Los obispos de Alemania eluden el requerimiento del Papa sobre el aborto

Los obispos alemanes han ganado tiempo al anunciar ayer una fórmula de compromiso para satisfacer al Papa y seguir, simultáneamente, integrados en el sistema legal de asesoramiento a las mujeres embarazadas que quieren abortar. Sin embargo, el deseo de nadar y guardar la ropa de la curia alemana ha agudizado aún más la polémica y ha provocado una oleada de reacciones críticas, incluida la del propio Gobierno alemán.

Según la decisión tomada por los obispos, que fue dada a conocer ayer por el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Karl Lehmann, el certificado legal para realizar un aborto, emitido por una asesoría católica, deberá incorporar la siguiente frase: "Este certificado no puede usarse para realizar un aborto legal", no muy alejada de la usada hasta ahora, que rezaba: "La expedición de este volante de asesoría no implica la aceptación del aborto". Juan Pablo II había dado de plazo hasta finales de año para que los obispos alemanes encontrasen una solución que no dejara ambigüedades sobre la incompatibilidad del aborto con el dictamen de un consultorio católico, y la Iglesia católica alemana quiere comenzar a aplicar esta fórmula a partir de octubre. La ministra de Asuntos Familiares, la socialdemócrata Christine Bergmann, lamentó ayer la decisión de los obispos y manifestó que comprobará la compatibilidad del certificado propuesto por los obispos con la normativa legal de los diversos estados federados alemanes. "Al margen del resultado de estas comprobaciones, hay que constatar que esta decisión produce una inseguridad legal y una carga psíquica suplementaria", señaló la ministra.

"Ningún poder del mundo"

Lehmann insistió ayer en que el Pontífice no ha pedido a la Iglesia alemana que abandone el sistema de asesorías, ni que deje de emitir los certificados. El Papa quiere que el certificado no pueda ser utilizado "para la realización de abortos legales" y que el "carácter legal y moral" del documento quede totalmente claro y sin ambigüedades. Observadores políticos y religiosos señalan que la fórmula encontrada por la Conferencia Episcopal alemana se presta a controversia e incrementa la confusión. "En última instancia, la mujer tiene la libertad de elegir. ningún poder del mundo puede impedirlo", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal, que admitió, sin embargo, la existencia de tensiones entre este reconocimiento y la aspiración de la Iglesia Católica a seguir asesorando en el aborto. La vicepresidenta del Comité Central de los Católicos Alemanes, Annette Schavan, ha considerado que la petición del Papa crea inseguridad. La validez de los certificados que recomiendan los obispos es una cuestión jurídica y no política, ha dicho la influyente Schavan, que es vicepresidenta de la CDU, y una de las figuras de referencia del catolicismo alemán. "Los que están a favor del mantenimiento de la asesoría están en principio satisfechos", ha dicho Schavan, que ha lanzado la idea de crear una fundación para organizar las asesorías católicas.