La policía francesa abate en Ruan a un hombre por prender fuego a una sinagoga
El agresor se acercó con un cuchillo a un agente, que le disparó. Sobre el atacante pesaba una orden de expulsión de Francia
Un hombre ha muerto este viernes en la ciudad francesa de Ruan por los disparos de un policía después de provocar un incendio en una sinagoga y mientras intentaba agredir al agente con un cuchillo. El ataque al templo judío sucede en plena ola de actos antisemitas en Francia desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre y los posteriores bombardeos israelíes en Gaza. El fallecido era un inmigrante de origen argelino que había recibido una orden para abandonar el país, pero no estaba fichado ni era conocido como alguien radicalizado. Los bomberos sofocaron el incendio.
Los hechos ocurrieron poco antes de las siete de la mañana, según explicó el fiscal Frédéric Teillet en una declaración a la prensa. Los bomberos recibieron una llamada porque se había declarado un incendio en la sinagoga de Ruan, ciudad de 110.000 habitantes a 130 kilómetros al noroeste de París. Unos minutos antes, un individuo había roto una ventana y lanzado un artefacto incendiario en el interior. Teillet ha explicado que acudieron al lugar bomberos y policías, y descubrieron la presencia de un individuo en un tejado debajo de la sinagoga.
El hombre, que iba armado con una barra de hierro y un cuchillo de cocina, “lanzó invectivas” a los agentes, mientras estos “trataban de convencerlo de que bajase del tejado”. Respondió lanzándoles la barra de hierro. Saltó. Y corrió, cuchillo en mano, en dirección a uno de los policías, quien le ordenó que se detuviese, sin éxito. Según el fiscal, que afirmó haber visto la filmación del incidente, el policía disparó cinco veces. Cuatro tiros alcanzaron al asaltante, que fue declarado muerto poco después.
La Fiscalía ha abierto dos investigaciones paralelas. Una, por “incendio voluntario con motivo de la religión” y “violencia con arma” contra policías y bomberos. La segunda, por “homicidio voluntario” por parte del policía, quien, tras ser interrogado, ha quedado en libertad. El fiscal ha visionado las grabaciones de las cámaras públicas y ha concluido que “el funcionario ha usado su arma en las condiciones permitidas por el código de seguridad interior”.
El fallecido llevaba encima una tarjeta de transportes. Su identidad no se ha dado a conocer. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, declaró en Ruán, adonde se desplazó, que en 2022 había pedido un permiso de residencia por motivos de salud, pero que este se le había denegado. Interpuso un recurso que le fue denegado a finales de enero. Desde entonces era susceptible de ser expulsado. “Si se le hubiese detenido, evidentemente habríamos puesto a esta persona en un centro de retención administrativa para una expulsión hacia su país de origen”, dijo Darmanin. El ministro precisó que el hombre no figuraba en ningún fichero de personas peligrosas. Y anunció que condecoraría al policía que disparó: “Hizo su trabajo.”
El incendio del templo judío y la muerte del asaltante llegan en un contexto particular, con los nervios a flor de piel en Francia. Sucede a unas semanas de unas elecciones europeas en las que la extrema derecha espera ganar con un discurso de ley y orden ante la supuesta inseguridad generalizada. Y a poco más de dos meses de los Juegos Olímpicos que serán un verdadero examen para Francia y su Gobierno.
Aumento del antisemitismo
El asalto a la sinagoga desencadenó las condenas de las autoridades y la ciudadanía, convocada a una concentración en la tarde de este viernes en Ruan. El alcalde de la ciudad, el socialista Nicolas Mayer-Rossignol, ha manifestado: “Cuando se ataca a la comunidad israelí, se ataca a la comunidad nacional, se ataca a Francia, a todos los ciudadanos franceses. No hay lugar para el antisemitismo en la República”. Yonathan Arfi, presidente del consejo representativo de las instituciones judías en Francia, ha declarado: “Incendiar una sinagoga es querer intimidar a todos los judíos. De nuevo, se quiere hacer cargar con un clima de terror a todos los judíos de nuestro país”.
Solo en el primer trimestre de 2024 se han registrado 366 actos antisemitas en Francia, un aumento del 300% respecto al mismo periodo del año anterior, según explicó en un discurso a principios de mayo el primer ministro francés, Gabriel Attal.
“Nadie puede negar el hecho de que se estima que los franceses judíos representan un 1% de la población”, afirmó Attal, “pero más del 60% de actos antirreligiosos son actos antisemitas”. El pasado martes el llamado muro de los Justos en el Memorial de la Shoah, en París, amaneció pintado con manos rojas, un símbolo que se ha visto en las manifestaciones propalestinas en las universidades. El temor del Gobierno, desde el 7 de octubre, es que las tensiones en Oriente Próximo acaben por trasladarse a Francia, país que cuenta con la mayor comunidad judía y musulmana en Europa.
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