Rusia despliega misiles cerca de las fronteras con Polonia y Lituania
En 2011 Rusia amenazó con desplegar los cohetes en respuesta al emplazamiento en Europa del escudo antimisiles de EE UU
La presencia de misiles Iskander, con un radio de acción de centenares de kilómetros, en el enclave ruso de Kaliningrado (la antigua Prusia Oriental alemana), no es una sorpresa para quienes se hubieran tomado en serio las declaraciones de los dirigentes rusos sobre la respuesta de Moscú a los planes de EEUU y sus aliados de la OTAN para desarrollar un escudo antimisiles.
Los misiles Iskander, que se incorporaron al Ejército ruso en 2006, están instalados en el enclave ruso de Kalinigrado desde hace más de un año, según informa el diario Izvestia citando fuentes militares rusas. Izvestia, un diario vinculado al Kremlin, salía así al paso de un artículo publicado el sábado en el diario alemán Bild Zeitung, según el cual unas fotos de satélite muestran que los misiles en cuestión están emplazados en Kaliningrado en las cercanías de la frontera polaca.
"Por lo que recuerdo, están allí desde hace tiempo. Las razones por las que los alemanes escribieron sobre ellos ahora son de política exterior", señaló una de las fuentes al diario. Un alto mando de infantería confirmó al periódico que los misiles se encuentran en Kaliningrado "desde hace más de un año y medio". Victor Zavarzin, vicepresidente del Comité de Defensa de la Duma, subrayó al periódico que "no va a debilitarse la defensa de Rusia en las fronteras con Europa, donde la OTAN tiene fuerzas estratégicas con misiles ofensivos". "La OTAN tiene armas nucleares tácticas americanas en Europa, que sólo pueden estar dirigidas contra nosotros, si no se dirigen hacia Irán. No vamos a debilitar nuestra defensa de forma unilateral. No amenazamos a nadie. Se trata de un sistema puramente defensivo", dijo Zavarzin.
"Hemos seguido los acontecimientos por cierto tiempo y no es una sorpresa para nosotros", dijo Artis Pabriks, el ministro de Defensa de Letonia a la agencia Reuter. El ministro opinó, sin embargo, a la misma agencia que la presencia de los Iskander "crea tensiones políticas y sospechas innecesarias y reduce la confianza mutua porque no vemos la razón por la que Rusia necesite tales armas aquí".
En 2011 Rusia anunció que iba a instalar misiles Iskander en Kaliningrado como parte de su respuesta al escudo antimisiles norteamericano. El portavoz del ministerio de Defensa, Igor Konashenkov ha confirmado a las agencias de noticias rusas que los Iskander han sido desplegados en Kaliningrado, auque no ha dicho cuándo. Para los dirigentes rusos, el escudo antimisiles atenta contra la seguridad de Rusia que está basada en la paridad estratégica nuclear. En 2008, siendo presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, manifestó durante su discurso sobre el Estado de la nación que Rusia iba a instalar misiles Iskander en Kaliningrado para neutralizar el sistema de defensa antimisiles de la OTAN en caso de que fuera necesario. En 2011, Medvédev reiteró las intenciones de instalar los mencionados misiles en la región de Kaliningrado. También hay declaraciones de los militares rusos a ese respecto. La vecina Polonia es uno de los emplazamientos de los componentes del escudo antimisiles, en concreto interceptores de misiles. Washington ha sostenido que el escudo antimisiles no va dirigido en contra de Rusia, sino que obedece a la necesidad de protegerse contra posibles lanzamientos de misiles procedentes de países como Irán. Sin embargo, el presidente Vladímir Putin en su último discurso sobre el estado de la nación, ha subrayado que la resolución sobre el programa nuclear iraní invalida estos argumentos. La necesidad de defenderse frente al Escudo antimisiles es una de las razones invocadas por el líder ruso para respaldar unos cuantiosos gastos de defensa, a saber 23 billones de rublos (más de 500.000 millones de euros hasta 2020).
Las capitales bálticas, a su alcance
La URSS empezó a desarrollar los misiles Iskander (SS-26 Stone, en la nomenclatura empleada por la OTAN) a principios de la década de los 70 del siglo pasado y su primera prueba se llevó a cabo en 1995.
Estos cohetes, que van montados sobre vehículos de ocho ruedas, tienen un alcance de hasta 400 kilómetros (algo menos de 300 en su versión para la exportación) y destacan por su alta precisión y su capacidad de burlar las defensas antimisiles.
Dentro de su rango de alcance se encuentran ciudades como Vilna (305 kilómetros); Varsovia (275 kilómetros); la capital de Letonia, Riga, (334 kilómetros) o la ciudad sueca de Kalmar (340 kilómetros).
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