Los jóvenes agricultores crean un consejo para hacer oír su voz y fomentar su presencia en la ONU
El grupo de trabajo pretende ser un recurso consultivo y proactivo entre los organismos internacionales que trabajan en el ámbito de la alimentación y el desarrollo rural
Que el trabajo en el campo y en zonas rurales debe ser sexi para los jóvenes se repite como un mantra entre los organismos de la ONU que actúan en los ámbitos de la agricultura y la alimentación. Implicar a la juventud es un objetivo transversal que aparece en casi todos los documentos, informes, recomendaciones, estrategias, planes, programas, ayudas, discursos y declaraciones de estas agencias. Pero al aprobar las decisiones se priorizan las canas, ellos apenas están. Así, para hacerse presentes en estos estamentos, ofrecerse como un “recurso valioso y consultivo, y promover innovaciones prácticas y políticas”, un grupo de organizaciones ha lanzado estos días en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma el Consejo Juvenil para las llamadas Rome Based Agencies (RBA), las agencias de Naciones Unidas situadas en la ciudad italiana, es decir, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y la FAO.
El panorama al que se enfrentan pasa por la incertidumbre de las cosechas y las inversiones a causa del cambio climático, los conflictos o la inestabilidad política, las migraciones del campo a la ciudad, las dificultades de acceso a las tierras, la competencia de las multinacionales o la ausencia de apoyos estatales... “Nunca ha sido tan importante que estemos unidos. Si miramos los desafíos que tenemos hoy como agricultores, tenemos unos retos sin precedentes. Se prevé una alimentación creciente pero a la vez tenemos que reducir la huella de carbono. No será fácil de resolver, dependerá de cómo abordemos cuestiones como la tecnología, el desperdicio de comida, la distribución en algunos lugares del mundo...”, ha planteado Kevin Moran, granjero irlandés, miembro de la ONG Nuffield International, ya implicado en este consejo que en su fase incipiente cuenta con 50 personas de cinco continentes.
En el documento fundacional se recoge que la seguridad alimentaria y la buena nutrición no podrán alcanzarse “sin contrataciones, compromiso y retención de la juventud”. “El papel esencial del Consejo es facilitar las aportaciones de los jóvenes en el trabajo de las RBA. Se enfocará en apoyar y asesorar programas y proyectos vinculados con las tres agencias”, se lee en el texto. Este describe también que se incluirá una herramienta para medir el impacto de su acción.
"Hace tiempo que hacía falta una iniciativa así, queremos participar. Por fin los jóvenes pueden salir a la luz y acabar con los mitos de que somos nosotros contra los mayores, no. Esto es un sistema para abordar cuestiones intergeneracionales”, ha destacado la keniana Amanda Namayi, de la red Climate Smart Agriculture Network. La mujer ha recordado que la revolución francesa estalló en parte por la falta de alimentos, que la actual de Sudán está liderada por los jóvenes y que la estabilidad política es uno de los elementos clave para el desarrollo. ”A veces la agricultura se considera como el último recurso, pero los jóvenes en el sector son excepcionales y su aportación también. La agricultura es algo excepcional”, ha señalado esta joven, y ha mencionado también que sus coetáneos kenianos se han movilizado “para captar la atención de los legisladores” y que redacten normativas que les incluyan.
Entre las propuestas mencionadas durante el lanzamiento del Consejo Juvenil durante la 41ª Sesión de la Conferencia de la FAO, los protagonistas han comentado también la importancia de fomentar los programas de monitoreo hacia otros jóvenes y ampliar el concepto y las funciones implicadas en la agricultura. “Hay que ampliar la imaginación con respecto a los sistemas alimentarios. También se requieren expertos redes sociales, escritores, redactores de políticas… Si se expande la definición de la agricultura, habrá sido un éxito”, ha mencionado April Dodd, coordinadora regional de acuerdos de la empresa Emerging Ac. “La función fundamental del consejo es aportar datos y transmitir nuestra voz desde el terreno en materia de programas, políticas y analíticas de datos que nos den información sobre lo que se necesita… Este Consejo promociona este plano. No solo para que seamos líderes del futuro, también líderes del presente”, ha destacado el filipino Jim Cano, del movimiento Young Proffesionals for Agricultural Development (Ypard), que ha criticado que hasta ahora la agricultura haya funcionado en compartimentos estancos.
En el evento han participado también representantes de los sectores de juventud de las RBA, que mencionaron los proyectos sobre formación, alianzas o empleo que ya poseen. “Habría que conseguir que todas las delegaciones cuenten con uno o dos jóvenes. Ya se ha hecho en Nueva York y queremos que se haga en Roma. Hay que retar a los jefes”, ha instado Hans Hoogeven, embajador y representante permanente de los Países Bajos ante las organizaciones de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura con sede en Roma, que ha organizado el evento.
Hoogeven ya pidió la creación de este consejo en noviembre de 2018, durante el primer simposio internacional sobre innovación agrícola en favor de los agricultores familiares en la sede de la FAO en Roma. "Estoy entusiasmado con la juventud que da soluciones concretas. Se les debería de dar voz en cada consejo, no en un evento especial separado", dijo en ese encuentro. Seis meses después, la iniciativa abre los primeros surcos.
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