Israel moviliza dos brigadas de reservistas en Gaza mientras levanta campamentos para evacuar a los civiles
La incursión terrestre de las tropas israelíes en Rafah, anunciada desde hace semanas y sin respaldo internacional, sucederá “muy pronto”, según fuentes oficiales
El ejército de Israel ha movilizado dos brigadas de reservistas, entre 3.000 y 7.000 efectivos, para reforzar sus operaciones en Gaza. Ese movimiento se produce cuando fuentes oficiales afirman que el asalto a Rafah, la única parcela de terreno de la Franja en la que Israel aún no ha entrado por tierra, situada junto a la frontera con Egipto, ocurrirá “muy pronto”. El ejército tiene todo listo y solo está a la espera de la orden del gobierno, según la agencia Reuters citando fuentes de Defensa. Se trata de una operación anunciada desde hace semanas pero congelada en medio de críticas internacionales generalizadas. Al mismo tiempo, imágenes satelitales muestran el crecimiento de dos zonas con tiendas de campaña en esa misma área después de que Israel haya anunciado que prevé desplazar de Rafah a cientos de miles de civiles antes de comenzar los combates contra Hamás.
Los últimos movilizados son militares que ya han estado desplegados en la frontera norte, que separa Israel de Líbano, y donde los intercambios de proyectiles con la guerrilla chií Hezbolá son intensos estos días. Han recibido entrenamiento específico en las últimas semanas para combatir en la Franja antes de ser trasladados a esas posiciones del enclave mediterráneo palestino para movimientos de ataque y defensa, según un comunicado del ejército israelí de este miércoles.
La intención de movilizarlos se hizo pública hace 10 días y se relacionó con la prometida entrada en Rafah, pero el anuncio castrense no lo especifica. “Los soldados practicaron técnicas de combate y adquirieron los principales fundamentos y lecciones de los combates y maniobras terrestres en la franja de Gaza”, señala el comunicado.
El ataque terrestre sobre Rafah, que alberga ahora mismo a la mayor parte de la población de Gaza, se prevé “complicado”, según una fuente oficial citada por el diario israelí Yeditoh Ahronoth. Se llevaría a cabo tras anunciarlo y coordinarlo con Estados Unidos, principal aliado de Israel, Egipto y otros países de la región como Emiratos, añade este medio citando fuentes oficiales de El Cairo, y tendría lugar después de evacuar a los cientos de miles de palestinos que han buscado refugio en Rafah, tras lo que comenzarían unos combates que pueden extenderse unas seis semanas.
Sacar a todos esos civiles puede llevar entre cuatro y cinco semanas, según la radio pública Kan. La operación podría comenzar “muy pronto”, señala por su parte el diario Israel Hayom. “Un gran número de terroristas han logrado escapar con éxito a Rafah en los últimos meses y, por tanto, el ejército no puede descartar la posibilidad de que se produzcan intensos combates allí”, añade ese medio. A eso hay que añadir que Israel estima que los rehenes han sido trasladados a esa zona y una de las tareas de sus tropas es rescatarlos, abunda ese diario.
Mientras, imágenes de satélites apuntan a la reciente aparición de dos campamentos con tiendas de campaña en los alrededores Rafah y de Jan Yunis, unos cinco kilómetros más al norte, según la empresa Maxar Technologies. Las fotos, sin confirmación oficial por el lado israelí, comparan el aspecto de esas dos zonas bajo control de las tropas de ocupación el pasado 7 de abril y este martes 23. El Ministerio de Defensa de Israel ha adquirido 40.000 tiendas de campaña con capacidad de 12 personas cada una, lo que serviría para albergar a un total de 480.000 personas.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha repetido en varias ocasiones a lo largo de las últimas semanas que ese asalto se va a llevar a cabo pese a la amplia oposición internacional por el número de víctimas que podría causar entre los 1,5 millones de gazatíes que se refugian en ese territorio, golpeados por una enorme crisis humanitaria. En el centro de la decisión final de la incursión en Rafah podría estar el fracaso de las negociaciones, encalladas desde hace meses, para lograr un alto el fuego y un intercambio de rehenes por prisioneros palestinos. Israel, según el diario Israel Hayom, culpa directamente al líder de Hamás en la Franja, al que considera cerebro del ataque del 7 de octubre, Yahia Sinwar, de no aceptar las condiciones para ese alto el fuego.
Sinwar “no se encuentra aislado de la realidad” y estaría todavía al frente del grupo en Gaza, supervisando incluso algunas operaciones sobre el terreno en zonas de combate tras salir temporalmente de los túneles donde supuestamente lleva meses protegido, según declaraciones de un alto responsable del movimiento palestino al diario Al-Arabi Al-Jadid. Esa misma fuente, que no aparece identificada, reconoce que “no es posible, desde luego, determinar de manera concreta el número de prisioneros vivos, pero que, en todo caso, son más que los que afirma la prensa israelí”, que apuntó a que no eran suficientes para alcanzar 40 entre mujeres, menores, ancianos y enfermos.
Sí asegura que mantienen a unos 30 mandos militares y de los servicios secretos como rehenes tras el ataque del pasado 7 de octubre. Ese día, Hamás asesinó a unas 1.200 personas en territorio de Israel y secuestró a unas 250. La represalia militar israelí ha causado ya más de 34.000 muertos en Gaza. En todo caso, el responsable de Hamás insiste en que es necesario llevar a cabo “negociaciones serias” para liberar a los más de 130 cautivos. Para ello exigen alto el fuego permanente, es decir, que Israel no retome la guerra tras recuperar a los rehenes. Considera, además, que uno de los motivos para que el acuerdo no se haya cerrado es que consideran a Estados Unidos más parte de la guerra, del lado israelí, que país intermediario. Sinwar sigue siendo el hombre más buscado por Israel, que en más de seis meses de combates en Gaza no ha logrado acabar con ninguno de los máximos responsables de Hamás pese a ser uno de los objetivos de la guerra.
Rafah, en el extremo meridional de Gaza, acoge a la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de ese territorio aprisionados junto a la frontera de Egipto. Esa es la única parcela de terreno que las tropas de ocupación israelíes no han tomado por tierra durante la contienda. El Estado judío ya anunció un plan para evacuar a cientos de miles de personas. Pero esa operación militar no puede llevarse a cabo sin un gran número de víctimas. Así lo entiende Washington, además de diferentes agencias de Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias desplegadas sobre el terreno.
Netanyahu, pese a la oposición internacional incluso de su principal aliado, Estados Unidos, ha asegurado en varias ocasiones que la operación militar en Rafah se va a realizar porque, entiende, es la única forma de acabar con los batallones que mantiene allí Hamás.
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