Margarita de Dinamarca y sus dos hijos aparecen en público por primera vez tras la polémica por la retirada de los títulos a sus nietos
La reina danesa ha celebrado en Copenhague sus 50 años en el trono en un acto al que han asistido Federico, Joaquín y sus respectivas esposas. Tras los desencuentros públicos, han llegado por separado y no ha habido posado familiar
Desde finales del mes de septiembre, la casa real danesa ha protagonizado titulares por la decisión adoptada por la matriarca de la familia y reina de Dinamarca: retirar el título de príncipe a cuatro de sus ocho nietos. La decisión Margarita no afectó a los hijos de Federico de Dinamarca, heredero al trono, pero sí a los cuatro vástagos del príncipe Joaquín, hijo menor de la reina. Ella lo hizo, según contó a través de un comunicado, para que pudieran vivir sin las “consideraciones y obligaciones que implica una afiliación formal a la casa real como institución”. “Nunca es agradable ver a tus hijos siendo maltratados así”, le reprochó públicamente Joaquín. “Todos estamos confundidos por la decisión. Estamos tristes y en estado de shock. Los niños se sienten marginados”, dijo Alejandra de Frederiksborg, exmujer del príncipe y madre de sus dos hijos mayores, Nicolás y Félix. Ante la polémica generada, Margarita de Dinamarca acabó pidiendo perdón: “He tomado mi resolución como reina, madre y abuela, pero como madre y abuela he subestimado hasta qué punto mi hijo menor y su familia se sentirían afectados. Me ha causado una gran impresión y lo siento”, dijo mediante otro comunicado el 3 de octubre. Y ahora parece que la familia quiere pasar página. La reina Margarita ha finalizado este sábado los actos de su jubileo, una oportunidad que ha reunido a toda la familia después de la discordia, aunque no se ha tomado una foto de todos ellos juntos.
La reina Margarita ha protagonizado el acto en Copenhague dentro de las celebraciones por sus 50 años en el trono, que la convierten en la única monarca de Europa y en la más longeva, tras la muerte de la reina Isabel II en septiembre. Un evento que no se han perdido sus dos hijos: el heredero, Federico, ha asistido acompañado de su esposa, la princesa Mary; y el príncipe Joaquín lo ha hecho junto a la princesa Marie, su segunda esposa y madre de sus dos hijos pequeños, Enrique y Athena. “En mi familia apareció una desavenencia, no es algo original, porque en muchas familias las desavenencias se dan con el tiempo. Ahora llegó a mi familia”, dijo a finales de octubre Federico de Dinamarca en la única vez que se ha referido en público al desacuerdo entre su madre y su hermano. Y añadió que la relación entre ellos no se ha visto afectada ni deteriorada. Tanto él como la princesa Mary han mostrado su conformidad con el nuevo orden establecido, asegurando que cuando llegue el momento y asuman el trono, ellos también harán una revisión de los títulos de sus cuatro hijos.
Tanto el príncipe Joaquín como la princesa Marie han estado presentes en la celebración en un claro gesto de que quieren dejar atrás los amargos desencuentros de estas semanas. Eso sí, a pesar de que la reina expresó su malestar por el dolor causado en su familia, no se ha echado atrás en su mandato, con el que dice querer adaptar la familia real a los nuevos tiempos. Según una encuesta de Voxmeter, el 50,6% de los daneses apoya su decisión y el 23,3% la considera mala. Este tampoco es el primer recorte que realiza; ya en 2016 la reina comunicó que tan solo el heredero directo al trono, el primogénito de los príncipes Federico y Mary, Christian, se beneficiaría de su puesto con una paga del Estado, mientras que sus hermanos, Isabella, Vicente y Josephine, tendrían que buscar una fuente de ingresos propia pese a ser príncipes. Además, el hecho de reducir el tamaño de la familia real es algo que ya han adoptado en el pasado reciente otras casas reales europeas, como la británica, la sueca y la española.
Una sonriente reina ha celebrado este sábado las cinco décadas de su acceso al trono del Reino de Dinamarca, que aconteció el 14 de enero de 1972 tras la muerte de su padre, el rey Federico IX. Un acto que ha tenido lugar tras dos aplazamientos de las celebraciones públicas a causa, primero, de las restricciones por la pandemia y, después, por el duelo por Isabel de Inglaterra. La carroza real partió del palacio de Amalienborg en dirección al Ayuntamiento de la capital danesa, un recorrido tradicional para este tipo de conmemoraciones en la monarquía danesa y que congregó a miles de ciudadanos de todas las edades, muchos de ellos portando la bandera del país.
Antes de la llegada de la carroza, hicieron su aparición Federico y Joaquín. Eso sí, llegaron por separado, acompañados de sus esposas, en sus coches oficiales. La soberana, de 82 años, salió al balcón del Consistorio en solitario para saludar a la multitud de unas 1.500 personas que se habían reunido en la plaza principal de la ciudad. En el balcón ha estado acompañada por la alcaldesa de Copenhague, Sophie Hæstorp Andersen. “La familia significa mucho para nuestra reina y creo que es muy importante para los príncipes que la familia esté unida. En todas las familias hay diferencias y encontrarán una solución, estoy segura”, contaba a la agencia France Presse Margit Lauritzen, una jubilada de Esbjerg que se acercó hasta el lugar.
“Una parte esencial del trabajo de una familia real europea moderna es unir a la nación. Y la condición previa es mostrar esta capacidad de unidad en público”, ha afirmado a la misma agencia el historiador de la realeza Lars Hovbakke Sørensen. Una unidad que con el acto de este sábado quieren demostrar, al menos en público. Posteriormente, una vez reunidos, los miembros de la familia real han degustado un almuerzo oficial al que también acudía la princesa Benedicta, hermana de la reina, aunque hasta ahora no han posado juntos en la que es, sin duda, una de las imágenes más buscadas. Los cuatro hijos de Joaquín de Dinamarca (Nicolás, de 23 años; Félix, de 20; Henrik, de 13; y Athena, de 10) dejarán de tener la distinción de príncipes a partir del 1 de enero de 2023, aunque mantendrán las posiciones que ocupan en la línea de sucesión y podrán seguir utilizando los títulos de condes y condesa de Monpezat.
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