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La empresa de los padres de Kate Middleton quiebra con una deuda de más de tres millones de euros

Michael y Carole Middleton fundaron en 1987 Party Pieces, una empresa dedicada a los suministros para fiestas infantiles. El éxito les hizo millonarios, y con ello, enviaron a sus tres hijos a escuelas y universidades de élite, donde Kate conocería a Guillermo de Inglaterra

Michael y Carole Middleton a su llegada a la coronación de Carlos III, el 6 de mayo de 2023, en la abadía de Westminster, en Londres (Inglaterra).
Michael y Carole Middleton a su llegada a la coronación de Carlos III, el 6 de mayo de 2023, en la abadía de Westminster, en Londres (Inglaterra).Andrew Milligan (Getty Images)

La empresa familiar que convirtió en millonarios a los padres de la princesa de Gales quebró el pasado mes de mayo dejando deudas de 2,6 millones de libras (alrededor de 3,3 millones de euros al cambio actual), según un informe de especialistas en insolvencia. Las facturas impagadas de Party Pieces, una empresa de suministros para fiestas infantiles fundada por Carole y Michael Middleton, durante golpeada por los efectos de la pandemia, incluyen más de 612.000 libras (713.244 euros) en impuestos.

Carole Middleton comenzó en el negocio en 1987, cuando ella tenía 32 años y acaba de dar a luz a James, el más pequeño de sus tres hijos —Kate, la mayor, nació en 1982, y Pippa, en 1983—. Tal y como Carole Middleton contó hace unos años en una entrevista en la revista dominical de The Telegraph: “Sentía que no había conseguido nada en la vida, me casé con 25 y tuve a Kate con 26”. Venía de una familia de orígenes humildes, descendientes de mineros de carbón. En su infancia, se educó en escuelas públicas y no continuó con sus estudios superiores porque sus padres no pudieron costeárselo. Fue así como comenzó a trabajar de secretaria hasta entrar en la aerolínea British Airways, donde terminó siendo azafata, y donde conoció a su marido, Michael Middleton, que era despachador de vuelos. Michael sí venía de una familia de orígenes aristocráticos afincada en Leeds, Inglaterra, y había cursado sus estudios universitarios en la Universidad de Surrey.

Carole Middleton tuvo la idea de negocio tras buscar ideas para el quinto cumpleaños de su hija Kate, destina hoy a ser reina del Reino Unido: pensó en un lugar donde pudieras comprar todo lo necesario para una fiesta infantil, y comenzó a desarrollarlo en su cocina. En la era preinternet, decidió impulsar un negocio de venta por correo.

Party Pieces creció rápidamente, generando importantes beneficios. En 1989, Michael Middleton dejó su trabajo en British Airways para trabajar a tiempo completo en la compañía de su esposa. A esas alturas, ya habían dejado de enviar paquetes para fiestas desde su cocina y se habían mudado a unos edificios agrícolas situados en Ashampstead Common, en el condado de Berkshire. El enorme éxito de la empresa, unido a los fondos fiduciarios heredados por Michael de su abuela aristócrata, Olive Christiana Middleton, permitieron a la familia enviar a sus tres hijos a prestigiosas escuelas, como el internado Marlborough College, en Wiltshire, cuyo coste anual por alumno es de 42.930 libras (50.020 euros). Kate Middleton estudió más tarde historia del arte de la Universidad de St. Andrews, en Escocia, donde la matrícula tiene un coste de 27,770 libras (32,380 euros). Fue en esa universidad donde Kate Middleton y el príncipe de Guillermo cruzaron sus caminos en el año 2001.

Durante aquella esplendorosa etapa, los Middleton también compraron varias propiedades, como Oak Acre, una mansión estilo tudor en Bucklebury (Berkshire) o un apartamento en el barrio londinense de Chelsea, para sus hijos.

Carole Middleton junto a su hija, Kate Middleton, en las carreras de Ascot de 2017.
Carole Middleton junto a su hija, Kate Middleton, en las carreras de Ascot de 2017.Max Mumby/Indigo (Getty Images)

La publicidad gratuita que generó la relación de su hija mayor con el hoy heredero al trono de la corona británica, y especialmente desde la boda real celebrada en 2012, ayudó a disparar el ya próspero negocio familiar. El mismo año del enlace de los actuales príncipes de Gales, los Middleton compraron una mansión de estilo georgiano en Bucklebury Manor, cerca de la finca real de Windsor, y que adquirieron por 4,7 millones de libras (5,4 millones de euros).

Toda la familia se implicó de algún modo en el negocio familiar en alguna etapa de su vida. Pippa Middleton ayudó a su madre a llevar el blog de la empresa, y Kate trabajó para Party Pieces ayudando a diseñar la web y realizando fotografías —una afición que hoy continúa retratando a sus tres hijos—, antes de su matrimonio en 2011 con Guillermo de Inglaterra, hijo mayor del rey Carlos III.

Sin embargo, durante la pandemia, la empresa sufrió nefastas consecuencias económicas y, a principios de este año, los proveedores amenazaron con tomar acciones legales contra Party Pieces por impagos. En mayo, se emprendió un concurso de acreedores y la empresa fue vendida al empresario británico James Sinclair, quien se autodenomina a sí mismo “el payaso millonario” puesto que comenzó como animador de fiestas infantiles a los 15 años. Ahora, tiene una serie de negocios relacionados con la infancia, como una compañía de helados, guarderías, ludotecas y otras atracciones. El precio de venta de la empresa de los Middleton no ha sido revelado, pero diversos medios británicos apuntan a que podría estar en torno a las 180.000 libras (unos 209.000 euros).

Party Pieces se vio “profundamente afectada por los efectos de la pandemia y las restricciones subsiguientes a las reuniones sociales”, señaló Will Wright, del grupo administrador Interparty Advisory. Su informe precisó que a la compañía le faltaban 2,59 millones de libras (unos tres millones de euros) para saldar todas sus deudas.

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