Ayuso quiere abrir Madrid, pero el confinamiento le sale rentable
La presidenta dice que las libertades están salvando a la economía madrileña, pero la Comunidad se está beneficiando de un auge del consumo gracias a que los madrileños no pueden viajar
Los defensores de la presidenta Isabel Díaz Ayuso están resaltando los frutos de su apuesta por mantener un equilibrio entre la economía y la salud durante la pandemia de coronavirus: más empleo, hosteleros y consumidores contentos y un balón de oxígeno en medio de la catástrofe general. Ayuso ha dicho este miércoles durante la presentación de su candidatura para las elecciones del 4 de mayo que Madrid es “la región con los mejores datos” en comercio, crecimiento económico y empleo. Su fichaje para los comicios, el ex de Ciudadanos Toni Cantó, alabó recientemente el “milagro económico madrileño” en un tuit con un vídeo que ha sido visto casi dos millones de veces. Pero aunque la extraordinaria relajación de la Comunidad de Madrid ha podido servir de cierto alivio, el cuadro general de la economía madrileña está lleno de luces y sombras.
Irónicamente, el registro más favorecedor lo consigue Ayuso gracias a una medida restrictiva. La presidenta quiere abrir Madrid como parte de su estrategia flexible, pero el confinamiento perimetral ha supuesto un auge del consumo en su región. Las compras han subido entre diciembre y febrero casi un 35% con respecto al mismo período del año anterior según los datos que obtiene BBVA a partir del uso de sus tarjetas de crédito y datáfonos. En España, el aumento ha sido de alrededor del 5%.
Esa fiebre de gasto se explicaría porque dentro de las fronteras de Madrid ha quedado atrapado un mercado cautivo de consumidores con poder de compra que están gastando su dinero en la Comunidad, explica Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research.
“En Madrid esa demanda embalsada ha tenido más posibilidad de gasto probablemente como consecuencia de las medidas menos restrictivas”, explica Cardoso. Así, el viaje a Londres o a Baqueira Beret estaría siendo sustituido por más comidas y compras en Madrid. La imagen de las terrazas llenas en los puentes de Todos los Santos o San José, o esta misma Semana Santa, cuando Madrid suele estar medio vacía, lo dice todo.
El dato del BBVA es probablemente un reflejo del comportamiento de las clases medias y altas, sobrerrepresentadas en su muestra de consumo con tarjetas o datáfonos. El gasto de todos los consumidores madrileños no ha sido tan abultado, según las encuestas a comerciantes que hace el Instituto Nacional de Estadística (INE): en Madrid hubo una caída de ventas del 1,5% con respecto al año anterior.
Es un descenso, pero no tan fuerte como el -9,4% que sufre España. Madrid es la comunidad con mejor dato de ventas, según el INE. En otras comunidades, los comercios y bares han tenido órdenes de cierre mucho más severas y sus consumidores atrapados no han tenido tantas oportunidades para gastar.
Madrid no va tan bien porque es muy vulnerable a un tipo de crisis económica como la actual, que ha paralizado los movimientos internacionales. Sus dos motores económicos están gripados: el aeropuerto de Barajas representa casi un 10% del PIB regional y el centro de congresos de Ifema algo más de un 2%. El primero recibió poco más de 752.000 pasajeros en febrero, frente a los 4,3 millones del mismo mes de 2020. Mientras, Ifema se ha paralizado durante largos meses, un frenazo súbito tras años de crecimiento que habían convertido a Madrid en la tercera ciudad del mundo en organización de congresos de asociaciones internacionales. Está demostrado que los viajeros de negocios gastan mucho más que los turistas de ocio y ese impacto lo han sufrido hosteleros, comerciantes o conductores de taxis o VTC, que dependen de su actividad.
