El Hospital Militar de Sevilla reabre, pero a medio gas
El nuevo centro funcionará a un tercio de su capacidad solo para pacientes covid. Su plantilla no está asegurada cuando amaine la pandemia
En medio de la tercera ola y cuando Andalucía ya ha rebasado el pico de hospitalizaciones registrado en el segundo embate de la pandemia, el próximo 1 de febrero reabrirá sus puertas el antiguo Hospital Militar de Sevilla. Será un estreno parcial, con solo dos plantas para atender exclusivamente a pacientes de coronavirus. La Junta ha trabajado a contrarreloj para dotarlo del personal suficiente y arrancar en esta primera fase. El proceso está bajo el escrutinio de los sindicatos, que reclaman que toda la gestión sea pública, que no se merme de profesionales a otros centros y que se determine cuál será su futuro cuando la pandemia amaine. En definitiva, que se disipen los temores de que el anhelado cuarto hospital de Sevilla, bautizado como Hospital de Emergencia Covid-19, no se convierta en un nuevo Isabel Zendal, el polémico centro de emergencias de la Comunidad de Madrid.
El Hospital Militar —un coloso de 83.000 metros cuadrados con 13 plantas que albergaban 750 plazas— se reabrirá con solo 48 camas ordinarias y 9 UCI, un tercio del total de la capacidad prevista para su primera fase: 144 camas y 25 UCI, que se ocuparán “en función de las necesidades”, indican fuentes hospitalarias. Para atender a esta primera dotación se han contratado 282 profesionales, entre sanitarios y administrativos. De ellos, 17 son facultativos adscritos, en su mayoría al Virgen del Rocío y que serán sustituidos de manera parcial, indican fuentes sindicales. El resto es personal que también procede de este hospital —cuyas plazas sí se han repuesto en su totalidad― y de la bolsa de contratación, indican las mismas fuentes.
La presión en las UCI andaluzas no para de crecer justo cuando la provincia de Sevilla se prepara para recibir pacientes de otros territorios de Andalucía con hospitales saturados. En esta coyuntura, preocupa la dotación de más plantilla para atender a las nuevas camas que pudieran habilitarse en el Militar. “Estamos hablando con los gerentes de otros hospitales para la redistribución de personal, hemos cerrado una parte importante de las consultas y de las operaciones no esenciales por lo que parte de ese personal sanitario irá al Hospital Militar en función de los ingresos”, indica el consejero de Salud, Jesús Aguirre, preguntado al respecto. Por parte de los sindicatos se advierte de que nadie les ha informado de esta solución que, además, recalca Luis González, portavoz de CC OO en el Virgen del Rocío, no puede llevarse a cabo si no hay acuerdo previo. “La dotación prevista es suficiente en todos los ámbitos, pero nos preocupa que se merme la plantilla del Virgen del Rocío que ya está cogida con alfileres, para dotar al Militar”, advierte Rafael Carrasco, presidente del Sindicato Médico de Sevilla.
Tampoco está claro el futuro del Hospital Militar más allá de la pandemia. Su recuperación se publicitó como la solución para acabar con el déficit de plazas hospitalarias en Sevilla, la provincia con menor porcentaje de España (1,5 por cada 100.000 habitantes, según el Colegio de Médicos de Sevilla). En los presupuestos andaluces de 2021 se ha reservado una partida de 26 millones para completar las instalaciones. “Queremos que sea una continuidad. Sevilla necesita un cuarto hospital”, añade el consejero.
“Recelamos del hecho de que dependa del Virgen del Rocío y no tenga una gestión propia”, indica María José Bernabé, portavoz de la sección sindical de UGT en ese centro. “Ni desde la gerencia de este hospital ni desde el SAS nos dan garantías de qué va a pasar cuando bajen los contagios, qué nuevas plantas se abrirán, cómo se dotarán, qué reformas van a ser necesarias”, abunda González, desde CC OO. El presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Alfonso Carmona, es más optimista: “Su ampliación y la plantilla en el futuro se hará de una manera racional, hay muchos profesionales de atención primaria que quieren trabajar en hospitales, mientras haya pacientes habrá médicos”, asegura.
El rescate del Hospital Militar, que fue un referente en su categoría en Europa y cuyo futuro sepultó la crisis económica y la indecisión política, se ha convertido en uno de los proyectos estrella del nuevo Gobierno andaluz. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, pronunció su discurso de Año Nuevo desde la planta habilitada para luchar contra la pandemia, pese a que los trabajos de acondicionamiento no habían finalizado. La obra, en la que se han invertido más de 30 millones de euros, se inició en agosto, azuzada por la pandemia, y se entregó el pasado martes. A lo largo de esta semana, los profesionales asignados se irán incorporando al centro para familiarizarse con él de cara a recibir el próximo lunes a los primeros pacientes, todos provenientes de los hospitales saturados de Sevilla. La crisis del coronavirus, que tantos proyectos se ha llevado por delante, ha permitido acelerar su rehabilitación. Una noticia dulce que podría tornarse amarga si no se le dota de medios materiales y humanos para garantizar que se consolide.
Abandonado durante 15 años
El Hospital Militar ha sido un edificio abandonado y reducido a escombros durante los últimos 15 años, desde que el Ministerio de Defensa lo traspasó a la Junta en 2004. La puesta a punto de la sala segunda para atender a los ingresados; de la primera con la sala de Rayos X; y la entrada para las admisiones, rompe con esa imagen ruinosa a la que se habían acostumbrado los sevillanos durante tres lustros.
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