La quema de un Corán en Estocolmo provoca protestas en el mundo musulmán
Varios centenares de manifestantes irrumpen brevemente en la Embajada de Suecia en Bagdad mientras más de una decena de países condenan el incidente
La quema de un Corán este miércoles junto a la principal mezquita de Estocolmo ha suscitado la condena de numerosos países musulmanes como Marruecos, Arabia Saudí, Irán o Egipto. El acto en la capital sueca, al que acudieron unas 200 personas, coincidió con la celebración del Eid al Adha, una de las festividades más señaladas en el mundo islámico. En Irak, unos centenares de manifestantes irrumpieron brevemente este jueves en el edificio de la Embajada de Suecia en Bagdad. Las autoridades de Emiratos Árabes Unidos y Jordania convocaron a las embajadoras suecas en sus respectivas capitales para mostrar su protesta. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó enérgicamente lo ocurrido en la capital sueca, que supone un nuevo obstáculo en el proceso de adhesión del país escandinavo a la OTAN.
La protesta de este miércoles en Estocolmo, en la que Salwan Momika, un iraquí residente en Suecia, quemó un Corán en el primer acto de este tipo autorizado por la policía sueca en varios meses, se llevó a cabo con la intención de dinamitar el proceso de adhesión del país nórdico a la Alianza Atlántica, que 13 meses después de su su inicio todavía pende de la aprobación de Turquía y Hungría. La quema del libro en la capital sueca transcurrió sin incidentes graves, aunque una persona, que llevaba una piedra en la mano, fue detenida. La policía sueca decidió denegar el permiso en febrero a dos peticiones de quema del Corán aludiendo a los riesgos que para la seguridad nacional podrían tener actos de ese tipo, pero la justicia rechazó ese argumento en varias instancias en meses posteriores.
En Bagdad, el influyente clérigo chií Muqtada al Sadr convocó este jueves una manifestación frente a la Embajada sueca. Varios centenares de personas asaltaron la legación y reclamaron al Gobierno iraquí la ruptura de relaciones diplomáticas con el país nórdico. La concentración se desarrolló inicialmente en las inmediaciones de la embajada, pero un grupo de asistentes terminó irrumpiendo unos minutos en el edificio. Al Sadr, que pidió a sus seguidores que abandonaran la sede diplomática, convocó una segunda movilización en el mismo lugar para el viernes, al término del rezo. “Quemar la bandera de la comunidad LGTBI es lo que más les enfada, así que a quemarla”, reclamó también el clérigo, en un comunicado recogido por medios locales.
El Ministerio de Exteriores iraquí expresó su condena por el hecho de que las autoridades suecas permitieran una movilización donde ya estaba prevista la quema del “sagrado” Corán, en la medida en que supone “un grave insulto” para el islam. En este sentido, afirmó que este tipo de acciones suponen una “provocación” para los musulmanes e instó a todos los gobiernos a poner fin a estos “actos inaceptables” y acabar con “cualquier forma de odio y extremismo”. El Consejo Judicial Supremo iraquí dio orden a la Fiscalía de iniciar los trámites para solicitar a Suecia la extradición de Salwan Momika.
“Un crimen monstruoso”
Más de una decena de países musulmanes mostraron su rechazo a través de diversos comunicados publicados este jueves. Arabia Saudí condenó los “actos hostiles que incitan al racismo”; “un crimen monstruoso”, lo definió el Gobierno tunecino; “una vergonzosa provocación al mundo musulmán”, según Egipto; “una acción incompatible con la libertad religiosa”, criticó el Ministerio de Exteriores de Bahréin.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró este jueves en Bruselas que acciones “ofensivas” y “censurables” como la del miércoles en la capital sueca “no son necesariamente ilegales en el sistema jurídico soberano”. “No me gustan [ese tipo de actos], pero defiendo el derecho a no estar de acuerdo. Esto es parte de la libertad de expresión”, comentó el noruego. En cualquier caso, el secretario general de la OTAN señaló que lo “importante” para él es avanzar en el proceso de adhesión a la organización transatlántica de Suecia, que sigue pendiente de que Turquía y Hungría den su visto bueno.
La quema de un ejemplar del Corán en enero pasado delante de la Embajada de Turquía en Estocolmo ya provocó una ola de protestas en el exterior, incluida las de Ankara, que suspendió las negociaciones para la adhesión de Suecia a la Alianza. Erdogan, que reclama al país nórdico la extradición de 130 ciudadanos turcos a los que acusa de “terrorismo”, declaró este jueves en una comparecencia televisiva que él mostrará “a los occidentales arrogantes que insultar a los musulmanes no es libertad de expresión”.
Por su parte, el Parlamento húngaro no incluyó la votación de la adhesión de Suecia a la OTAN en su última sesión prevista antes de la pausa veraniega, por lo que no podrá celebrarse antes de septiembre, impidiendo así cualquier posibilidad de que la integración del país escandinavo se produzca en la cumbre anual de la Alianza que se celebrará en Vilnius (Lituania) el 11 y 12 de julio.
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