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Qué hacer en una primera visita a Siena, la ciudad medieval por excelencia

Esta localidad toscana deja al descubierto su carácter a través de sus imponentes construcciones medievales, sus animadas plazas, los tesoros de sus museos y el delicioso vino de la región

Vista aérea de la Piazza del Campo del Siena (Italia)
Vista aérea de la Piazza del Campo del Siena (Italia).Susana Guzman (Alamy / CORDON PRESS)
Mariel Galán

Una escapada de un día es suficiente para que Siena se convierta en una ciudad cautivadora para los apasionados de la cultura y los amantes del buen vino. Enclavada en el corazón de la Toscana, unos 80 kilómetros al sur de Florencia y al este de las colinas Metalíferas, fue descrita por la Unesco como “una obra maestra de la dedicación y la inventiva en la que los edificios fueron diseñados para encajar en la estructura urbana”.

Sus primeros registros históricos se remontan a su ocupación por los etruscos (900 a.C a 400 a.C). Este pueblo se asentó en las colinas de la Toscana y le dio un giro evolutivo a la región por el uso de la irrigación que convertía a las tierras en cultivables. Años más tarde, los etruscos fueron derrotados por los romanos, quienes tenían técnicas militares superiores. La fundación de la ciudad liderada por los romanos en la época del emperador Augusto dio paso a su mayor esplendor en el Medievo, cuando llegó a ser la República de Siena.

Las primeras horas de la mañana

Sacarle provecho a Siena en unas horas es viable, porque este es un destino pequeño e ideal para caminar. Para llegar hay dos opciones: trasladarse en tren saliendo desde alguna ciudad de Italia o alquilar un coche para aprovechar y recorrer también la Toscana por carretera. En mi caso, me hospedé en Florencia y desde esta ciudad partí en un tren de la estación Santa Maria Novella. Los boletos se compran directamente en las máquinas de la estación o con anticipación en la web de TrenItalia, y tienen un costo aproximado de 10 euros. En poco más de una hora, se llega a Siena.

Piazza del Campo

El recorrido se inicia en la emblemática Piazza del Campo, ubicada en el corazón del centro histórico y considerada el icono de la ciudad. Su belleza estética se debe a su particular diseño en forma de concha, a su amplitud y a los edificios históricos que la custodian: el Palacio Comunal, la Fuente Gaia (una obra maestra renacentista) y la Torre del Mangia, que salta a la vista por sus 88 metros de altura. Esta plaza también tiene gran relevancia por ser escenario del Palio, una carrera de caballos de origen medieval y uno de los eventos más famosos de Italia. Se celebra dos veces al año: el 2 de julio (en honor a la virgen de Provenzano) y el 16 de agosto (en honor a la virgen de la Asunción).

Mariel Galán en la Piazza del Campo de Siena.
Mariel Galán en la Piazza del Campo de Siena.Montserrat Castillo

El Museo Cívico de Siena

Este museo es una sorpresa por su amplia colección de arte profano del siglo XIV, principalmente frescos y esculturas. Mi primera recomendación es subir a la Loggia de los Nueve, una terraza panorámica con vista a las montañas y techos de teja que tapizan la ciudad. En la Sala del Mappamondo se admiran dos obras de Simone Martini: Guidoriccio da Fogliano al asedio de Montemassi y la Maestà, una de las obras más importantes del siglo XIV que representa a la Madonna con el Niño rodeado de ángeles y santos. También destacan la Balia y la del Concistoro.

El fresco 'Maestà', obra de Simone Martini, en la Sala del Mappamondo.
El fresco 'Maestà', obra de Simone Martini, en la Sala del Mappamondo.Juergen Ritterbach (Alamy / CORDON PRESS)

Un paseo por el corazón de la ciudad

Pisar este histórico destino es entender lo que es un verdadero legado arquitectónico de la Edad Media. Tanto así que la Unesco incluyó, en 1995, a su centro histórico en la lista de patrimonio mundial por considerarlo “la encarnación de la ciudad medieval por excelencia”. Sus calles interconectadas y adoquinadas están rodeadas por murallas intactas construidas entre los siglos XIV y XVI. Caminar tranquilamente entre sus estrechas vías es uno de los primeros impulsos del día. Entrar a tiendas y talleres artesanales en los que trabajan ceramistas, peleteros y escultores es un acercamiento genuino a la herencia artística de los sieneses.

Los fáciles accesos del centro conducen hasta la Piazza Salimbeni, situada en el casco antiguo y rodeada por edificios históricos como el Palazzo Salimbeni. El trayecto continúa por la basílica de Santo Domingo, ubicada a 800 metros de distancia. Este recinto religioso fue edificado en el siglo XIII y es de estilo gótico; en su interior resaltan los frescos de la vida de Santa Catalina.

