Dinamarca vigila un barco chino sospechoso del presunto sabotaje a dos cables submarinos en el Báltico

Un barco chino se encuentra en el punto de mira por los recientes cortes en dos cables submarinos en el mar Báltico. La Armada danesa ha anunciado este miércoles que los últimos días ha monitoreado los movimientos del Yi Peng 3, que actualmente se encuentra anclado cerca de la isla de Selandia, escoltado por uno de sus buques patrulla. Por su parte, el ministro sueco de Protección Civil, Carl-Oskar Bohlin, ha afirmado que se han detectado movimientos de un barco que coinciden en el tiempo y el espacio con las roturas de ambos cables de fibra óptica, la del domingo en uno que conecta Suecia y Lituania, y la del lunes en uno entre Finlandia y Alemania. Berlín ha calificado estos incidentes como probables actos de “guerra híbrida” y de “sabotaje”.

Este miércoles a mediodía, la Armada danesa ha publicado en la red social X: “Podemos confirmar que estamos presentes en la zona cercana al buque chino Yi Peng 3. El ejército danés no hará más comentarios por el momento”. No es habitual que la Armada danesa difunda una información sobre un buque en concreto. En este caso ha optado por hacerlo, pero sin mencionar los cables afectados ni las razones por las que vigila este barco.

El ministro sueco de Protección Civil ha declarado a la agencia de noticias TT que “la Guardia Costera y las Fuerzas Armadas Suecas han sido capaces de determinar con ayuda de sus sensores que hay movimientos de barcos encima de estas localizaciones que se corresponden en el tiempo y el espacio con las roturas”. Bohlin ha subrayado que la Marina sueca ha comenzado a investigar los lugares de los incidentes y empezará a analizar el lecho marino “en un futuro muy próximo”. Una fuente cercana a la investigación, en la que colabora Finlandia, declaró el martes al diario británico Financial Times que “las autoridades suecas están analizando los movimientos del Yi Peng 3.

El barco de bandera china zarpó el pasado viernes del puerto ruso de Ust-Luga, muy cerca de Estonia, y se dirigía al de Port Said, en Egipto. Según la web especializada MarineTraffic, pasó junto a ambos cables en los momentos en que estos dejaron de operar.

Las dos cables de fibra óptica dañados transcurren entre Suecia y Lituania y entre Finlandia y Alemania, respectivamente. El primero comenzó a fallar en la mañana del domingo; el segundo, en la madrugada del lunes. Las dos roturas se produjeron en aguas de la zona económica exclusiva sueca. Todos los países implicados han expresado con mayor o menor cautela la sospecha de que podría tratarse de un acto de sabotaje. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, apuntó el martes que podría tratarse de “un acto de guerra híbrida”. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha declarado a la agencia Ritzau: “Si la valoración inmediata es que es un sabotaje y que viene de fuera, entonces obviamente es algo muy serio. Pero no estoy sorprendida de que esto pueda ocurrir”. Por su parte, Lituania abrió este martes diligencias por un posible acto de terrorismo.

Los hechos en el sur del mar Báltico guardan similitudes con lo sucedido hace poco más de un año en el Balticonnector, un gasoducto submarino que conecta Finlandia y Estonia. La investigación, que aún no ha concluido, aclaró que los daños en este ducto fueron producidos por el ancla de otro buque chino, el portacontenedores Polar Bear. Aun así, Helsinki y Tallin han evitado pronunciarse sobre si la rotura fue un accidente o un acto de sabotaje.