Intelectuales no socialistas, contra la "nueva derecha" francesa

La decisión del conocido filósofo y analista Raymond Aron de no participar en un coloquio de intelectuales franceses contrarios al socialismo, actualmente en el poder, ha contribuido el pasado fin de semana al fracaso de un foro, organizado por la nueva derecha y encaminado a crear una alternativa frente al régimen de François Mitterrand.

Ante la impotencia de la oposición política que perdió el poder el pasado mes de mayo, el mundo intelectual trataba, por primera vez lanzar la formulación ideológica de una futura plataforma para la reconquista del Estado.Con este fin, según sus organizadores, se intentó reunir en París a personalidades de la cultura y de las distintas familias liberales de Occidente.

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Para ello, los muros de las calles de la capital francesa y páginas enteras de la Prensa anunciaron el acontecimiento con varios días de antelación.Pensadores, escritores, intelectuales conocidos de varios países europeos fueron presentados como participantes en el foro, junto a lo más florido del liberalismo galo. Por eso era esperada con expectacíón esa eventual "respuesta de la inteligencia".

Pero todo se vino abajo la semana pasada cuando Aron levantó la voz para denunciar como instigadores del coloquio a los dos más brillantes ideólogos de la nueva derecha: el filósofo Alain de Benoist y el escritor y director del semanario Le Figaro Literaire, Louis Pauwels. "Me he opuesto siempre a quienes querían imponer silencio a la nueva derecha. Pero, de igual manera, siempre he dicho y escrito que me opondré a lo que constituye su propósito fundamental: la conquista del poder intelectual. De Benoist y Pauwels representan una extrema derecha que no puede ser el punto de encuentro de una oposición a la nueva mayoría francesa".

Estas palabras de Aron sonaron como una alarma: los cinco reputados intelectuales de EE UU que debían asistir, el disidente soviético Vladimir Bukowski, otros nombres europeos y la plana mayor de los intelectuales franceses anunciaron su retirada del foro.

En última instancia, Pauwels afirmó públicamente que no pertenecía a la nueva derecha, y, para apaciguar los temores de los demás, De Benoist hizo saber que no participaría en los trabajos.

Pero el propio PauweIs, el domingo, al final del foro, reconoció que la intervención de Aron había sido catastrófica.

La "respuesta de la inteligencia" al mitterrandismo se desarrolló en varias mesas redondas, animadas por Pauwels, así como por algunos intelectuales y políticos del giscardismo, ante más de mil personas.

Se criticó Ia mística socialista", "la impregnación marxista de la sociedad" y se le culpó al gaullismo y al giscardismo de haber menospreciado el poder cultural y de haberse preocupado únicamente de la gestión del país.

Estos foros seguirán celebrándose, pero se cree que su equívoco comienzo dificultará otras reuniones de todas las tendencias liberales.