Los coyotes atacan como nunca en un parque de Vancouver

El parque Stanley representa uno de los rostros más característicos de Vancouver (provincia de Columbia Británica; en la costa pacífica de Canadá). Sus 405 hectáreas de extensión lo convierten en el parque urbano más grande del país. Sin embargo, este pulmón urbano está siendo escenario de una ola de agresiones sin precedentes: en los últimos nueve meses se han reportado 40 ataques de coyotes. La Sociedad de Ecología del parque Stanley ha indicado que esta cifra es cuatro veces mayor a los incidentes de este tipo registrados en los últimos 30 años.

El más reciente ataque tuvo lugar la semana pasada. Un hombre de 69 años sufrió mordeduras en una pierna por uno de estos cánidos. Por fortuna, ninguna de las personas atacadas ha fallecido. El año pasado, el Servicio de Conservación de Columbia Británica calculó que entre 12 y 20 coyotes vivían en el parque. A raíz de estos incidentes, seis de ellos han sido sacrificados (dos en enero y cuatro en julio). Análisis efectuados en dos de estos cuerpos descartaron la presencia del virus de la rabia.

La Dirección de parques de Vancouver pide a la población que no visite este lugar al anochecer y al amanecer, ya que la mayoría de los ataques han ocurrido en estos periodos del día. “Instamos a los usuarios del parque a que se mantengan alejados de los senderos cerrados y nunca dejen de vigilar a los niños. Todo encuentro con estos animales debe ser reportado”, señaló también este organismo.

Los agentes de conservación patrullan distintas zonas de este espacio natural. También trabajan con científicos de la Universidad de Columbia Británica instalando cámaras de fototrampeo. Diversos expertos han subrayado que la ola de ataques está muy alejada de la forma en que generalmente se conducen los coyotes. “Es un cambio de comportamiento muy dramático”, declaró a CBC Nadia Xenakis, coordinadora de programas de vida silvestre de la Sociedad de Ecología del parque Stanley.

Pese a que no se han identificado las razones específicas que explican el aumento de la agresividad en los coyotes, Xenakis y otras voces familiarizadas con estos animales barajan varias hipótesis que apuntan en la misma dirección: el factor humano. Por ejemplo, algunas personas siguen alimentando a los animales pese a los anuncios que lo prohíben. Ciertas zonas del parque han sido escenario de fiestas nocturnas o campamentos de personas sin hogar, de manera más pronunciada durante la pandemia de covid-19. Incluso existe la posibilidad de que los coyotes hayan ingerido alguna sustancia dejada en la basura con repercusiones en su comportamiento.

El Servicio de Agentes de Conservación de Columbia Británica ha indicado que quedan por efectuar distintas pruebas de laboratorio en el marco de las pesquisas. Las autoridades descartan sacrificar a los coyotes restantes o capturarlos para mudarlos a un punto alejado, ya que otros ejemplares llegarían con el tiempo a habitar en el parque. La tarea está enfocada en distinguir a aquellos que han atacado a los visitantes y, de igual forma, dilucidar los motivos de su agresividad para evitar situaciones de esta índole más adelante.

Este miércoles, los organizadores del Triatlón de Vancouver anunciaron que la etapa de carrera de 10 kilómetros -tradicionalmente llevada a cabo en el parque Stanley- será suspendida este año por el riesgo de sufrir algún ataque por parte de los coyotes. Las autoridades recomiendan a las personas que, en caso de toparse con un coyote que dé muestras de agresividad, levanten los brazos, hagan ruido para asustarlo y se alejen lentamente. La presencia de estos animales y sus ataques en los grandes centros urbanos de Canadá han aumentado en los últimos años. Las cifras en Toronto, Montreal y Edmonton así lo atestiguan. Sin embargo, no se comparan con lo que está ocurriendo en el parque más célebre de Vancouver.

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