Con todo, Madrid es la sexta región turística de España y por tanto no ha sufrido tanto por la caída de los visitantes como las comunidades españolas más dependientes de las visitas extranjeras, Canarias y Baleares, que han sido las más dañadas por la crisis. Las zonas que mejor han resistido se encuentran en la España del interior, basadas en la agroindustria y poco expuestas al turismo.
Madrid tiene un sector servicios sobredimensionado (concentraba antes de la crisis al 87% del empleo en la región) pero dentro de ese grupo no todos los trabajadores son igual de frágiles ante esta crisis. Una buena parte se han podido adaptar gracias al teletrabajo, ya que en la capital están las sedes de los grandes bancos, consultoras y la Administración pública.
Para el resto, pequeños comerciantes y hosteleros, las medidas de Ayuso han podido amortiguar un derrumbe que de otro modo hubiera sido mayor. Evidentemente, tener todo abierto más horas la ha beneficiado frente a las comunidades que han dado prioridad a la salud.
Se ha notado en que desde septiembre hasta febrero, Madrid ha creado 43.760 nuevos empleos, un 1,3% más hasta llegar a una cifra de 3,2 millones de afiliados, pero tampoco aquí es la líder de España, siendo superada por Murcia (2% más) y Andalucía (1,8%).
También se observa en ese mismo período una salida de 38.261 trabajadores que estaban en ERTE. Porcentualmente, ese dato en Madrid es el segundo mejor de España, por detrás de Baleares (-39%).
En principio, estas son buenas cifras para Madrid, pero es preciso matizar que la medida más fiable del empleo la da la encuesta trimestral de población activa (EPA). El último macrosondeo disponible, del cuarto trimestre de 2020, arroja un dato oscuro para Madrid: la tasa de paro creció al 13,5%, tres décimas más que el trimestre anterior y casi cuatro puntos más que un año antes. El paro madrileño es el noveno más alto del ranking de regiones.
Es un reflejo más de un panorama lleno de claroscuros. Por eso, los expertos de los centros que hacen predicción económica advierten de que Madrid no puede presumir de ningún milagro.
“Quizás Madrid nota algo menos el impacto de la crisis si la comparamos con otras provincias con una composición productiva similar, pero no es una mejora tan significativa”, dice Santiago Carbó, director de estudios financieros de la fundación Funcas. “Lo que pasa es que los políticos suelen sacar de madre los datos. Unos para atacar a la presidenta y otros para defenderla”.
“Si hay dos datos, los políticos van a elegir para contarnos siempre el más bonito”, dice Julián Pérez, director del centro de predicción económica Ceprede.
A otros les parece que cualquier éxito económico de Madrid debe sopesarse con el coste sanitario. “Es evidente que no se puede razonar como si estuviéramos en una situación normal y eso del equilibrio entre la economía y la salud con los datos actuales de afectados y fallecimientos no se mantiene”, observa José Ignacio Pérez, que fue director general de Empleo en los gobiernos de Felipe González.
Los pronósticos son más complicados que nunca porque dependen del ritmo de vacunación y la incertidumbre sobre el retorno a la normalidad. La red de universidades Hispalink, que hace previsiones semestrales, ha incluido por primera vez en décadas dos escenarios, uno optimista y otro pesimista (el que se está imponiendo debido a la lenta vacunación).
Los economistas creen que en 2021 Madrid no verá un rebote mucho más fuerte que la media de España. El turismo de negocios tardará más tiempo en recuperarse que el turismo de sol y playa, dice Cardoso, de BBVA Research.
Su centro de estudios cree que Madrid superará el ritmo de crecimiento de España en 2022, gracias a los fondos europeos. “Al ser la capital, Madrid se va a beneficiar incluso cuando el destino final de un proyecto sea otra comunidad autónoma, ya que es la sede de las empresas que van a ejecutarlos”, predice Cardoso.
Corrección: En la primera versión del artículo se indicó que la red de universidades Hispalink hace previsiones mensuales. El texto ha sido modificado para indicar que esos análisis son semestrales.
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