Straw abre una puerta al juez para que ordene la entrega a España del informe médico
ENVIADO ESPECIALEl Ministerio de Interior británico ha abierto la puerta al juez Maurice Kay, que hoy zanjará el pleito sobre la liberación del general Augusto Pinochet, para que, si así lo desea, ordene la entrega a España (y a los otros países que solicitaron la extradición) del informe médico confidencial que ha determinado la decisión preliminar de liberar al ex dictador. La sugerencia explícita está contenida en una declaración jurada de Godfrey Nicholas Stadlen, jefe de la Unidad de Cooperación Judicial del Ministerio de Interior, aportada al Alto Tribunal de Justicia.
El juez Kay, que anunciará hoy su decisión a las 10.30 (11.30, hora de Madrid), ha dicho algunas cosas durante las sesiones del miércoles y jueves en el Alto Tribunal de Justicia que no dejan lugar a dudas sobre su posición: es reticente a dar el permiso para la presentación del recurso de revisión judicial contra la decisión preliminar de liberar a Pinochet adoptada por el ministro Jack Straw. Sin embargo, fuentes judiciales han señalado que el obstáculo mayor sigue siendo la confidencialidad del examen médico que ha utilizado Straw para fundamentar su resolución preliminar, que, según todo indica, será definitiva."Maurice Kay odia esta petición, eso se ha notado mucho. Pero al mismo tiempo se da cuenta de que justificar el secreto del examen médico es un cheque en blanco al Home Office. Por eso se ha tomado tres días. Para tratar de justificar su decisión", dijo un abogado que participa en el pleito.
El Home Office, empero, ha dado al juez una alternativa a ese cheque en blanco. En una declaración jurada (affidavit) aportada al Alto Tribunal en nombre del ministro, Godfrey Nicholas Stadlen, jefe de la Unidad de Cooperación Judicial del Home Office, señala que "el ministro atenderá cualquier orientación que el tribunal pueda elegir en este asunto, y procederá a hacer cualquier nueva revelación que el tribunal pueda considerar apropiado, aceptando que la orientación del tribunal prevalecerá sobre cualquier derecho del senador Pinochet que resulte de compromisos que fueron asumidos por el ministro".
Si se tiene en cuenta que Straw ha asegurado que España es la única parte que tiene título para recurrir (al que ha renunciado por razones presuntas de política exterior), la iniciativa supondría, si el juez la refrenda, entregar el informe a las autoridades españolas, y quizá también a Bélgica, Francia y Suiza, países que han solicitado la extradición. Por otra parte, Bélgica es el país que está pleiteando para conseguir el informe, no España.
Quieren una decisión rápida
La oferta es explícita. Stadlen, que ha declarado por escrito, señala que "el ministro desearía que cualquier procedimiento, sea por la vía de la revisión judicial, o intento de revisión de su rechazo de revelar de forma más amplia el informe médico, sea dispuesto en uno u otro sentido rápidamente, y a ser posible en esta petición de permiso para recurrir , de modo que pueda proceder con celeridad a adoptar una decisión final sobre si la situación de salud del senador Pinochet justifica una decisión de no extraditarle".
El juez Kay, pues, tiene delante varias alternativas. Puede negar lo que se llama locus standi, esto es, la consideración de parte a Bélgica y Amnistía Internacional, y rechazar, sumariamente, la petición de permiso para recurrir. Otra posibilidad consiste en abordar la cuestión de fondo: ¿existen argumentos de ley para recurrir? Y considerar que el ministro del Interior puede liberar a Pinochet con un informe médico confidencial. Una tercera posibilidad es utilizar la invitación de facto del Ministerio del Interior a ordenar la entrega a España del informe médico, siempre con la condición de confidencialidad. La cuarta es la de permitir que se presente el recurso de revisión judicial y convocar una vista.
Mientras, varias agencias de noticias internacionales se hicieron ayer eco de la noticia publicada por EL PAÍS según la cual fue Straw quien ofreció a Pinochet mantener la "entera confidencialidad" del examen médico al que le propuso someterse el 5 de noviembre de 1999, en una carta privada, publicada ayer en este periódico.
El diputado laborista Jeremy Corbyn anticipó ayer que hará una presentación hoy ante la Cámara de los Comunes para pedir explicaciones al ministro sobre los hechos, a partir de las cartas reveladas ayer. Hasta ahora, Straw había atribuido la exigencia de confidencialidad y secreto del informe médico, que ha propiciado la decisión preliminar de liberar a Pinochet, a una iniciativa del ex dictador. Sin embargo, el intercambio de ocho cartas entre el Ministerio del Interior y la defensa del general Pinochet indican lo contrario.
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