"Si en la oficina la temperatura no alcanza los 22 ºC o se sitúa por encima de los 26 ºC, será muy complicado mantener la concentración y, en consecuencia, el rendimiento. Por otro lado, en casa, tener la temperatura por debajo de los 22 ºC aumenta el riesgo de resfriados, además de generar problemas para conciliar el sueño si lo ponemos para dormir por la noche", afirma la neumóloga Carmen Diego, coordinadora del área de Medio Ambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. La experta añade que estos aparatos, si están bien diseñados, no perturban la salud, como popularmente se cree. Y Manual J. Ruiz Polaina, del Hospital Sanitas La Moraleja (Madrid), descubre un matiz: "Recibir el canal de aire frío directamente en la cabeza, hombros o espalda, favorece la aparición de dolores de cabeza y contracturas musculares".