Dos nuevas penas capitales por el atentado con gas sarín en Tokio

Reconocieron los hechos

Los tribunales japoneses condenaron ayer a muerte a Toru Toyoda y a Kenichi Hirose, antiguos miembros de la secta La Verdad Suprema, por participar en el atentado con gas sarín cometido en el metro de Tokio en 1995; allí murieron 12 personas y 5.400 resultaron afectadas. Las sentencias contra Toyoda, de 32 años, e Hirose, de 36, son la tercera y cuarta penas capitales contra miembros de la secta por el atentado. Otro seguidor del culto, Shigeo Sugimoto, de 41 años, fue condenado a cadena perpetua por actuar como conductor de uno de los automóviles en que se trasladaron los autores del atentado. El ministerio fiscal solicitó esas tres condenas en las conclusiones de los juicios contra los dos seguidores del culto fundado por el guru Shoko Asahara.

El juez Manabu Yamazaki, encargado del caso, indicó que los dos condenados participaron en el proceso de rearme del culto, que comenzó en 1990 y culminó con el arresto de Asahara y sus más cercanos seguidores cinco años después del acto terrorista en Tokio. En los últimos meses, los ex miembros Masato Yokoyama, de 36 años, y Yasuo Hayashi, de 42, fueron condenados a sentencias capitales por los envenenamientos con el gas sarín, aunque sus abogados han apelado la decisión judicial.

Durante el juicio, los tres acusados reconocieron los hechos que se les imputaron, pero trataron de justificarlos al alegar que el guru Asahara controlaba sus mentes. A Toyoda, uno de los dos condenados a muerte, también se le encontró culpable del envío de un paquete bomba contra el entonces gobernador de Tokio, Yukio Aoshima. Su secretaria perdió todos los dedos de la mano izquierda al abrirlo.En el juicio, Toyoda e Hirose fueron declarados culpables de preparar la fabricación de 1.000 rifles automáticos del tipo AK-74 entre 1994 y 1995, los años de mayor actividad delictiva de La Verdad Suprema. No obstante, sólo se fabricó un único prototipo.

La secta ha pedido disculpas a la sociedad japonesa por el atentado y se ha comprometido a pagar compensaciones a las familias de las víctimas. El guru Asahara se enfrenta a 17 cargos en el Tribunal de Tokio, entre los que figuran los de conspiración y asesinato.