibieron sendas licencias en Madrid capital el diario El Mundo y Homo Virtualis, vinculada al grupo Intereconomía (editor de la revista conservadora Época), vinculado al ex diputado del PP Julio Ariza. La Comunidad otorgó asimismo al productor cinematográfico y presidente del Atlético de Madrid Enrique Cerezo 10 licencias, una en cada una de las 10 demarcaciones en las que se dividió el mapa de Madrid.

El Grupo PRISA se quedó a cero. "Los criterios que han primado para conceder las nuevas licencias han sido la calidad y la pluralidad de contenidos de la oferta informativa y la creación de empleo", argumentó la Comunidad de Madrid. Algunas de las empresas más consolidadas en el sector, como las emisoras de Localia en Madrid, Móstoles o Alcalá de Henares llevan funcionando desde 1995, mientras que muchos de los adjudicatarios tienen nula experiencia en el sector y apenas han creado puestos de trabajo.

La película de Madrid se ha repetido casi con el mismo argumento e idénticos actores en la Comunidad Valenciana. Allí El Mundo logró cuatro emisoras, todas a las que optaba, e Intereconomía recibió otras cuatro, al igual que Libertad Digital Televisión, la empresa creada por Losantos a partir de una página web. Las dos cadenas autonómica fueron a parar a la Cope y a Vocento (editor de Abc).

El Gobierno valenciano, presidido por Francisco Camps, aseguró que en el reparto había primado "la pluralidad". Quizá por eso, de las 44 emisoras concedidas, Localia obtuvo una emisora en una demarcación menor, la de Ontinyent-Xátiva.

PRISA fue también marginada en el concurso fallado por Murcia, una comunidad en la que nuevamente la mayor parte del pastel se lo llevó Vocento (una autonómica), y Jiménez Losantos, que se hizo con las mejores plazas: Cartagena, Lorca y Murcia.

La misma suerte corrió Localia en el primer concurso convodo por el presidente balear Jaume Matas (del PP). Una gran parte de las televisiones insulares fueron a parar a empresarios locales vinculados a la promoción inmobiliaria. PRISA participa en uno de los consorcios que obtuvo, posteriormente, un canal autonómico.

Más equilibradas, desde el punto de vista del pluralismo informativo, han sido las dos televisiones autonómicas adjudicadas recientemente por Andalucía (gobernada por el PSOE), que han recaído en Localia y en Vocento.

Junto a sus asociados locales, el grupo editor de EL PAÍS está presente también en el ámbito de las televisiones locales en las comunidades de Cataluña, Galicia y Aragón y explota autonómicas en Asturias y Navarra.

Empieza el boicot contra la SER

Pocas horas después del anuncio oficial, el pasado viernes a mediodía, el PP hizo efectivo el boicot contra los medios de comunicación del Grupo PRISA. Ese mismo día, el PP anuló una campaña publicitaria en las emisoras de la cadena SER del País Vasco. Las cuñas de propaganda política -que proclama el lema Partido vasco, contigo. Zurekin- estaban contratadas hasta el próximo día 30. El coste de la campaña era de 1.800 euros. También se ha retirado otra en Albacete.

El PP respondía así, en primera persona, al llamamiento que hizo a "los accionistas, anunciantes y clientes" para coaccionar a los medios de PRISA.

Otra de las estrategias del boicot anunciado por el portavoz popular Gabriel Elorriaga consiste en dejar de atender "las convocatorias de entrevistas, tertulias y programas del Grupo PRISA y demás empresas controladas por Jesús de Polanco". Esta amenaza también ha sido cumplida. Varios colaboradores del PP en la SER han declinado participar en sus programas.

Ayer, la diputada Alicia Sánchez Camacho faltó a su cita habitual en A vivir que son dos días, donde también colabora José María Lasalle. Tanto Sánchez Camacho como José Luis Ayllón (comentarista de La Ventana) se ha puesto en contacto sus respectivos programas para comunicarles que, como militantes que son, acatan la decisión de su partido.

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