El Gobierno ruso supera la moción de censura del Parlamento tras la destitución de dos ministros
La mayor crisis política de Rusia desde el otoño de 1993 se resolvió ayer pacíficamente cuando la Duma Estatal -la Cámara baja del Parlamento- rechazó una nuca moción de censura contra el Gobierno de Víktor Chernomirdin. Acto seguido, éste retiró la petición de voto de confianza en su Gabinete, que difícilmente hubiera pasado y que, por tanto, hubiera provocado la disolución de la Duma y la celebración de elecciones legislativas anticipadas. La votación en el Parlamento se resolvió a favor de Chernomirdin después de la destitución, el viernes, de dos ministros y dos altos cargos, todos ellos responsables de la seguridad en Rusia, como consecuencia de la crisis de los rehenes de Budiónnovsk.
A favor del cese del Gobierno votaron 193 diputados -el partido comunista, la mayoría del Partido Agrario, el ultranacionalista Partido Liberal Democrático, el Partido Democrático y el grupo Yábloko-, y en contra, 117 -Opción e Rusia, Partido de Unidad y Concordia y el grupo Estabilidad- y 48 se abstuvieron. Para que la moción de censura fuera aprobada se necesitaban 226 votos.La semana pasada, la Duma había pasado una primera moción de censura y Chernomirdin contraatacó presentando una moción de confianza en su Gabinete, lo que puso a los diputados en una delicada situación, ya que eso signicaba que, sí esta moción no era aprobada -y reunir 226 votos, como demostró la sesión de ayer, hubiera sido imposible para el primer ministro-, el presidente ', según la Constitución, debía destituir al Gobierno o disolver la Duma y convocar elecciones parlamentarias anticipadas en el plazo de tres meses.
Borís Yeltsin no ocultó cuál sería su decisión, y advirtió de que ante tal dilema disolvería la Cámara baja, cosa que no convenía en absoluto a los legisladores. Por ello se comenzó a buscar frenéticamente fórmulas de compromiso. Como primer paso, la Duma votó a favor de recomendar al presidente la destitución de los llamados ministros de fuerza, recomendación que en gran parte fue atendida por Yeltsin el viernes, cuando despidió al viceprimer ministro responsable de las Nacionalidades, Nikolái Yegórov; al ministro del Interior, Víktor Yerin; al director del Servicio Federal de. Seguridad, Serguéi Stepashin, y al gobernador de la provincia de Stávropol, Yevgueni Kuznetsov.
Además, la semana pasada se formó una comisión negociadora que alcanzó el compromiso realizado ayer: la Duma votaba por segunda vez una moción de censura y, si ésta no pasaba, Chernomirdin retiraba su petición de voto de confianza.
"Una victoria común"
"La votación que acaba de celebrarse en la Duma ha puesto fin a la crisis parlamentario-gubemamental", señaló el primer ministro al retirar la petición de un voto de confianza en su Gobierno. "En el compromiso que hemos encontrado no hay perdedores, sino una victoria coínún", subrayó Chemomirdin. Esta victoria consiste en que "la crisis parlamentario-gubernamental se ha resuelto exclusivamente según la Constitución". Al destacar. este aspecto, Chernomirdin seguramente tenía en mente que la anterior crisis se resolvió anticonstitucionalmente y terminó con el bombardeo del Sóviet Supremo en otoño de 1993.
"Estoy muy contento de que el presidente tomase una serie de decisivas y necesarias medidas", declaró ayer Yegor Gaidar, líder de Opción de Rusia y, ex primer ministro, comentando las destituciones el viernes de Nikolái Yegórov, viceprimer ministro responsable de las Nacionalidades; Víktor Yerin, mínistro del Interior; Serguéi Stepashin, director del Servicio Federal de Seguridad, y Yevgueni Kuznetsov, gobernador de Stávropol. Todos ellos directamente responsables de los acontecimientos de Budiónnovsk, cuando un comando checheno de más de cien hombres se atrincheró en el hospital local reteniendo durante seis días a más de un millar de rehenes. Sin embargo, Gaidar no está satisfecho, ya que Pável Grachov ha conservado la cartera de Defensa. El líder comunista Guennadi Ziugánov declaró, por su parte, que si el Gabinete de Chernomirdin "continúa con el actual curso socioeconómico, al fin caerá".
El gran ganador de ayer fue, indudablemente, Víktor Chernomirdin, que se perfila ahora como el candidato a la presidencia más conveniente para aquellas fuerzas que desean la continuidad de las reformas y la estabilidad política en el país.
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