Eba Blanco liderará Eusko Alkartasuna en medio de una división interna total
La secretaria general de la formación nacionalista se arroga toda la “legitimidad” tras un congreso al que no acude ningún representante del sector crítico
Eusko Alkartasuna (EA) ha escenificado este fin de semana su división total. La familia política que formó Carlos Garaikoetxea en 1986, tras la escisión en el PNV, se ha vuelto a romper, como sucedió en 2009 cuando el sector entonces encabezado por Iñaki Galdos decidió abandonar el partido por la deriva soberanista que estaba tomando la formación nacionalista. Esta vez ha sido la corriente liderada por Maiorga Ramírez y apoyada por el exlehendakari Garaikoetxea la que ha decidido dar la espalda a la dirección nacional. Estos no han llegado a irse del partido, pero ahora mismo están más fuera que dentro.
La división en EA es una realidad aunque aún no se ha formalizado. El XIII Congreso Nacional del partido ha puesto en evidencia que no hay margen para el entendimiento entre la cúpula y el sector crítico. Eba Blanco ha sido hoy reelegida secretaria general de EA en uno de los momentos más tristes del partido. Era la única candidata al cargo y ha recibido el apoyo de 134 (el 54%) de los 249 compromisarios. Los delegados afines a la corriente crítica (114 en total) no han participado y se han ausentado al considerar que la celebración del cónclave ha estado plagada de irregularidades.
Blanco se ha arrogado “toda la legitimidad democrática” para seguir al frente de EA pese a que la división es total. Ha apelado a la “disciplina”, en un mensaje dirigido a sus detractores, y ha lamentado el “espectáculo” protagonizado estos. El grupo de Garaikoetxea intentó el sábado acceder al congreso que se ha celebrado en Vitoria, pero no se les permitió y optaron por no participar en el mismo. Mañana serán expulsados cinco de los principales dirigentes del bando crítico: el parlamentario navarro Marioga Ramírez, los coordinadores territoriales de Navarra, Álava y Gipuzkoa (Miren Aranoa, Iratxe López de Aberasturi y Mikel Goenaga, respectivamente) y la responsable de EA en Pamplona, Esther Korres.
La secretaria general electa se ha felicitado por la aprobación de la ponencia política que reafirma el modelo actual de integración de EA en EH Bildu, uno de los asuntos cruciales que ha provocado el cisma. Los críticos liderados por Maiorga viene criticando a la dirección por echarse a los brazos de la izquierda abertzale y acabar siendo fagocitados por la formación de Arnaldo Otegi. En este sentido, Blanco ha destacado que se ha dado “un paso importante” para que EA “siga aportando políticamente a Euskal Herria en el seno de EH Bildu”.
Ha acusado a los críticos de poner precisamente en “peligro” el encaje de EA en EH Bildu por presentar una enmienda a la ponencia política que si hubiera sido aprobada habría supuesto la salida de EA de la coalición soberanista. “Ese capítulo lo hemos cerrado este fin de semana” y ahora, ha afirmado Blanco, toca ponerse a “trabajar con disciplina” sin perder “ni un solo minuto en polémicas pasadas y estériles”.
Los críticos han celebrado una suerte de congreso paralelo y constituido un grupo de 15 personas para la “democratización” del partido que seguirá los pasos de los cinco críticos que este lunes serán suspendidos. Este equipo ha recibido el respaldo de 147 militantes que han votado en esta asamblea alternativa. Su objetivo es seguir trabajando dentro de EA porque consideran que esta formación es más “imprescindible” que nunca. Han asegurado que están comprometidos con el proyecto de EH Bildu pero han reclamado a la coalición que “sume”, no que “reste”. También han puesto en valor el trabajo hecho por los “rebeldes” en referencia a los cinco suspendidos y han asegurado que “EA no es nada” sin ellos.
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