Unilever traslada su sede social desde Reino Unido a Holanda por el Brexit
El gigante anglo-holandés de la alimentación y productos del hogar es la tercera mayor firma británica
Unilever, la multinacional anglo-holandesa de la higiene y la alimentación, ha anunciado este jueves el traslado de su sede central a Róterdam. La compañía, de 130 años de antigüedad, mantenía abiertas dos oficinas generales en Reino Unido y Holanda, pero a partir de ahora, legalmente, será una sola empresa radicada en Holanda. Si bien Graeme Pitkethly, jefe financiero de Unilever, ha dicho "que el Brexit no tiene nada que ver", las difíciles negociaciones en torno al mismo han planeado sobre la decisión. Unilever es la tercera mayor firma británica, con un valor de mercado de 105.000 millones de libras (107.000 millones de euros), y el cambio supone un duro golpe para la primera ministra, Theresa May, porque Londres pierde fuerza como centro financiero.
La multinacional fabrica productos para el cuidado del hogar y personal, de alimentación y helados, y tiene marcas tan conocidas como Mimosín, Timotei, Rexona, Dove, Maizena, Marmite, Frigo, Flora, Knorr, Lipton, Ligeresa o Ben & Jerry´s. Los dos primeros se quedan en Londres, “con un presupuesto de 1.200 millones de euros”, según fuentes holandesas. El resto de las divisiones serán llevadas a Róterdam. El cambio refleja, a su vez, el hecho de que el 55% de las acciones del grupo estén ya registradas en Holanda, y que tengan mayor liquidez que las londinenses. De momento, Unilever se mantendrá en las Bolsas de Londres, Ámsterdam y Nueva York. El futuro de una parte de sus 7.500 empleados en Reino Unido, y 3.000 en Holanda -de una plantilla total de 169.000- no se ha hecho público.
El año pasado, el grupo estadounidense Kraft Heinz quiso adquirir la compañía, entonces aún anglo- holandesa, por casi 135.000 millones de euros, pero no lo logró. El hecho de que la legislación holandesa incluya cláusulas para proteger a las empresas de este tipo de ofertas ha favorecido también el traslado de las oficinas. Mark Rutte, primer ministro holandés, que trabajó para Unilever, no oculta sus planes para atraer compañías del extranjero.
Para mitigar el golpe, portavoces del Gobierno británico han hecho hincapié en la importancia de “mantener empleos bien remunerados y la actividad económica, más allá de gestos de esta clase”. Han señalado, asimismo, que se trata de una “reestructuración que venía de lejos y ajena al Brexit”. Del lado holandés, Unilever no ocultaba este jueves que “se radica solo en Holanda para protegerse mejor de intentos de compra”, según sus portavoces, desde las oficinas de la ciudad portuaria. “La junta directiva cree que este cambio y la simplificación que supone para nuestra estructura corporativa, contribuirá a hacerla más ágil y flexible”, ha dicho Marijn Dekkers, su presidente.
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