El PP sopesa adelantar a junio las elecciones andaluzas ante el desgaste del Gobierno de Sánchez
Moreno Bonilla sigue prefiriendo otoño para la votación, pero la situación económica y el liderazgo de Feijóo cambian las tornas
La elección de Alberto Núñez Feijóo como presidente nacional del PP y la difícil situación económica por la alta inflación, que ha desencadenado un fuerte malestar social, han abierto una nueva ventana de oportunidad para adelantar las elecciones andaluzas, con la que hasta ahora Juan Manuel Moreno Bonilla no contaba. El presidente de Andalucía preferiría ir a elecciones en otoño, pero el cambio al frente del partido y el desgaste del Gobierno de Pedro Sánchez por las subidas de precios le animan a sopesar seriamente un adelanto electoral para junio, señalan fuentes próximas al presidente andaluz.
Moreno Bonilla sopesa si convocar elecciones antes de verano buscando que Sánchez reciba un castigo por la situación económica, y confiado en que el nuevo liderazgo de Feijóo le suponga un plus frente al de Pablo Casado. El presidente de Andalucía no ha tomado todavía la decisión y sigue teniendo como primera opción que las elecciones se celebren en otoño, pero ahora maneja nuevos argumentos de peso para que los andaluces voten antes del verano.
En primer lugar, el giro en la situación económica por las consecuencias de la guerra de Ucrania. Cuando las previsiones para este año apuntaban a una mejora de la economía, el conflicto bélico con Rusia ha provocado una crisis por el auge de los precios de la energía y ha desbocado la inflación, que se acerca a los dos dígitos.
En el PP creen que si las elecciones andaluzas son las primeras que se celebran en este contexto de malestar social por la situación económica, Pedro Sánchez —y por ende, el PSOE andaluz— puede recibir un castigo en las urnas. Ese es un argumento poderoso para un adelanto, pero también el nuevo liderazgo de Feijóo funciona como incentivo para ir a las urnas, en opinión del partido en Andalucía. El PP andaluz considera que el barón gallego “mejora la marca” y además “sintoniza mejor con la línea política del Gobierno andaluz” que Casado.
En el congreso del PP celebrado el fin de semana, Feijóo y Moreno Bonilla lanzaron mensajes similares sobre un PP centrado y moderado que apela a una mayoría social y no solo a los votantes de derechas. El equipo del nuevo presidente reconoce que hay que esperar por lo menos 15 días para que las encuestas reflejen de verdad cómo recibe el electorado al nuevo jefe de filas de los conservadores, después de que pase la “espuma” del congreso. La cúpula y el PP andaluz harán encuestas internas en esas fechas para analizar los distintos escenarios.
La Junta considera, en todo caso, que la legislatura termina de facto en julio, porque se acaba el periodo de sesiones, así que ir a las urnas en junio sería como un adelanto técnico, defienden las fuentes consultadas. Además, a Moreno Bonilla le pesa mucho su situación parlamentaria porque Vox, del que depende externamente su Ejecutivo de coalición con Ciudadanos, quiere forzar las elecciones y le apoya unas veces sí y otras no. Ese acoso de la extrema derecha es determinante también para que el presidente andaluz mueva ficha. Cuanto más apriete Vox, más se acercan las urnas.
En el otro lado de la balanza, el PP valora que si el verano es bueno en términos de turismo y empleo, ir a votar a principios de octubre, a la vuelta de vacaciones, puede mejorar su marca. Moreno Bonilla todavía no ha tomado una decisión, pero no puede tardar mucho en hacerlo. Si quiere adelantar a junio, tiene que convocar las elecciones a lo largo del mes de abril, ya que los plazos legales dictan que desde que se disuelve la Cámara hasta que se celebran las elecciones deben transcurrir 54 días.
La decisión será del presidente andaluz y no de Feijóo, pero nadie duda en el PP de que los dos dirigentes, a los que les une una amistad y una alianza estratégica, están coordinados. Para Feijóo, las elecciones andaluzas suponen su primera prueba de fuego y no puede permitirse que la izquierda recupere el poder en la comunidad más poblada de España.
El nuevo líder del PP ha concedido al partido en Andalucía, también por ese motivo, una fuerte presencia en la dirección. En el núcleo duro de Feijóo se sientan desde este lunes dos miembros clave del Gobierno andaluz: el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, como coordinador general del PP; y el consejero de Hacienda, Juan Bravo, como vicesecretario de Economía. Al incorporarlos a su dirección, Feijóo los sitúa en el escaparate nacional y les da proyección ante la cita con las urnas.
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