Sean Combs enfrenta cinco denuncias nuevas mientras el juez obliga a los fiscales a deshacerse de pruebas
El martes, tres hombres y dos mujeres acusaron al rapero de drogarles y abusar de ellos. Mientras tanto, la fiscalía, que había conseguido documentación de la celda del músico, se ha visto obligada a eliminarla por insistencia de la defensa
Está siendo una semana intensa para el caso de Sean Combs, el rapero conocido como Puff Daddy, que a mediados de septiembre fue acusado por un gran jurado de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución. El músico, que ha sido denunciado por acosos, abusos y violación por unas 150 personas, acudió el martes a una vista en Nueva York junto a sus abogados, que se quejaron de que los fiscales están utilizando documentos privados del cantante para su investigación, algo que hizo que el juez obligara a la fiscalía a eliminar dichos documentos. Pocas horas después, se conocían cinco nuevas demandas contra él.
Las denuncias se hicieron públicas en la noche del martes y han sido interpuestas por dos mujeres y tres hombres, todos en el anonimato, por supuestos delitos cometidos entre los años 2001 y 2022 tanto en Nueva York como en Miami (Florida). Todos acusan al rapero de drogarles y abusar de ellos. Están representados por el abogado texano Tony Buzbee, que el pasado 1 de octubre anunció que más de 120 personas habían presentado una demanda contra Combs por violaciones y abusos sexuales. Precisamente el martes también Buzbee recibía una denuncia de “una celebridad y figura pública que reside en Los Ángeles”, que le acusa de buscar capitalizar las denuncias contra Combs, de hacerle pasar por amigo del rapero solo porque coincidían en eventos y de “intentar extorsionarle descaradamente con sumas exorbitantes” así como de “presentar acusaciones horribles y absolutamente falsas contra él” como un “arma de una calculada trama para destruir su reputación sin base”. Ese famoso permanece en el anonimato, según CNN.
En cuanto a las cinco denuncias recibidas contra el músico conocido como Diddy, de los tres hombres, el primero vive en Texas y sus acusaciones se remontan a octubre de 2001, cuando hizo un casting para uno de sus videoclips. Acusa a Combs, a uno de sus guardaespaldas y a “un hombre caucásico” de violarle. Cree que le drogaron poniéndole sustancias en un refresco, porque recuerda perder la conciencia. El segundo es un residente de Georgia que acusa a Combs de abusar de él, cree que después de ser drogado, en una fiesta en casa del rapero en Nueva York en 2022, cuando él tenía 39 años. El tercer caso también tuvo lugar en 2022, en una fiesta, pero esta vez en Miami, y también afirma que le drogaron y violaron.
De las dos mujeres, una es texana, y explica que era menor de edad, con apenas 17 años, cuando ocurrieron los hechos en una fiesta del 4 de julio en la casa de los Hamptons de Combs. Tras perder la conciencia, despertó con mucho dolor y fue amenazada por el músico y sus guardaespaldas para que se marchara del evento. La otra, natural de Maryland, tenía 18 años en el momento del acoso, cuando Combs y su equipo de seguridad la invitaron a subir a su coche tras una fiesta de Halloween en Nueva York. Asegura que la drogaron y la obligaron a practicarles sexo oral a los hombres del coche.
Antes de conocerse las demandas, Combs había pasado por los juzgados para una nueva vista con el juez Arun Subramanian. Vestido con la ropa color caqui de la prisión y algo más delgado, esta vez no acudió esposado, ni de pies ni de manos, como habían solicitado sus abogados. Precisamente estos se quejaron formalmente de que la fiscalía está utilizando una serie de notas (11 folios, más otros ocho de una agenda) encontradas en la celda de Combs durante una redada en busca de drogas o de objetos de contrabando por parte de los responsables de la prisión. Gracias a ellas han sabido que Combs está tratando de usar a su red familiar de colaboradores para ponerse en contacto con testigos de los delitos y pedirles que se posicionen a su favor. Los abogados del músico argumentan que no entiende cómo esos documentos han ido a parar a la fiscalía: “Ha sido un fallo institucional absoluto”, ha afirmado Marc Agnifilo, que encabeza el equipo defensor. Agnifilo ha dejado ver que un hecho como ese puede llegar a desestimar la acusación o a que todo el equipo deba recusarse. Aunque la fiscalía afirma que esa documentación —notas familiares, números de teléfono, frases inspiracionales— había sido recibida por “un canal apropiado”, había pasado por un filtro y no contenía material privado, finalmente el juez ha decidido ordenar que se deshicieran de dichos documentos. Esta sería la primera victoria legal del equipo de Combs después de que se le haya negado dos veces la salida de la cárcel bajo fianza de 50 millones de dólares.
Sean Combs, de 55 años, se enfrenta a penas que pueden hacerle pasar el resto de su vida en la cárcel, tras recibir más de 150 denuncias. La primera fue hace ahora un año, a mediados de noviembre de 2023, cuando quien fue su pareja, la cantante Casandra Ventura, conocida como Cassie, le demandó por acoso, abuso, violaciones y palizas en una durísima denuncia que se archivó un día después tras llegar a un acuerdo extrajudicial. Desde entonces, ha recibido un goteo constante de demandas, que provocaron una investigación por parte del FBI y una acusación de tres graves delitos en septiembre, tras la evaluación de las pruebas por parte de un gran jurado. Está en una prisión de Nueva York a la espera de juicio, que tendrá lugar el 5 de mayo.
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