La reelección de Iratxe García al frente de los socialistas europeos inicia la batalla por altos cargos en Bruselas
Las tres grandes familias políticas pugnarán por la renovación de puestos claves nombrados en 2019 como la presidencia del Parlamento. Los socialistas reclaman que el reparto se adapte al actual equilibrio de poder
La eurodiputada española Iratxe García (Barakaldo, 47 años) ha sido reelegida este miércoles por aclamación como presidenta del grupo Socialistas&Demócratas (S&D), el segundo más nutrido (con 146 escaños) del Parlamento Europeo, solo por detrás de los populares (178 escaños). La reelección afianza hasta el final de la legislatura el dominio de la delegación española, la mayor del grupo socialista.
Las tres familias políticas prevén mantener el acuerdo tripartito que sostiene a la Comisión Europea presidida por la conservadora alemana Ursula Von der Leyen. Pero se preparan para la batalla por la renovación de los altos cargos nombrados en 2019. Aquel reparto, según fuentes socialistas, ya no refleja el equilibrio de poder político actual, máxime tras la derrota de los populares en Alemania.
Los conservadores ya no gobiernan en ninguno de los cinco mayores países de la UE —Alemania, Francia, Italia, España y Polonia— ni en ninguno de los países fundadores del club (los liberales dominan en Benelux). Aun así, el PPE ocupa la presidencia de la Comisión y la del Eurogrupo y espera obtener en enero de 2022 la del Parlamento Europeo, lo que dejaría a los socialistas sin representación en la cúspide comunitaria. Sin un ajuste en el equilibrio político, el único alto cargo de los socialistas sería la jefatura de la diplomacia europea, en manos del español Josep Borrell.
De los puestos repartidos al inicio de la legislatura, solo la presidencia del Consejo Europeo —ocupada por el liberal belga Charles Michel— y la del Parlamento Europeo —por el socialista italiano David Sassoli— tienen fecha de caducidad a los dos años y medio.
El PPE reclama el cargo de Sassoli en nombre del acuerdo al que llegaron populares y socialistas para repartirse las dos mitades del mandato de cinco años. Pero el grupo presidido por Iratxe García cuestiona la validez de ese pacto y no descarta buscar la reelección de Sassoli o presentar otro candidato si fuera necesario.
La pugna por la presidencia del Parlamento amenaza con arrastrar el cargo de Michel a un regateo que inicialmente no estaba previsto. Los anteriores presidentes del Consejo (Herman Van Rompuy y Donald Tusk) fueron renovados a los dos años y medio sin apenas debate y completaron el máximo de cinco años previsto. Pero el precedente del Eurogrupo no juega a favor de Michel: el socialista Mário Centeno salió del cargo a los dos años y medio sin disfrutar la renovación que habían tenido sus predecesores. Y fue sustituido por el conservador irlandés Paschale Donohoe.
A ello se suman algunos tropiezos de Michel —como el choque con Von der Leyen durante una visita diplomática a Turquía en la que él se sentó junto al presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, y dejó relegada a la presidenta comunitaria a un segundo plano en un sofá— y el escaso predicamento del belga en algunas capitales europeas. Su principal apoyo fue en su día el presidente francés, Emanuel Macron, impulsor del grupo liberal Renew. Pero la necesidad de reequilibrar los colores políticos de la cúpula comunitaria pueden poner en peligro la continuidad de Michel, cuya primera parte de mandato expira en junio de 2022.
Vías de compensación
Fuentes europeas tampoco descartan que en el regateo se incluyan otros altos cargos como vía de compensación para satisfacer a los tres grupos políticos. En el terreno comunitario se menciona la dirección del Mecanismo Europeo de Estabilidad (el fondo europeo de rescate) o la del fondo europeo de resolución. En juego está también la secretaría general de la OTAN, ajena en principio al reparto europeo, pero que podría ser tomada en cuenta como baza con la que jugar.
Los socialistas no han concretado todavía sus demandas, a la espera de calibrar exactamente el número y envergadura de los puestos en juego. Pero la reelegida presidenta del grupo tendrá como una de sus primeras tareas la pugna por el reequilibrio en el reparto del poder comunitario.
García se propone utilizar la segunda parte de la legislatura, que concluye en 2024, para consolidar un liderazgo que ha definido como “inclusivo y colectivo” y que, a su juicio, ha permitido al grupo de los socialistas europeos “ser la fuerza impulsora del trabajo de la Comisión durante los dos últimos años”.
La eurodiputada confía en que esta legislatura marque un punto de inflexión en el mapa electoral de la UE, dominado desde las elecciones de 1999 por el Partido Popular Europeo. “Es el momento de la socialdemocracia y estoy convencida de que nuestro grupo se convertirá en el más grande del Parlamento tras las elecciones europeas de 2024″, ha señalado García tras ser reelegida sin necesidad de voto al no haberse presentado ninguna otra candidatura. La delegación española, la más numerosa del grupo con 21 escaños, mantiene así el control que en la anterior legislatura tenía la delegación alemana (reducida en 2019 a 16 escaños, la tercera más nutrida).
Con el nombramiento de García se completa la alineación de los tres grandes grupos (populares, socialistas y liberales) para la segunda parte de la legislatura europea. Los conservadores reeligieron al eurodiputado alemán Manfred Weber como presidente del grupo PPE. Y al frente de los liberales del grupo Renew se ha situado el eurodiputado francés Stéphane Séjourné en sustitución del rumano Dacian Ciolos.
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