La felicidad ‘planificada’ del Valladolid

La relajada sexta plaza que ocupa actualmente el Valladolid tras sumar 16 de los 30 puntos disputados hasta el momento en este arranque de campeonato, coloca al conjunto de Sergio González en un escenario de calma inhabitual para un recién ascendido. La visita al Real Madrid en el Santiago Bernabéu de este sábado (16.15, beIN LaLiga) llega en un momento de acompasamiento deportivo y sentimental óptimos, circunstancia que se interpreta desde los despachos como la consecuencia directa del buen trabajo realizado por los distintos estamentos del club durante la planificación de la temporada. Una estrategia multiangular que han encajado de perlas en el regreso a Primera tras cuatro años de parón.

La elección de Sergio González

“Ahora mismo es el capitán del barco y tiene a los marineros haciendo lo que tienen que hacer”, asegura Miguel Ángel Gómez, director deportivo del Valladolid. En sus casi siete meses a cargo del equipo, el técnico catalán, que sustituyó a Luis César Sampedro y recogió al equipo 11º en la clasificación, lo ha dirigido a la máxima categoría con una filosofía de trabajo que ha calado absolutamente en el grupo que dirige. “Es un tío con sentido común, que va de frente con los jugadores, honrado, nada oscuro, y que habla con los suplentes y los no convocados igual que con los titulares”, abunda Gómez.

Rigor defensivo

Según señalan desde la secretaría técnica, una de las áreas de trabajo sobre la que ha dirigido más esfuerzos Sergio durante las sesiones de preparación tiene que ver con la parcela defensiva. El resultado ha colocado al Valladolid con siete tantos encajados en diez partidos, lo que le sitúa como el segundo equipo menos goleado de LaLiga, solo por detrás del Atlético (5). “En este equipo no hay estrellas, curran todos, y nadie tiene la condición de titular indiscutible. Eso, unido al trabajo táctico, ha creado un grupo muy compacto y muy solidario en el trabajo”, valora Gómez.

Efectividad goleadora

La faceta ofensiva del Valladolid, aunque menos destacada estadísticamente -con nueve goles marcados por siete futbolistas distintos es la sexta mejor marca del campeonato-, también advierte del elevado peso de los tantos en la consecución de los puntos y por lo tanto de su eficacia. “Una vez a la semana, Sergio y Diego Ribera (segundo entrenador) programan sesiones de trabajo con los centrocampistas y los delanteros dirigidas a mejorar la finalización de las jugadas de ataque intentando replicar situaciones parecidas a las de los partidos, lo que ayuda a que seamos más eficaces. Es un trabajo que impide que el gol sea cuestión de rachas”, indica Gómez. Leo Suárez y Enes Ünal, con dos tantos cada uno, son los máximos goleadores del equipo.

Reivindicación de la plantilla

Con un presupuesto aprobado de 32 millones de euros y un techo de gasto de menos de 24 (el más bajo de Primera) el Valladolid solo destinó 1,5 millones a reforzar la plantilla tras lograr el ascenso. Con ese dinero cerró el traspaso de Rubén Alcaraz y la cesión de Cop. “Casi el 40% de la plantilla no tiene experiencia en Primera, pero han demostrado que son futbolistas de máximo nivel. Han aceptado el reto de dar un golpe sobre la mesa y no han dejado que les pueda la presión”, señala Gómez, que añade: “A nivel estratégico, como club, otra clave para justificar estos resultados (cuatro victorias, cuatro empates y solo dos derrotas) también ha sido diseñar una plantilla compensada, con dos jugadores por puesto”.

Respuesta del aficionado

La asistencia media al estadio José Zorrilla en los cinco partidos que ha disputado hasta el momento el Valladolid como local supera los 18.600 espectadores, una cifra que se ha incrementado en más de 8.000 respecto a la de la temporada pasada. “Hay un ambiente de mucha ilusión alrededor del equipo que se fraguó a raiz de los playoff de ascenso a Primera que jugamos la temporada pasada. Pero también con ese último partido de liga ante Osasuna en el que nos lo jugábamos todo. Desde entonces la gente se ha ilusionado mucho y todos los que se subieron al barco no se han bajado”, apunta Gómez.