Junts propone la creación de una Agencia de Inmigración catalana con capacidad para fijar cuotas y requisitos

Junts per Catalunya ha empezado a concretar el contenido de los temas que pondrá a debate en su congreso político, que tiene previsto celebrar en Calella (Barcelona) el último fin de semana de octubre. La ejecutiva de la formación ha aprobado este lunes las tres ponencias que tienen que servir de guion de la convocatoria. Los planes se estructuran sobre estrategia y acción política; modelo de país y organización; y funcionamiento del partido. El partido de Puigdemont levanta las exigencias de veteranía para poder incorporar a no militantes en la dirección, y propone una línea política con reminiscencias a Convergència: rebaja de impuestos, más recursos policiales, protección de la propiedad inmobiliaria y medidas antiocupación y un mayor control de la inmigración a través de una agencia catalana que fije cuotas y requisitos.

Junts confía en que el acuerdo que cerró con el Gobierno para transferir a la Generalitat las competencias sobre inmigración sirva de punto de apoyo para la creación de una agencia catalana con poderes para controlar y gestionar los flujos de personas migrantes en Cataluña. Se trata de una propuesta, a imagen y semejanza de lo que se pretende lograr con el modelo de financiación: la singularidad catalana. “Es la agencia que hará de ventanilla única”, mantienen fuentes del partido. El objetivo es convertirla en una herramienta bisagra para negociar con el Gobierno y para dar soluciones a los ayuntamientos. “No hay derechos sin deberes”, mantienen desde la organización. El partido rescata unos datos del INE que revelan que Cataluña tiene un 22,4% de población nacida en el extranjero, mientras que la media española es del 14%. “La realidad catalana es distinta”, sostiene la dirección de Junts.

En el congreso de Calella también se pondrá sobre la mesa la necesidad de una rebaja fiscal, con la supresión del impuesto de sucesiones. Otro tema es cómo canaliza el partido las alianzas que pueda sellar con otras fuerzas. Fuentes de JxCat descartan que el acuerdo suscrito el año pasado con el PSOE para investir a Pedro Sánchez vaya a ser sometido ahora a un escrutinio de la militancia, y se deja en manos del Consell Nacional, el máximo órgano de dirección, ratificar los pactos que se puedan alcanzar en el Parlament o en el Congreso de los Diputados.

A raíz del acuerdo de Esquerra con el PSC para investir a Salvador Illa, Junts quiere ser “el gran partido de referencia del independentismo” y apuesta por ampliar su espectro y ser un espacio donde “se pueda sentir identificado” cualquiera que tenga inquietudes separatistas. Para incorporar nuevas caras, en el próximo congreso se abre la posibilidad de que se presenten a cargos ejecutivos personas que ni tan siquiera son militantes del partido.

La modificación reglamentaria tiene que dejar la puerta abierta al fichaje de perfiles transversales, desde el expresident Artur Mas a figuras menos institucionales pero con más tirón entre el sector más radical del independentismo. La “apertura” encaja con la iniciativa que defendió Carles Puigdemont a la hora de confeccionar la lista para las últimas elecciones, cuando relegó a nombres de peso en el partido para dejar paso a candidatos independientes que, según sus cálculos, podían arrastrar votos.

Hasta ahora, para poder optar a cargos de responsabilidad en el partido -ya sea la ejecutiva o cabezas de lista en municipios- eran necesarios seis meses de antigüedad como militante; con esta nueva propuesta, se podrá dar la circunstancia de que algunos de los candidatos a la ejecutiva no podrán participar en la votación al no militar en el partido. El partido es consciente que el reproche que más repiten las bases independentistas es que se han antepuesto sus intereses a la “unidad” que se tejió en los días más intensos del procés. En su ponencia, Junts dice tener el propósito de “rehacer la unidad independentista” desde su liderazgo. El texto del documento señala la voluntad de “rehacer puentes y rebajar las hostilidades” con ERC después de su voto a favor de la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat.