Las Madres de Srebrenica demandan a Holanda por la matanza de musulmanes
El colectivo retoma la batalla legal por la muerte de miles de varones en 1995 en Bosnia Las familias de otras dos víctimas quieren que se juzgue al comandante Thom Karremans
Las Madres de Srebrenica han acudido este lunes a Holanda para participar en la apertura de la vista dedicada a analizar su demanda civil, interpuesta contra el Estado, por la muerte de miles de varones musulmanes perpetrada en 1995 en la ciudad bosnia. El colectivo ya perdió en 2013 una demanda similar, contra Naciones Unidas, presentada ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. La corte europea decidió que la ONU, responsable de la misión llevada a cabo por los “cascos azules” holandeses en Srebrenica, gozaba de inmunidad. Esta vez, las madres han modificado su estrategia y han pedido a los jueces igualdad de trato. Se acogen para ello al hecho de que el Supremo holandés sí haya considerado responsable a La Haya del fallecimiento de la familia del intérprete y el electricista -musulmanes bosnios- de sus tropas, destacadas en la ciudad mártir.
El fallo del Supremo es del pasado septiembre y clarificó uno de los episodios más dolorosos de la historia reciente de Holanda. Según los jueces, si bien los “cascos azules” operaron en la guerra de los Balcanes bajo bandera de Naciones Unidas, el Estado holandés controlaba a sus soldados. (Se supone que lo mismo ocurría con tropas similares de otros países, pero este es el único caso llevado a juicio).Tenía, por tanto, una responsabilidad sobre la seguridad del intérprete y el electricista. Ambos trabajaban en el complejo destinado a la protección de Srebrenica y disponían de un pase para moverse sin problemas. A efectos contables, formaban parte del equipo holandés aunque fueran civiles. Hasan Nuhanovic, el intérprete, se salvó. Su padre y hermano, para los que pidió un salvoconducto que le fue negado, perecieron a manos de las tropas serbobosnias. La madre fue también asesinada. Rizo Mustafic, el electricista, se quedó sin los mismos papeles y corrió igual suerte.
Sus familias ganaron un proceso histórico en septiembre de 2013, y esperan recibir en breve una indemnización por parte del Gobierno holandés. A pesar de que el fallo del Supremo restringía la responsabilidad estatal a estas dos víctimas, las Madres de Srebrenica reclaman ahora el mismo tipo de trato para sus muertos. Ellas representan a unas 6.000 personas. Los fallecidos, unos 8.000 hombres en edad militar, además de ancianos y niños, fueron tiroteados por los soldados del general serbobosnio Ratko Mladic.
El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU calificó en 2007 la matanza de genocidio, y Nuhanovic y los parientes de Mustafic han dado también este lunes un paso más. Piden que sea juzgado Thom Karremans, el comandante holandés de los “cascos azules”. Le acusan de genocidio y crímenes de guerra, y su abogada, Liesbeth Zegveld, quiere que los tribunales holandeses obliguen a la Fiscalía General del Estado a actuar. No será fácil, porque el pasado marzo los propios fiscales decidieron que Karremans, y dos de sus oficiales, no estuvieron involucrados en las muertes. La letrada considera que la decisión del ministerio público fue política y quiere ampliar la investigación hecha en su día.
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