Los Globos de Oro quedan bien con casi todos en su reparto de premios televisivos

En la lista de nominados de los Globos de Oro de 2021 hubo un nombre que sorprendió por encima de todos: Emily in Paris. La comedia de Netflix, que no había destacado precisamente por sus elogios entre la crítica, se coló en la lista de mejores series del año y en la de mejores actrices. Lo que parecía una excentricidad más de unos premios que siempre habían ido por libre se terminó convirtiendo en uno de los detonantes del boicot que los premios sufrieron el año siguiente, cuya edición no fue televisada ni contó con su habitual gala repleta de estrellas. Una investigación de Los Angeles Times desveló que, además de la falta de diversidad entre los miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, organizadora de los premios, más de 30 asociados habían viajado en 2019 a Francia al rodaje de la serie en una estancia rodeada de lujos. Las sospechas de corrupción y sobornos dentro de los premios fueron uno de los principales motivos de que los Globos estuvieran a punto de caer. Y una serie fue la que lo puso de manifiesto.

En 2023, los premios han regresado (es decir, han vuelto a ser retransmitidos por televisión) con propósito de enmienda incluido. Un presentador negro y gay, el humorista Jerrod Carmichael, se encargó de conducir una gala que ha demostrado su intención de recuperar el favor de Hollywood. Entre los premios televisivos, hubo para casi todos. Al contrario que los más conservadores Emmy, a los Globos de Oro siempre les ha gustado reconocer producciones recientes, a ser posible estrenadas después de que se celebren los Emmy (en septiembre), y así ser los primeros en celebrarlas. El patrón se ha repetido con algunas de las premiadas de este año. Por ejemplo, en la categoría de mejor drama, los Globos han dejado escapar la oportunidad de hacer justicia premiando el brillante final de Better Call Saul, o la conclusión de Ozark, o incluso ser la primera en reconocer el atrevimiento de Separación, en los primeros puestos de la mayoría de las listas de lo mejor de 2022, y se ha decantado por La casa del dragón (HBO Max), abriendo así el listado de premios para la precuela de Juego de tronos, estrenada, efectivamente, en septiembre del año pasado. Por cierto, Juego de tronos nunca ganó el Globo de Oro al mejor drama.

Otro título reciente, la segunda temporada de The White Lotus (HBO Max), se impuso sin sorpresa como mejor miniserie. La creación de Mike White, que en los Emmy competirá como drama, se mantiene aquí en las categorías destinadas a las series cortas o autocontenidas, donde se veía las caras con títulos —a priori, con menos opciones que ella de ganar— como Encerrado con el diablo, Dahmer, The Dropout y Pam & Tommy. En esta ocasión, los actores de reparto de miniseries o películas para televisión (signifique eso lo que signifique en la era de las plataformas) contaban con una categoría separada de los intérpretes de reparto de drama y comedia televisiva, que sí estaban agrupados juntos. Jennifer Coolidge, la excéntrica Tanya que ha dado continuidad a las dos primeras temporadas de The White Lotus, recogió, también sin sorpresa, su premio como mejor actriz de reparto en miniserie. Entre los hombres, el premiado fue Paul Walter Hauser, que interpreta a un asesino en serie en Encerrado con el diablo (Apple TV+). La interpretación de otro psicópata, Jeffrey Dahmer, ha dado a Evan Peters su primer Globo de Oro por la muy popular serie de Netflix Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer.

Colegio Abbott (en Disney+), representante casi en solitario de la televisión en abierto en estos premios (también estaba nominada Hilary Swank por la serie Alaska Daily, del canal ABC), llegaba como favorita de la noche con sus cinco nominaciones, más que ninguna otra serie. Y se fue también como gran ganadora al convertir en premio tres de sus candidaturas. La comedia sobre los profesores de un colegio público de primaria ha sido todo un éxito de público y crítica en Estados Unidos, y frente a otras firmes candidatas al galardón, como The Bear, Hacks, Solo asesinatos en el edificio u otro fenómeno de la temporada, Miércoles, Colegio Abbott se impuso como mejor comedia. De su reparto, mayoritariamente negro, recibieron estatuillas Quinta Brunson (también creadora de la serie) y Tyler James Williams.

Si Colegio Abbott es la firme heredera al trono de la comedia en abierto que Modern Family ocupó durante años, Yellowstone es el gran fenómeno del pago en Estados Unidos. Con ella, el guionista Taylor Sheridan ha construido todo un imperio televisivo, con diversas series derivadas —una de ellas protagonizada ni más ni menos que por Helen Mirren y Harrison Ford— y millones de espectadores. Aunque hasta ahora había sido prácticamente ninguneada por los premios grandes, los Globos de Oro han roto esa tendencia con el reconocimiento a Kevin Costner por interpretar al patriarca de una familia de rancheros. Yellowstone y sus derivadas, por cierto, no están disponibles en España.

El premio a Zendaya por la segunda temporada de Euphoria (HBO Max) sigue la estela que ya abrió los Emmys de reconocimientos a una actriz ya convertida en estrella que esta vez no acudió a la gala y, por tanto, no pudo eclipsar en la alfombra roja al resto de asistentes, como es habitual en ella. Jeremy Allen White, protagonista de la dramática y angustiosa The Bear (en Disney+), que competía como comedia, sí recogió el galardón que muy merecidamente reconocía su papel de chef desbordado por las circunstancias personales y profesionales que lidia con el duelo y la ansiedad. Julia Garner con Ozark (Netflix) y Amanda Seyfried con The Dropout (en Disney+) completaron el cuadro de premiados televisivos y un reparto de galardones que tuvieron para casi todos, pero que dejaron sin ningún premio a títulos multinominados como Hacks, Separación, Pam & Tommy, Solo asesinatos en el edificio o The Crown.

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