La Piazza Salimbeni de la ciudad toscana.
La Piazza Salimbeni de la ciudad toscana.GETTY IMAGES

Hora del almuerzo

La gastronomía sienesa es tan rica como reconfortante por sus recetas milenarias. Sus platillos tienen una fuerte herencia medieval, renacentista y de campo. Su cocina está compuesta por carnes, productos lácteos, hortalizas, legumbres, pan y diversos productos locales. Algo de lo más típico son los pici, una pasta hecha a mano que son como unos espaguetis grandes y gruesos.

Para comer un aperitivo entra a La Prosciutteria, un sitio que tiene como especialidad las tablas de prosciutto, quesos y embutidos. Además de sus panes, fondues y carpachos, que se degustan con sus variadas opciones de vinos. Otra increíble opción es la Osteria II Vinaio, una taberna tradicional en donde probé la ribollita, una tradicional sopa de origen humilde, famosa por ser uno de los platillos típicos de la Toscana. Está hecha a base de pan duro, verduras y legumbres. Me gustó por su sabor mediterráneo y su alto contenido vegetal. También ofrecen pan artesanal hecho al horno de leña, embutidos, pescados y una gran selección de vinos. Muchos de sus productos e ingredientes culinarios son caseros, frescos y de gran calidad. Ambos sitios están en pleno centro, a unas cuadras de la Piazza del Campo.

Una tarde en el Duomo

Si tuviera que elegir entre mis recintos religiosos preferidos del mundo, señalaría a la catedral de Siena. El Duomo fue construido entre 1215 y 1263 en honor a Nuestra Señora de la Asunción. Impresiona su diseño de estilo románico-gótico y gótico florentino, del que destacan enormes columnas con bandas alternas de mármoles blancos y oscuros. Su belleza también se refleja en el pavimento: suelos de mármol diseñados por maestros renacentistas y adornados detalladamente con paneles que representan episodios bíblicos. El interior guarda joyas artísticas como estatuas de Miguel Ángel, Donatello y extraordinarios vitrales.

Un enorme mosaico de mármol cubre el suelo de la catedral de Siena.
Un enorme mosaico de mármol cubre el suelo de la catedral de Siena.Francesco Bonino (Alamy / CORDON PRESS)

Uno de sus rincones más valorados es la Biblioteca Piccolomini. Su decoración con frescos de Pinturicchio que lucen en las paredes y techos deja perplejo a cualquiera. En este enigmático recinto se preserva el rico patrimonio de libros coleccionados por el papa Pío II.

El complejo monumental de la catedral de Siena también abarca el Baptisterio de San Giovanni, la cripta, el mirador del Panorama de Facciatone y el Museo dell’Opera Metropolitana. Para asegurar tu entrada y obtener un mejor precio, una opción práctica es comprar la tarjeta OPA Si Pass que incluye todos los accesos. Este pase se adquiere en la taquilla de la catedral o de forma anticipada online, y tiene un precio aproximado de 19 euros.

Recorrer la catedral te llevará gran parte de la tarde, así que si las horas alcanzan después, vale la pena entrar al Museo Santa Maria della Scala, ubicado enfrente del Duomo. Este antiguo hospital hoy es un complejo museístico que atesora parte de la historia de Siena. Sus visitantes admiran obras de arte como la Sacristía Vieja pintada al fresco y la impactante Sala de la Peregrinación, con frescos del siglo XV. En este recinto también se encuentran la Corticella, dominada por el granero medieval, el Tesoro de Santa María della Scala y laberintos excavados en arenisca que albergan el Museo Arqueológico Nacional.

Una de las esculturas expuestas en el Museo Santa Maria della Scala, en Siena.
Una de las esculturas expuestas en el Museo Santa Maria della Scala, en Siena.MARIEL GALÁN

Para cerrar la noche con broche de oro, una gran idea es seguir degustando los vinos de la región. El prestigio de sus etiquetas se debe a las zonas en las que se producen: Brunello di Montalcino o el Chianti, áreas vitivinícolas ubicadas en las colinas de Siena que producen vinos excepcionales. Elegí la Vineria Tirabusciò, un sitio modesto, pero con una amplia carta de vinos y a buenos precios. ¡Salud por Siena!

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Sobre la firma

Mariel Galán
Mariel Galán es creadora del canal de YouTube 'Mariel de Viaje' y del blog marieldeviaje.com. A través de sus vídeos y reportajes da consejos útiles para afrontar un viaje e invita a la gente a recorrer el mundo.
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