La selección de Bélgica en el Mundial de Qatar
Este torneo será la última oportunidad para que Roberto Martínez aproveche la mejor generación de futbolistas belgas, comandada por De Bruyne
El plan
El plan ya no tiene mucho de plan, es más bien un caso de “es lo que hay”. Roberto Martínez se ciñe a la misma táctica que introdujo hace seis años: el 3-4-3. Sin embargo, los jugadores han cambiado. Ya no está Vincent Kompany. Tampoco, Thomas Vermaelen, que estará en el banquillo como uno de los ayudantes del seleccionador. Cuando Bélgica se enfrentó a Gales y Páises Bajos en la Nations League en septiembre, la zaga contaba con tres jugadores de la Jupiler Pro League belga. Toby Alderweireld (Amberes) y Jan Vertonghen (Anderlecht), que han regresado recientemente a su país después de jugar en Qatar y en el Benfica, y luego el joven y prometedor Zeno Debast (18 años), que debutó en septiembre. El problema es que Alderweireld y Vertonghen ya no están al mismo nivel que en el Tottenham hace unos años.
Bélgica perdió dos veces contra Holanda en cuatro meses y su veterana y titubeante defensa es la principal preocupación. Thibaut Courtois no puede detener todos los ataques por sí solo. Las opciones en la defensa tampoco son demasiado alentadoras. Jason Denayer, la alternativa número 1 para jugar junto a Alderweireld y Vertonghen, ha tardado gran parte del verano en firmar por un club. Se entrenó por su cuenta durante varios meses antes de fichar por un club de Dubái en octubre.
En la delantera, Romelu Lukaku tuvo una mala temporada en el Chelsea. Se lesionó al regresar al Inter y no ha vuelto a estar en plena forma hasta octubre. Eden Hazard por fin parece libre de lesiones después de tres años de sufrimiento en el Real Madrid, pero no está teniendo muchos minutos por el momento.
“Eden sigue siendo muy valioso para Bélgica”, dijo Martínez sobre su capitán. “La cuestión es si puede jugar 90 minutos y si puede aguantar siete partidos en poco tiempo. Eden lleva mucho tiempo sin jugar a un nivel constante y eso tiene consecuencias. Pero ha demostrado su valía durante el último parón internacional”, explicó Martínez.
Hazard sigue siendo el titular, con Leandro Trossard como suplente. Por lo demás, Bélgica depende en gran medida de Courtois y Kevin De Bruyne, los dos últimos jugadores de clase mundial que le quedan.
Ránking de Bélgica
Los 26 de Bélgica
ALINEACIÓN PROBABLE
- 3-4-2-1
Courtois;
Dendoncker, Alderweireld, Vertonghen;
Meunier, Witsel, Tielemans, Carrasco;
De Bruyne, E Hazard;
Lukaku
El grupo F
La estrella, el héroe no reconocido, y el seleccionador
Kevin de Bruyne
Durante el reciente partido contra Países Bajos, Kevin De Bruyne se frustró. En el Manchester City juega con los mejores del mundo. Con Bélgica eso es cosa del pasado. Con Hazard y Lukaku a menudo desaparecidos, De Bruyne se ha consolidado aún más como el líder en el campo: el hombre que lo dicta todo. Bélgica depende ahora de su brillantez. En la Eurocopa 2020, De Bruyne sufrió una lesión de tobillo en la eliminatoria de octavos de final contra Portugal, pero aun así jugó infiltrado en la derrota de cuartos de final contra Italia. Eso demuestra su compromiso con la selección. En los últimos 10 partidos de competición ha participado en ocho de los 18 goles, pero no está jugando en su mejor posición; se desempeña como mediapunta, mientras que algunos de sus mejores partidos los ha hecho como interior.
Michy Batshuayi
En la que sería la alineación preferida de Martínez no hay realmente un héroe desconocido, pero cuando Lukaku no está, Bélgica puede recurrir a Michy Batshuayi. Inconsistente en su club durante muchos años, encadenando cesiones una y otra vez por el Chelsea, su fiabilidad la ofrece con Bélgica. Lukaku solo ha jugado un partido internacional en el último año, mientras que Batshuayi ha participado con Bélgica en cuatro de los ocho encuentros, y su registro goleador con la selección es de 26 tantos en 47 apariciones. No es una mala cifra. Su bagaje goleador es mejor que su participación general en los partidos, pero a veces es suficiente contra rivales de menor entidad. Un súper suplente.
