El malestar de patronales y sindicatos fuerza a Torra a pactar el plan de reactivación

El Govern negocia con Foment del Treball, Pimec, CC OO y UGT el plan de reactivación post-covid que debían elaborar sus consejerías a través de la Coreco. El intento de concertación social es una cesión ante el malestar por la falta de diálogo expresado por los agentes sociales. El Ejecutivo de Quim Torra mantiene su objetivo de tener el documento a finales de este mes de julio, pero patronales y sindicatos ya han alertado de que no firmarán documentos que sean inconcretos en las medidas y sin partidas presupuestarias para los objetivos expuestos.

Tanto CC OO como UGT se han quejado agriamente de que el Gobierno catalán está obviando el marco de diálogo que sí ha mantenido abierto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El presidente de Pimec, Josep González, mantuvo una dura intervención por la falta de atención a las demandas de los agentes sociales durante el encuentro que la Coreco (Comisión para la Elaboración del Plan para la Reactivación Económica). Foment ha mantenido una posición similar.

El Ejecutivo catalán tomó nota y propuso la pasada semana a patronales y sindicatos que participaran en la elaboración del plan, a través de la Mesa del Diálogo Social, bajo el liderazgo del Departamento de Trabajo y Asuntos Sociales, que ayer por la tarde mantuvo una reunión. Su calendario para tener listo el plan de reactivación no ha sufrido variaciones: prevé finalizarlo a finales de este mes de julio pese al concurso de nuevos actores e, incluso, ya ha remitido una primera propuesta de líneas a sus nuevos interlocutores. Pero en las sedes patronales y sindicatos se teme que el plazo previsto sea excesivamente breve y que el documento se quede en pretensiones epidérmicas para un golpe económico que todos los estamentos prevén duro.

“El próximo otoño va a ser complicado y a partir del 30 de septiembre la mayoría de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) van a concluir y veremos cómo responden las empresas”, señala el secretario general de CC OO, Javier Pacheco. Sobre las propuestas del Govern, avisa: “Si no bajan a políticas concretas y con partidas económicas nosotros no vamos a firmar”. Su homólogo en UGT, Camil Ros, critica que, por el momento, “el documento es muy genérico. Queremos compromisos concretos que se trabajen más allá de las próximas elecciones”.

“Tenemos que trabajar juntos en una solución, es el momento de poner propuestas sobre la mesa”, señaló el secretario general de Pimec, Antoni Cañete, que reclama también medidas concretas dirigidas a potenciar el sector productivo.

Los representantes de sindicatos y patronales temen que el Gobierno pueda darle a los recursos para luchar contra la pandemia un uso adicional: el de mostrar acciones que permitan a ERC y a Junts per Catalunya sacar pecho ante la próximas elecciones autonómicas. No gusta, por ejemplo, que los primeros recursos llegados del Fondo Covid, 1.230 millones de euros, se hayan inyectado en los Presupuestos de la Generalitat directamente al fondo de contingencia, sin establecer programas concretos de actuación, si bien el Departamento de Economía y Hacienda arguye que son recursos para sufragar gastos ya realizados.

El vicepresidente económico, Pere Aragonès, se comprometió a pactar con los partidos de la oposición la reelaboración de las cuentas públicas cuando aprobó las de este año, propuesta que no llegó a concretar. Ahora asegura que está dispuesto a escuchar las propuestas que le hagan llegar los diferentes partidos de la oposición. El hecho de que ya esté negociando partidas con los agentes sociales apunta a que, si lo acaba haciendo, no dejará excesivo margen para cambiar partidas de gasto. Además, algunos departamentos, como el de Industria, reclaman con urgencia recursos para afrontar al mazazo de la covid sobre la industria y el turismo.