Pérez de Cuéllar pide a Suráfrica que levante el estado de emergencia y negocie con la mayoría negra

El secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, que asistió ayer en la catedral de Notre Dame de París a una jornada de oración por la paz, la justicia y la reconciliación en África del Sur organizada por el arzobispo Jean Marie Lustiger, pidió a las autoridades surafricanas que levanten el estado de emergencia y negocien el futuro del país con la mayoría negra. En la noche del sábado, más de 100.000 personas asistieron a un concierto "contra el racismo y el apartheid", en pleno centro de París, organizado por S.O.S. Racisme.

Pérez de Cuéllar, y el presidente de Senegal y de la Organización para la Unidad Africana (OUA), Abdu Diuf, presidirán hoy en París, coincidiendo con el décimo aniversario de la matanza de Soweto, la inauguración de una conferencia internacional de cuatro días sobre sanciones contra África del Sur.La conferencia, que fue convocada el pasado mes de diciembre por la Asamblea General de la ONU ante las presiones de los países africanos y del Movimiento de los No Alineados, tiene pocas posibilidades de llegar a acuerdos eficaces, ya que algunos países occidentales no estarán ni siquiera representados y otros acuden como simples observadores. Sin embargo, el hecho de que haya coincidido con la proclamación del estado de emergencia en África del Sur le concede una nueva significación.

Pérez de Cuéllar tendrá grandes dificultades para evitar que se repita el fracaso de la conferencia celebrada con el mismo objetivo en 1981, en la que no estuvo presente ni el propio país anfitrión, Francia. El Gobierno francés ha decidido enviar como observador al secretario de Estado para los Derechos del Hombre, Claude Malhuret, antiguo miembro de la organización humanitaria Medecins du Monde. Sin embargo, Estados Unidos, el Reino Unido y la República Federal de Alemania han rehusado una vez más asistir y otros países occidentales estarán representados a nivel de embajadores o funcionarios. La delegación española estará presidida por el sudirector general para África, Antonio Sánchez Jara.

El escaso interés de los países occidentales en esta conferencia contrasta con el de los países africanos, no alineados y de la Europa del Este, que en muchos casos han enviado a París a sus ministros de Asuntos Exteriores y que están dispuestos a convertir la reunión en una denuncia de la ineficacia de las medidas adoptadas por la comunidad internacional contra el apartheid. Entre las intervenciones más esperadas figuran las de Oliver Tambo, presidente del Congreso Nacional Africano (ANC), el ministro de Asuntos Exteriores de la India, en representación de los no alineados, y el propio presidente de la OUA, Diuf, quien ha endurecido últimamente su tono.

Posición francesa

El Gobierno conservador francés afirma que está abierto a nuevas medidas contra el régimen racista de Pretoria. "El ministro de Asuntos Exteriores, Jean Bernard Raimond, propondrá en Luxemburgo la suspensión de importaciones agrícolas procedentes de África. del Sur", aseguró un portavoz del Quai d'Orsay. París ha hecho saber también al presidente surafricano, Pieter W. Botha, quien deseaba viajar a Francia, que su visita sería considerada "altamente inoportuna".

Otras fuentes diplomáticas occidentales explicaron que no estarán representadas al más alto nivel en la conferencia de las Naciones Unidas porque se trata, a juicio de sus Gobiernos, de una "operación política" en la que no se discute exclusivamente el problema del respeto a los derechos humanos en África del Sur sino que se pone en entredicho a los sistemas democráticos occidentales. Los debates, de París, que se desarrollarán durante cuatro días en la sede la Unesco, corren así el riesgo de finalizar como otras reuniones propiciadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es decir, en una condena genérica y en ninguna conclusión efectiva.

[El primer ministro soviético, Nicolai Rishkov, envió ayer un mensaje de saludo a la reunión de la ONU en el que sostiene que la adopción de medidas "globales y obligatorias" contra el régimen de Pretoria "sería una medida eficaz para la liquidación del sistema ignominioso del apartheid", informa France Presse.]

Fuentes del Congreso Nacional Africano señalaron que harán todo lo posible para convencer a la comunidad internacional de que ya no es suficiente con condenar el régimen del apartheid y que es un gente un bloqueo que oblige a sus dirigentes a negociar.