Los hermanos Torres triunfan con su revisión de la cocina de siempre
Los gemelos, con dos estrellas Michelin, presentan su segundo libro de recetas con más de 100 platos que llevan a la práctica en su programa de televisión
“Siempre hay un buen motivo para cocinar”. Esta es su filosofía de trabajo, de vida y del día a día porque los hermanos Sergio y Javier Torres (Barcelona, 1970) se pasan más de 15 horas diarias entre los fogones. Primero en el plató de TVE donde graban su programa Torres en la cocina y después en su restaurante Dos Cielos de Barcelona, por el que acaban de recibir su segunda estrella Michelin. Ahora hacen una pequeña parada en su otro Dos Cielos, el que abrieron en Madrid a principios de año, para presentar su segundo libro de recetas que lleva el mismo nombre que su show en televisión. “Cocinar es la mejor terapia. Sirve para celebrar, desconectar, crear, sorprender y desahogarte”, aseguran los gemelos cuya conexión es tan grande que se acaban las frases el uno al otro.
Torres en la cocina (Plaza & Janés) recoge las mejores recetas de su programa de televisión, que el pasado lunes celebró su emisión número 500, y en las que no puede faltar el "toque Torres", sello que los hermanos han destacado en la propia guía. Canelones de pato, albóndigas de sepia y gambas, arroz de codornices y setas o crema quemada de melocotón son algunas de sus propuestas para "disfrutar en la cocina y hacer disfrutar en la mesa". “Son los platos de siempre reversionados por nosotros. Es una visión más contemporánea y fresca sin dejar de lado los clásicos”, explican. Además de recuperar los platos de la tradición española, el recetario incluye otros apartados como Comer en familia cuyo objetivo es "compartir comidas y momentos”; El abrazo del invierno que reivindica el plato de cuchara “como sinónimo de hogar”; o Cocinar es una fiesta.
La curiosidad por la cocina se despertó en ellos a los ocho años inculcada por su abuela Catalina –quien se ganó un plato con su nombre Los canelones de la abuela Catalina en el primer recetario de los hermanos–, y con quien de niños recorrían todos los mercados de la ciudad. Hoy, explican, los mercados siguen siendo parada obligada en cada viaje que realizan juntos, como todo lo que hacen.
Por ello, con este nuevo libro los chefs buscan plasmar en el plato los recuerdos, los sabores y los olores de la infancia. “Es una manera de recuperar el placer de cocinar en casa de manera fácil”, dice Sergio, que insiste en la importancia de comer saludable porque “somos lo que comemos”. “En una época de prisas en la que parece que todo vale no hay excusas para no comer bien”.
¡🇦️🇵️🇦️🇬️🇦️🇳️🇩️🇴️-🇫️🇴️🇬️🇴️🇳️🇪️🇸️desde Linares!
— Torres en la Cocina (@torrescocinatve) November 27, 2017
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Los cocineros, que se definen como "anticomida industrial", explican la necesidad de comer “cosas que se pudran y tengan fecha de caducidad” y resaltan la figura del productor en toda la cadena gastronómica. “Alguien que lleva 40 años trabajando con un producto es quien mejor lo conoce”, aseguran quienes no dudan en acompañar a los expertos en un barco para obtener el mejor pescado o recoger la verdura de la propia huerta.
Además de gastronomía, los hermanos Torres no han dudado en hablar de un tema polémico como fue en su día los stagiares –los becarios de la cocina–, que comparten la misma opinión que en su día tuvo el chef tres estrellas Michelin Jordi Cruz. “Stagiares ha habido toda la vida. Nosotros tuvimos la oportunidad de ir a las mejores cocinas del mundo por ser stagiare. Fue una inversión”, explican no sin antes matizar que “hay que cuidarlos como al resto del equipo, mantener sus horarios y, sobre todo, que aprendan”.
Aunque ambos consideran que la política y la cocina no van de la mano, como catalanes que son también tienen palabras para la situación política actual. "Yo no creo en ningún tipo de independentismo", afirma tajante Sergio. “Cataluña tiene su memoria particular, igual que Madrid o Sevilla”, añade quien reside en Barcelona, pero se ha formado en los mejores restaurantes de todo el mundo.
Precisamente en su ciudad natal preparan ahora un nuevo proyecto nacido de sus sueños y sus propios ahorros que abrirá las puertas la próxima primavera. Los hermanos Torres han reconvertido una nave industrial de Les Corts en “su proyecto gastronómico más personal” que, además de restaurante, acogerá un aula de formación.
Un nuevo espacio donde los hermanos Torres elevarán a la máxima potencia una vocación cultivada en restaurantes de la talla de Akelarre, El Racó de Can Fabes, Alain Ducasse o Philippe Rochat y que, de seguir los pasos de sus anteriores restaurantes, el éxito seguro está garantizado.
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