Snowden no se arrepiente de las filtraciones: “Fue una liberación”
El exanalista de la NSA, refugiado en Rusia, afirma que el poder de los gobiernos se ha limitado tras las revelaciones
Edward Snowden, el antiguo trabajador de Agencia Nacional de Inteligencia de EE UU (NSA) que hace cinco años filtró documentos secretos, no se arrepiente de lo que hizo, a pesar de que tuvo que abandonar su país y vive refugiado en Rusia. Durante una charla telefónica con The Guardian, el diario que reveló su identidad en junio de 2013 tras divulgar algunos de los secretos de Snowden, el exanalista de inteligencia asegura que lo que hizo fue "aterrador, pero liberador. Sabía que mi vida cambiaría, pero no había vuelta atrás", confiesa.
Snowden, uno de los fugitivos más famosos del mundo a sus 34 años, decidió hace cinco años contar cómo la NSA espiaba las comunicaciones de millones de personas. Las filtraciones de documentos -solo el 1% de los que tenía en su poder el exconsultor de la agencia de espionaje- pusieron en jaque a la NSA, así como las operaciones en curso de otros servicios de espionaje de Estados Unidos.
El estadounidense ha asegurado a The Guardian que su vida es ahora más incierta que nunca, dado que la protección de Moscú depende de la voluntad del presidente ruso, Vladímir Putin, y las agencias de inteligencia de EE UU y el Reino Unido "no le han perdonado", según el diario. ¿Y ha servido para algo, además de para cambiar su vida para siempre?
"Hay gente que dice que nada ha cambiado, que todavía existe la vigilancia masiva. Pero no es así como hay que medir el cambio. Si miramos hacia atrás, antes de 2013, y vemos lo que ha pasado desde entonces, todo ha cambiado", sostiene Snowden.
"Ahora sabemos. Ahora la gente conoce lo que ocurre. La gente todavía no tiene poder para detenerlo, pero lo estamos intentando. Las revelaciones han logrado que la lucha sea más igualada", resalta. "Además", añade, "si hubiera querido mantenerme seguro, no hubiera abandonado Hawái". Snowden sostiene que gracias a sus revelaciones los gobiernos y las grandes empresas se aprovecharon de la ignorancia del público, que ahora sabe qué hacen y cómo puede rebelarse.
Los servicios secretos se han visto obligados a asumir que todo el material al que llegó a tener acceso el estadounidense como consultor de la NSA ha quedado comprometido, según The Guardian.
David Omand, exdirector del GCHQ, se mostró de acuerdo en que las filtraciones provocaron daños a las agencias de inteligencia, aunque resaltó que las acciones de Snowden contribuyeron a mejorar la legislación. "Ahora existe un marco legal más sólido y más transparente para captar la información de inteligencia necesaria. Eso habría ocurrido igualmente, por supuesto, pero sus acciones sin duda aceleraron el proceso", sostiene Omand.
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