"Mi agresividad es mi fuerza, no cambiaré"

Cuan do Lewis Hamilton está en pista, todo el mundo espera algo especial. Es el piloto más agresivo de la parrilla, el que da más espectáculo. Pero tanto riesgo conlleva también errores de peso. Así perdió el título en 2007. Ahora, con 25 años, Hamilton ha madurado. En 2008 fue campeón del mundo y es mucho mejor piloto. Él nunca renuncia a su personalidad: "Yo soy así".

Pregunta. Es el piloto más agresivo. ¿Perderá en el futuro esta cualidad?

Respuesta. No lo creo. Es mi personalidad. Si va a Youtube y busca en 1996 cadete car Lewis Hamilton driving, me verá conducir igual. Hay una carrera que recuerdo especialmente, porque en una curva adelanté por fuera a dos coches y acabé ganando. Fue increíble. Así soy yo. Es mi vida. Y creo que esta agresividad es mi principal fuerza. No siempre puedes arriesgar tanto, pero si ves la oportunidad te metes. A veces sale bien y otras mal.

"El año pasado aprendí a conocerme y a ser una parte muy activa del equipo"

"Me gustaría ser recordado como Senna, un piloto que corre con el corazón"

P. ¿Es una virtud o un defecto?

R. Para mí es talento. Es algo que he sido capaz de hacer desde pequeño. Cuando empecé a correr en karts competía en una pista cadete a 45 millas por hora. Había coches más potentes. Conducía en la recta y un kart me pasó como una flecha. Le sentí ahí y casi me da un ataque al corazón. Mi primera reacción fue ir a por él, tratar de adelantarle. Pero era imposible. Solo podía alcanzar a los cadetes. Definitivamente, ser tan competitivo es una cualidad que he tenido toda mi vida.

P. Martin Whitmarsh, director de McLaren, dijo tras su accidente en Monza que Hamilton era así, con virtudes y defectos, y que así había que aceptarle.

R. Es cierto. Yo no voy a cambiar. En mi vida, siempre recibí mucha protección de mi padre. Y la necesité porque, como todo el mundo, también fallo. Sin embargo, la cuestión no es tu error sino cómo eres capaz de salir de él.

P. Fue campeón en 2008, pero nada le salió bien el año pasado. ¿Qué lección aprendió?

R. Veo 2009 como un año importante en mi carrera. Es cierto que el coche no era el mejor y apenas podía ser competitivo. Fue difícil. Pero tuve que aprender a aceptar la derrota y a sentirme parte de un equipo. La escudería hacía lo que podía, pero las mejoras no llegaban. Todos formábamos parte del proyecto, de la lucha por encontrar soluciones. Aprendí mucho de mí mismo, de cómo puedo desprenderme de las malas sensaciones, de cómo ser un miembro del equipo muy activo. Creo que logré poner los fundamentos de una nueva estructura mental.

P. ¿Por qué ha prescindido de su padre como representante?

R. He crecido, sé donde quiero ir y llega un momento en el que debes volar solo. Tenía que hacerlo. Confío en mí mismo y en mis sensaciones y estaba a punto para tomar esta decisión. No me arrepiento de nada. Mi padre tiene más tiempo para él, para su compañera y para los pilotos a los que representa. Hizo lo más importante para mí: llevarme a la F-1.

P. ¿Qué piensa de sus rivales en este final de campeonato?

R. Es magnífico formar parte de esta batalla. Me encanta ser rival de pilotos que te exigen mucho. Webber conduce muy bien, pero comete errores como todo el mundo, como yo mismo. Fernando conduce excepcionalmente bien; Button, también. Vettel es muy bueno. Y todos somos apasionados, todos queremos ganar. Pero es imposible caminar siempre sobre la cuerda y no caerse alguna vez. Nuestro objetivo es estar bien preparados para no cometer errores y el del equipo, tener el mejor coche.

P. La experiencia que acumuló en 2007, cuando casi ganó el título, y en 2008, cuando lo consiguió, ¿va a ayudarle ahora?

R. Tal vez. Me siento una persona muy fuerte y eso es una consecuencia de todo lo que he vivido. Pero los demás también han tenido experiencias similares. Por tanto, eso no va a ser determinante.

P. ¿Cree que Alonso se ha vuelto un piloto más cerebral, menos explosivo que en 2007, cuando coincidieron en McLaren?

R. Conozco muy bien a mi compañero de equipo, pero a los demás les veo en la distancia. Para mí es el mismo piloto increíblemente rápido de siempre. No creo que desde que fuera doble campeón mundial haya perdido ninguna de sus cualidades. Seguro que es más maduro: se casó, es mayor y ha adquirido experiencia. Y eso afecta a su forma de conducir. Sigue siendo un deportista de primer nivel mundial.

P. ¿Su relación con Button?

R. Es fácil que las cosas vayan mal entre dos compañeros de equipo, y más aún si hay personas que lo fomentan. Comentarios sobre si uno es más rápido que el otro o si es mejor no ayudan. Para no caer en estas provocaciones, debes ser muy maduro. Dirigirte directamente a tu compañero y decirle: "Lo siento, me equivoqué, fue culpa mía". Los dos deben hacerlo. Nosotros no tenemos problemas. Siento un gran respeto por Jenson y él por mí. Queremos batirnos en el mismo coche. Pero cuando él gana, sé que formo parte de su victoria y viceversa porque ambos aportamos cosas que nos benefician a los dos. Somos simples, no somos maquiavélicos.

P. ¿Cómo le gustaría ser recordado?

R. Nunca lo pensé. Pero esta tarde, en la reunión de pilotos, miré a Jackie Stewart, un veterano campeón, a Michael Schumacher, siete veces campeón, a David Coulthard. No me puedo imaginar como ellos. Soy diferente. Aunque cuando él corría yo era un niño, me gustaría ser recordado como Ayrton Senna. No pretendo compararme a él. Pero la forma en que los seguidores le querían y su forma de comportarse y de conducir siempre me gustaron. Quiero que me vean como un piloto pasional, que corre con el corazón. Me motiva trabajar para convertirme en uno de los mejores pilotos de la historia. Eso me haría feliz.

P. ¿Hay alguna virtud que le gustaría tener de Webber, Vettel y Alonso?

R. No hay nada que envidie de Webber y de Vettel. Pero siempre he sido sincero sobre Alonso porque es uno de los mejores pilotos. Es increíblemente rápido, increíblemente talentoso. Lo que más admiro en él es su velocidad pura. Los demás no la tienen. En este sentido es un poco como Kimi Raikkonen. Otros deben trabajar mucho para ser tan rápidos como él.

P. ¿Aprendió algo de la multa que recibió en Australia por conducción temeraria en la calle?

R. Sin duda. Hay cosas que no debo hacer. Aunque tengo un poco más de control del coche que la mayoría de conductores, estamos todos expuestos a sufrir accidentes y por tanto no debemos tomar riesgos innecesarios

[en Melbourne hizo unos trompos en medio de una calle ante un grupo de aficionados]. No debe haber excepciones. Por tanto, merecí la sanción.