Los sindicatos avisan de que la renovación de los contratos covid no resuelve el deterioro de la sanidad pública en Andalucía: “Afianzarte no es renovarte”

Nuria Rico —que prefiere no dar su nombre real― lleva todo el día pendiente de que suene el teléfono y al otro lado de la línea el Servicio Andaluz de Salud (SAS) le confirme que su contrato covid como fisioterapeuta en el distrito metropolitano de Granada se va a renovar durante seis meses más. “Esta espera es inhumana, vivimos en una constante incertidumbre”, explica a este diario. La Junta de Andalucía ha confirmado que a partir del 1 de enero de 2023 renovará los contratos de los 12.000 profesionales sanitarios realizados para combatir la pandemia. Los médicos —949― disfrutarán de una prórroga de un año y el resto de 11.105 integrantes de ese contingente lo hará por la mitad de tiempo, de acuerdo con los datos ofrecidos este martes por la consejera de Salud, Catalina García.

La renovación de los 12.000 profesionales con contrato covid ha sido una de las principales reclamaciones de los sindicatos y los colectivos de profesionales del sector, que el pasado 26 de noviembre protagonizaron la primera gran manifestación contra el Gobierno de mayoría del PP en la Junta de Andalucía. Desde Salud se alegaba que había que limar unas cuestiones técnicas con la Consejería de Hacienda para poder ultimar la ampliación de esos contratos y “tras evaluar las necesidades” en el SAS, este martes se ha anunciado una continuidad que, sin embargo, ha levantado los recelos de los sindicatos que advierten de que eso no es suficiente para resolver el deterioro de la sanidad pública en la comunidad, en especial el de una atención primaria colapsada. También alertan de que pueden camuflarse y solaparse con las contrataciones de refuerzo en Navidad y, en el caso del de Enfermería (SATSE), se cuestiona que sus renovaciones sean de menor duración que las de los de los médicos.

“La renovación de los 949 médicos, aunque representen el 8% del total de contratos covid, es positivo, igual que el hecho de que sea este colectivo el que lo haga con una mayor duración. Y a ver si después se renuevan más”, señala Rafael Carrasco, presidente del Sindicato Médico de Andalucía. Desde SATSE la opinión es menos satisfactoria. “En el caso de enfermeras o fisioterapeutas ofertar solo seis meses, aplaza de nuevo el problema al verano, cuando a 30 de junio finalicen estas contrataciones”, indica José Sánchez Gámez, secretario general de la organización sindical en Andalucía. La consejera ha explicado que se ha decidido que sean los médicos quienes tengan los contratos de mayor duración porque “es la categoría con mayor déficit estructural”.

“Seis meses es poco tiempo, porque se volverán a juntar las renovaciones con los contratos por vacaciones, como está pasando ahora en Navidad”, indica Rico, que, no obstante, reconoce que los contratos de mayor duración los ha firmado durante el covid. “Llevo 10 años en esta situación, esperando que suene el teléfono cada vez que finaliza un contrato. Es horrible: si te llaman tres veces y no lo coges pierdes el contrato, a mí ya me pasó una vez”, recuerda. Ella, con 40 años y dos hijos, no tiene la capacidad de otros compañeros de irse a Francia, donde los contratos son más largos, están mejor remunerados y su profesión mucho mejor valorada. “En nuestra categoría se va mucha gente al extranjero”, apunta.

Los profesionales que renueven a partir del 1 de enero, no tienen por qué hacerlo ni en el mismo centro en el que ahora están asignados ni en la misma especialidad, tal y como ha confirmado la consejera de Salud, porque las llamadas se realizan en función del puesto que se ocupa en la bolsa de trabajo. Rico está por la mitad y entre las muchas preocupaciones que tejen la incertidumbre en la que se asienta su día a día se encuentra la de que, por el baremo, la llamen para una de las plazas de refuerzo para las Navidades y no para la renovación. Lucía Robles —también nombre ficticio― sí tiene esperanzas de que la llamen en los próximos días. Es médico de Urgencias en el Hospital Militar y está en la parte alta de su bolsa de trabajo, pero ignora dónde irá y en qué destino.

“La renovación es mejor que nada, pero lo que deberían hacer es ofrecer una plaza estructural. Afianzarte no es renovarte por un año”, señala. Robles tiene 50 años y como muestra de la inestabilidad laboral en la que está inmersa, certifica que en los últimos dos ha encadenado cinco contratos. “Esta situación no es nueva, la estabilidad laboral en el sistema sanitario brilla por su ausencia. Hace cinco años en lugar de 12.000 plazas hubieran renovado 1200, es verdad, pero también la situación es muy distinta”, abunda.

Todos los sindicatos sanitarios dan la bienvenida a la renovación, pero advierten de que eso no resuelve el problema de deterioro de la sanidad pública en Andalucía. “Esto no viene a paliar el déficit que existe de profesionales”, advierte Carrasco. Desde UGT Andalucía, Antonio Macías, su secretario del Sector de Salud, Servicios Sociosanitarios y Dependencia, recuerda que en 2021 la Junta ya decidió prescindir de 8.000 de los 20.000 profesionales sanitarios contratados para hacer frente a la pandemia. “Desde la Consejería no se nos ha dado ninguna explicación ni sobre la ampliación de los contratos covid, ni sobre los planes de contingencia para Navidad”, señala.

El presidente del sector de Sanidad de CSIF Andalucía, Victorino Girela, como Robles, llama la atención sobre la importancia de que las plazas que se renuevan, y que llevan cubriéndose desde 2020, no se consideren de carácter eventual, sino parte de la plantilla de 120.000 profesionales del SAS. “Estos efectivos deben hacerse estructurales dentro del sistema sanitario público andaluz, ya que también son estructurales las necesidades que están cubriendo, como ha quedado sobradamente demostrado”, indica. En SATSE cuantifican esa importancia. “La pérdida de los más de 5.800 contratos de enfermeras, enfermeras especialistas y fisioterapeutas supondría mermar la actual plantilla del SAS en estas categorías en casi un 20% por ciento, una cifra inasumible para el Sistema Sanitario Público”, advierte Sánchez.

Sobre esa falta de voluntad política de incrementar la plantilla por parte de la Junta llama la atención Sebastián Martín Recio, médico de atención primaria jubilado y portavoz de Marea Blanca, la plataforma que lideró la manifestación del pasado 26 de noviembre en defensa de la sanidad pública. “La renovación es una buena noticia, qué duda cabe, pero eso no obvia el problema, porque con estos 12.000 contratos el deterioro de la sanidad pública ya era evidente. Prorrogarlos, sin aumentar el número de profesionales, implica prorrogar el problema”, advierte. “Y dentro de seis meses nos encontraremos de nuevo con el problema de la renovación de los 11.000 profesionales que se quedan en el limbo”, añade. Desde Marea Blanca se calcula que habría que contratar a 4.000 profesionales para reforzar la atención primaria y a otros 4.000 para poder abrir los hospitales por la tarde y evitar derivaciones a los centros privados. “¿Dónde está la voluntad política de superar la situación actual de deterioro de la sanidad púbica?”, insiste Martín.

El Sindicato Médico ha preparado un mes de diciembre de concentraciones —la próxima este mismo viernes― para reivindicar una atención primaria de calidad. La decisión de la Junta de renovar los contratos covid no les va a mover de un plan que tiene en el horizonte la convocatoria de una huelga el 27 de enero. “Nuestras quejas y nuestro malestar no se palían con esta medida de la Junta”, afirma Carrasco.