Graban y difunden imágenes íntimas del principal testigo en la causa por torturas contra el hijo de Obiang
La televisión pública de Guinea Ecuatorial emite una grabación con cámara oculta del dirigente de la oposición al dictador con una mujer en un hotel en París
Juan Carlos Ondo, expresidente de la Corte Suprema de Guinea Ecuatorial y principal dirigente de la oposición a Teodoro Obiang en el exilio, ha sido víctima de una operación de espionaje que culminó con la colocación de una cámara oculta en la habitación de un céntrico hotel de París que ocupó en compañía de una mujer. Las imágenes privadas del exjuez guineano han sido distribuidas a través de la cuenta personal en X (antes Twitter) de Teodorín Nguema Obiang, hijo del dictador, y en los informativos de la televisión pública de la antigua colonia española. En enero de 2023, Ondo confesó a EL PAÍS que temía por su vida durante una entrevista en la capital francesa. Ahora, atribuye sin titubear la violación de su intimidad al Gobierno del autócrata.
La divulgación de las imágenes íntimas del exmagistrado, de 55 años de edad, casado y padre de cinco hijos, coincide con su petición para volver a declarar ante el juez de la Audiencia Nacional española Santiago Pedraz, que instruye una querella contra Carmelo Ovono Obiang, otro hijo del presidente, por el secuestro, torturas y desaparición de cuatro opositores ecuatoguineanos, dos con nacionalidad española, uno de los cuales falleció en enero de 2023 en circunstancias no aclaradas. Juan Carlos Ondo es el principal testigo en la causa que Pedraz intentó sin éxito ceder a las autoridades de Guinea Ecuatorial y que la Sala de lo Penal le ha ordenado que continué instruyendo y abra un procedimiento ordinario (sumario).
La grabación tuvo lugar en agosto en una habitación del hotel Hyatt Regency Paris Étoile, en el centro de la capital francesa, donde Ondo se había reunido con un grupo de amistades. El expresidente de la Corte Suprema (2015-2018) reside en París desde que en 2021 tuvo que abandonar Guinea Ecuatorial después de que 15 hombres armados, cubiertos con pasamontañas y a bordo de coches sin matrícula, se presentaran en su domicilio en Malabo, la capital ecuatoguineana, y pidieran que los acompañara. Fue rescatado por el entonces embajador de España, Guillermo López Mac-Lellan, y por los de Francia y Estados Unidos, que se solidarizaron con él entrando en su vivienda, lo escondieron durante semanas en la casa de un diplomático y lo ayudaron a fugarse del país. Días antes le habían advertido de que existía un plan para matarlo.
Ondo es doctor en Derecho por la universidad francesa de Saint-Étienne, hasta su reciente elección como dirigente de la oposición en el exilio no ha militado en ningún partido y es hijo de Purificación Angue Ondo, embajadora de Guinea Ecuatorial en España desde 2012 a 2020. Su cese se produjo cuando criticó la muerte por torturas de un magistrado en una comisaría de Malabo.
Advertencia policial
Juan Carlos Ondo dirige su acusación a Teodorín Nguema Obiang, vicepresidente, y afirma que la habitación la alquiló al camerunés Pierre Ngo Matip, al que hace también responsable. “Ha sido una operación dirigida por Teodorín, no tengo ninguna duda. Me he convertido en el enemigo a batir y pretenden desacreditarme y dañar mi imagen. La policía francesa me ha advertido de que este puede ser un paso previo a la eliminación física. Van a reforzar mi protección. Tienen en su poder esas imágenes desde mediados del pasado mes de agosto y difundirlas ahora no es casual. Soy un testigo importante en la causa por secuestro y torturas que se instruye en España en la Audiencia Nacional y acabo de pedir apoyo a las cancillerías occidentales para conseguir que haya una transición política pactada en nuestro país”, señala en conversación telefónica. “El Gobierno está acumulando armas y nuevos mercenarios, han traído serbios y viajado a Rusia para que les apoye la gente de Wagner (el grupo de mercenarios que apoya al ejército ruso)”, añade.
Juan Carlos Ondo fue espiado recientemente en Madrid durante la presentación de Nexos-GE, la nueva plataforma de oposición en el exilio al dictador africano reunida en un acto celebrado el 21 de octubre en el Club de los Amigos de la Unesco, en el número 20 de la calle de San Bernardo de Madrid. Varias personas con vaporizadores y pinganillos grabaron a los asistentes al acto y se enfrentaron a uno de ellos dándose a la fuga. Los afectados presentaron una denuncia. El acto, de marcado cariz político, era importante porque los cinco principales grupos que combaten al autócrata anunciaban su unión bajo la presidencia del expresidente de la Corte Suprema. En esas mismas fechas, el coche de Ondo fue abierto sin forzarlo y se simuló un robo.
El espionaje a los dirigentes de la oposición en el exilio no es nuevo. El Gobierno de Guinea Ecuatorial contrató a 15 despachos de detectives privados en Madrid para espiar a los miembros de la oposición que un año después fueron secuestrados y torturados, según un informe confidencial de la Comisaría General de Información de la Policía que desveló este diario. La investigación policial ha identificado a Filemón Ndong Molo, actual director general de Seguridad Presidencial, como la persona que hizo el encargo a una agencia de detectives de Pozuelo de Alarcón (Madrid) y abonó 35.000 euros de adelanto en billetes de 500 euros. Los seguimientos comenzaron en mayo de 2018 y duraron hasta octubre de ese año.
Los detectives hicieron labores de localización, vigilancia, seguimiento y grabación de Martín Obiang Ondo Mbasogo, Bienvenido Ndong Ondo, y Rubén Clemente Nguema Engonga Avomo, residentes en Madrid. La Policía ha acreditado que filmaron sus reuniones con opositores que viajaron desde otras ciudades y países europeos. Un año después de estos seguimientos, los dos primeros fueron engañados para viajar a Sudán del Sur, secuestrados, trasladados a una prisión guineana, torturados, juzgados y condenados a 90 años de prisión por un supuesto golpe de Estado.
Investigacion@elpais.es
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