Roberto Martínez
Todavía no se sabe quién será el sucesor de Martínez después del Mundial ni, de hecho, quién lo nombrará. Martínez compagina actualmente el cargo de director técnico y seleccionador nacional en la Federación Belga, pero su contrato se acaba a finales de año: ¿elegirá él mismo a su sucesor? Después de seis años, la paciencia del público belga se está agotando poco a poco, aunque lo que ocurra en Qatar definirá su legado. Martínez llevó a Bélgica al mejor resultado de su historia en un Mundial, el tercer puesto en Rusia 2018, pero no ha ganado ningún trofeo y la Eurocopa 2020 fue una decepción, ya que Bélgica fue eliminada por la Italia, a la postre campeona, en cuartos de final. Puede que la Generación de Oro sea recordada como la Generación de Bronce. El español está recibiendo cada vez más críticas por ceñirse a sus intocables; los aficionados esperan ver más experimentos y algunas caras nuevas. Incluso su actitud de Mr Brightside en las entrevistas y ruedas de prensa está empezando a frustrar a algunos. Ha perdido mucho crédito.
Postura sobre Qatar
Antes del partido de clasificación para el Mundial contra Bielorrusia en marzo de 2021, Bélgica se presentó con un equipo repleto de suplentes que salieron con camisetas adornadas con el lema: “El fútbol apoya el cambio”, haciéndose eco del mensaje de la selección de Países Bajos por las mismas fechas. La Asociación Belga de Fútbol también se unió a sus homólogos alemanes, holandeses, noruegos y suecos, diciendo: “Nos levantamos activamente contra el racismo y no ignoramos los problemas de Qatar. Exigimos una acción más contundente para mejorar las condiciones de trabajo y los derechos humanos en Qatar”. En septiembre, el director general de la Federación Belga de Fútbol, Peter Bossaert, declaró: “Bélgica lamenta que Qatar haya ganado la candidatura a la Copa del Mundo” y se unirá a Inglaterra y otros países en la campaña One Love, en la que el capitán llevará un brazalete con los colores del arco iris.
Himno nacional
¡Por el Rey, por la Libertad y por la Ley! El himno nacional belga se llama La Brabançonne y, según la leyenda, la canción fue escrita en 1830 durante la revolución belga. Se atribuye a un joven revolucionario llamado Jenneval, un actor francés que trabajaba en Bélgica, que al parecer leyó la letra durante una reunión en el café Aigle d’Or de Bruselas. La música está escrita por François Van Campenhout y se basa en una canción francesa llamada L’Air des lanciers polonais. La letra se modificó en 1860 para aclamar al reino y la independencia de los Países Bajos en 1830. La letra existe en las tres lenguas oficiales (francés, neerlandés y alemán), pero no se enseña en la escuela y muchos belgas no la conocen. De hecho, el político Yves Leterme empezó a cantar accidentalmente La Marsellesa, el himno nacional francés, cuando le preguntaron por la letra del himno belga.
Héroe de culto de todos los tiempos
Cuando se le pide a Ronaldo (el brasileño) que nombre a sus mejores compañeros de equipo, en ocasiones da como respuesta a Luc Nilis. “Jugamos juntos en el PSV durante dos años y medio”, dijo una vez. “Siempre me dio grandes asistencias. Siempre, en cada partido. Más que [Zinedine] Zidane. Cuando encaraba al portero no era egoísta y se aseguraba de que yo marcara. Era increíblemente generoso”. Nilis marcó goles brillantes cuando jugaba en Países Bajos, pero su talento nunca fue plenamente reconocido en Bélgica, en parte porque sólo marcó 10 tantos en 56 partidos con la selección nacional. En su club consiguió casi 300 en 475 partidos. Su carrera terminó cuando sufrió una doble fractura en la espinilla derecha en su tercer partido con el Aston Villa y, como la lesión se infectó, se llegó a temer que tuviera que amputarse la pierna. Nilis, muy querido por los aficionados al fútbol en Bélgica, pasó por momentos oscuros tras la lesión, pero ahora entrena en ligas inferiores.
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